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“Es probable que el Estado también deba estabilizar a este nuevo gran banco”
Tras 167 años de existencia, el histórico banco Credit Suisse se fue a pique: el Estado obligó a UBS a adquirir a su malogrado rival. El historiador económico Tobias Straumann nos ofrece su visión de Suiza y sus grandes bancos, habla de las ilusiones de la política y responde a la siguiente pregunta: ¿Un pequeño país como Suiza realmente sigue requiriendo un gran banco internacional?
Panorama Suizo: Señor Straumann, ¿constituye el derrumbe de una histórica institución como Credit Suisse una ruptura o un punto de inflexión para Suiza?
Tobias Straumann: Se trata, por lo menos, de un suceso importante. De los grandes bancos suizos, Credit Suisse era el más antiguo aún existente. Sin embargo, su desaparición no representa un punto de inflexión significativo. En los años noventa ya desaparecieron varios grandes bancos: hace treinta años, Suiza tenía cinco; ahora, solo le queda uno. La crisis financiera mundial de 2008, con el rescate del mayor banco suizo (UBS) por parte del Estado y, posteriormente, la supresión del secreto bancario para los clientes extranjeros, supusieron rupturas mucho más drásticas.
Rescatar a UBS, obligar a CS a fusionarse: en los últimos quince años, el Estado ha tenido que auxiliar en dos ocasiones a grandes bancos que se tambaleaban. Y eso que Suiza aboga por la economía de mercado libre. ¿Cómo encajan ambas cosas?
En Suiza, el mercado económico no es tan libre como suele creerse. Tenemos muchas empresas estatales o pseudoempresas estatales. En el sector de finanzas están los bancos cantonales, que también son empresas estatales. Además, desde mi punto de vista, las intervenciones estatales de grandes bancos ya no rompen tabúes. Desde los años noventa vemos a nivel internacional lo frágil que se ha vuelto el sistema bancario, altamente globalizado y liberalizado. Ya es normal que los gobiernos intervengan con regularidad. Y no hay vuelta de hoja, ya que en caso contrario una gran crisis financiera internacional se sucedería a otra. También los países extranjeros esperan que Suiza no protagonice