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Suiza se considera un oasis de prosperidad. Sin embargo, la vida en uno de los países más ricos del mundo es más cara que nunca. Debido a los elevados costes —especialmente de salud y vivienda—, la clase media también se ve sometida a una presión cada vez mayor.
Una vida exenta de toda preocupación económica: así es como mucha gente se imagina la vida cotidiana en la rica Suiza, donde el nivel de vida es uno de los más elevados de Europa, superado tan solo por Luxemburgo y Noruega.
Sin embargo, este cliché de prosperidad solo concierne al 20 % de los hogares, los que disponen de unos ingresos mensuales brutos superiores a 8 508 francos para una persona sola, o a 17 867 francos para una familia de cuatro miembros. Los demás hogares tienen que arreglárselas con menos: el 20 % de ingresos más bajos tiene que conformarse con menos de 3 970 francos para una persona sola o con menos de 8 338 francos para una pareja con dos hijos menores de 14 años. Estos datos, que proceden de la Oficina Federal de Estadística, se refieren al año de 2021. Los ingresos brutos de un hogar incluyen todas sus fuentes de ingresos: sueldo, pensión y otras entradas de dinero.
Esto significa que en torno al 60 % de la población suiza tiene ingresos medios, aunque también en la clase media se observan enormes diferencias. Según las estadísticas, pertenecen a la clase media quienes ganan entre el 70 y el 150 % de lo que se conoce como la mediana de los ingresos brutos equivalentes. O, poniéndolo en francos: tanto una persona soltera que percibe 8 500 francos al mes, como una jubilada con un presupuesto de unos escasos 4 000 francos mensuales, pertenecen al grupo de ingresos medios. Para una familia de cuatro miembros, este rango oscila entre los 8 338 y los 17 867 francos. El ejemplo (ficticio) de la familia Meier ilustra adónde van a parar los ingresos de una familia de clase media baja.
Las familias con hijos, en particular, sufren cada vez más esta presión económica. Así lo confirma el Barómetro Familiar 2024 de Pro Familia Suiza: el 52 % de los encuestados indicó que sus ingresos apenas le alcanzaban para vivir o, de plano, eran insuficientes. Un año antes, esta cifra aún se situaba en un 47 %. Eso de ahorrar para tiempos más difíciles o con vistas a una pensión optativa de jubilación es impensable para la mayoría: dos tercios de los encuestados indicaron no poder destinar nada de dinero o, como mucho, 500 francos al mes para ahorrar. Para cuatro de cada diez familias, el elevado coste de la vida incluso es una razón para no tener más hijos.
Casi la mitad de los encuestados se plantea aumentar la jornada laboral de uno o ambos padres; pero esto solo merece la pena si los niños no requieren cuidados externos. Y es que los elevados costes de guardería en comparación con otros países pueden pulverizar esos ingresos adicionales.
El organismo de control de precios percibe la presión que siente la población. Cada vez recibe más mensajes de ciudadanos preocupados.
El bolsillo de toda la población se resiente de las exorbitantes cuotas de los seguros médicos, los alquileres al alza, las mayores tarifas de energía y el encarecimiento general de los costes de vida. Stefan Meierhans, supervisor federal de precios, también nota el creciente descontento de la población: en los dos últimos años, su oficina ha recibido un número récord de consultas de ciudadanos preocupados. En 2023 recibió 2 775 consultas –entre otras, de personas que ya no sabían cómo pagar sus facturas–. “Ha aumentado el temor a la precarización generalizada”, comentó Meierhans en su conferencia de prensa anual de primavera.
El supervisor de precios tiene por misión proteger al público contra los precios excesivos, sobre todo en sectores donde no hay competencia. El año pasado, por ejemplo, Meierhans intervino en las tarifas del transporte público y logró que los titulares de una tarjeta de viaje de segunda clase pagaran menos de lo que pretendía el sector de transporte público. En el futuro, en lugar de 4 080, esta tarjeta “solo” costará 3 995 francos, es decir, 135 CHF más que ahora. En conjunto, los precios del transporte público seguirán aumentando alrededor de un 4 %. No obstante, ni el mismísimo ‘Señor Precio Justo’ puede hacer nada contra las alzas de precios justificables: por ejemplo, cuando suben los costes de la electricidad o cuando se necesita realizar inversiones: “Hemos de acostumbrarnos a la nueva realidad: los precios suben”. Este año, Meierhans pretende asegurarse de que el alza del IVA no repercuta excesivamente en los consumidores. Para ello, organizará a mediados de año una cumbre sobre el poder adquisitivo, en la que también participarán representantes del mundo empresarial. El ámbito en el que el organismo de control de precios ve posibilidades de reducir precios es el sector de la salud (medicamentos, tarifas hospitalarias y de laboratorio), que focaliza las preocupaciones de los suizos. Sin embargo, los gastos médicos crecen en torno al 3 % anual. La razón es que la población envejece, por lo que la gente suele acudir con más frecuencia al médico. Como consecuencia, las cuotas del seguro médico se han más que duplicado en los últimos veinte años. Hoy por hoy, una familia de cuatro miembros paga hasta 1 250 francos al mes por un seguro básico.
Los elevados costes de la cobertura sanitaria son la mayor preocupación de la población suiza. Desde hace 20 años, las cuotas de las compañías de seguros médicos se han encarecido en más del doble.
El seguro médico es también un eterno problema político. Hasta ahora, los distintos responsables no han logrado que prosperen reformas susceptibles de reducir los costes sanitarios. El Parlamento espera que un nuevo modelo de financiación que incentive el tratamiento ambulatorio para evitar costosas hospitalizaciones contribuya a aliviar la carga. Dos partidos políticos han presentado sus propias soluciones: el Centro desea introducir un mecanismo de control de costes, mientras que el PSS reclama una mayor financiación estatal para reducir las cuotas (véase el recuadro de la derecha). Sus respectivas iniciativas populares se someterán a votación el 9 de junio.
Otra partida importante del presupuesto familiar es el alquiler. A diferencia de lo que ocurre en muchos países, en Suiza solo una minoría puede permitirse comprar su propia vivienda: el 58 % de la población vive de alquiler. Sin embargo, cada vez es más difícil encontrar una vivienda asequible, debido a la poca oferta del mercado inmobiliario. En los últimos quince años, los precios medios han subido un 20 %. En las grandes ciudades como Zúrich y Ginebra, ya no es raro encontrar anuncios que ofrecen viviendas por más de 3 000 francos mensuales. La Asociación de Arrendatarios lo atribuye al “afán de lucro” del sector inmobiliario. Hasta ahora, las demandas de la izquierda para que el Estado controle los alquileres han fracasado. Recientemente, el Consejo Federal se ha mostrado dispuesto a examinar al menos las normas que rigen los precios de alquiler.
Menos cuantiosos son los gastos destinados a la alimentación. En 2021, el hogar suizo medio gastó un 6,8 % en alimentos. En muchos países europeos, esta proporción es casi del doble, superando incluso el 28 % en Rumanía. Sin embargo, la población suiza también se da cuenta de que ha subido el precio de sus compras semanales en el supermercado, de un café en un restaurante o de un sello en Correos. El aumento de los precios se percibe cada vez más en el día a día y merma la moral de la gente. Y, consecuentemente, también se desmorona la imagen de Suiza como un oasis de prosperidad y estabilidad.
Los Meier son una familia de cuatro miembros, que vive en una gran ciudad suiza. Ambos padres trabajan a tiempo parcial y obtienen, juntos, un ingreso neto de 9 000 francos mensuales.
La mayor partida del presupuesto doméstico se dedica a la vivienda: por el alquiler de un apartamento de cuatro habitaciones, los Meier pagan 2 200 francos mensuales, incluyendo los gastos adicionales. A ello hay que agregar las facturas de electricidad y gas, por valor de 150 francos. Las cuotas del seguro médico y otros seguros ascienden a 1 300 francos. Los Meier deben ahorrar unos 1 000 francos mensuales para los impuestos.
Desembolsan 1 200 francos por concepto de alimentos y artículos para el hogar. La conexión a internet, los teléfonos móviles y las tasas de radio y televisión suponen 250 francos más. Para ropa, calzado, peluquería y actividades de ocio, se reservan 1 000 francos mensuales, en promedio. Esto no incluye las clases de música para el hijo de ocho años y la hija de diez, por las que pagan 250 francos al mes.
Los padres laboran el 80 y 60 % de la jornada completa. Tres días a la semana se turnan para atender las tareas del hogar y preparar de comer a los hijos. Estos pasan los otros dos días de la semana en una escuela de jornada completa, lo que cuesta a la familia 800 francos al mes. Antes —cuando los niños aún no iban a la escuela— los padres pagaban más del doble por llevarlos a una guardería.
Los Meier no tienen automóvil. Los pases del transporte público, el uso ocasional de un coche compartido y el mantenimiento de sus bicicletas les cuestan 750 francos al mes.
La familia reserva otros 600 francos para cubrir posibles gastos varios o imprevistos, en particular los gastos que no cubre el seguro médico básico: además de la franquicia, las visitas a la óptica o al dentista suelen afectar rápidamente al bolsillo. Un aparato dental para un niño cuesta varios miles de francos.
Todas estas partidas presupuestarias van sumándose hasta alcanzar un gasto potencial de 8 500 francos al mes. Por tanto, a esta familia de clase media le quedan 500 francos para las vacaciones y para ahorrar para la vejez. Las familias con menos ingresos no suelen disponer de este colchón financiero. (TP)
Tema clave: Dos iniciativas populares para luchar contra los elevados costes sanitarios
Comentarios
Comentarios :
J'ai toujours pensé que les chiffres donnés par l’Office fédéral de la statistique ne reflètent en aucun cas la réalité de la situation en Suisse. Et je me suis souvent demandé à quoi servait Monsieur Prix dont on entend jamais parler. J'ai eu la chance de m'établir au Maroc. Mon deuxième pilier que j'ai pris, est resté en Suisse pour offrir des études à mes enfants. Donc, je vis qu'avec la retraite, mais bien mieux que si j'étais resté en Suisse. La Suisse redeviendra attrayante le jour où les lobbyistes ne pourront plus siéger à Berne. Le pays se portera ainsi dix fois mieux. Après une 13e rente votée par le peuple, j'attends aussi avec impatience que l'AVS pour les couples mariés soit égale à celle des concubins.
Also, muss ich das nun dahingehend verstehen, dass die Schweizer verarmen, weil die Schweiz reich ist?
Monsieur Ophir, les Suisses s'appauvrissent car le coût de la vie en Suisse est beaucoup trop élevé. 40% à 50% de gens ne paient pas d'impôt, dès lors, les classes moyennes supérieure et inférieure sont dans l'obligation de passer à la caisse. Et je ne parle pas du coût des assurances-maladie qui sont un parfait scandale.
Aus der internationalen Perspektive betrachtet ist es nicht nur in der Schweiz so schlecht, sondern es geht Kanadiern, Deutschen und Brasilianern genauso! Das hilft zwar niemandem, aber es zeigt etwas sehr Wichtiges auf: Die "Bürostuhl Monarchien" haben in den 00 und 10er Jahren sehr viel kaputt gemacht für die allgemeine Bevölkerung - und diese neueste Form der Monarchien hat bisher noch nichts Nützliches unternommen, um diese gravierenden Fehler zu korrigieren!
You omitted to talk about the pensioners with considerably lower pensions than you mention in your article. Who, in the end, have to choose to emigrate to a lower cost country to live a decent life.
The last part of the article is not a budget, it is "How to spend a full 9000CHF". This is not how a budget is done for a family. The question you should ask is "How do we do a budget for a couple?".
a) we do not overspend.
b) we work 100%.
Example:
Revenues for a 100% household: 9000*1.35 (because they work 80% and 60%) = 12'1150
- rent: 3000 (not 2200CHF)
- insurance: 1300
- car and train (a family in CH has a car): 600
- food (no caviar as in the article example :-) ): 800
- clothes, shoes, hairdressers, nails: 600
- 4 weekends spending: 400
- 2 kids spending (all included for 2 kids): 400
- house items: 100
- cash for pockets for parents: 400
- tax (22%): 2800
=Total: 1850.
This represents a 15% EBITDA for that family to put in the pension fund which is good.
Je remarque qu'en Suisse beaucoup se plaignent sur un niveau assez élevé!
You forgot the daycare expences: Ten percent of the total brutto income. This makes about 3000 per month for two kids.
Your konto would be at minus 1150 at the end of the month :(
That is the reason why the mother stayed at home and why nowadays young couples share their work with the kids and therefore do not work 100%.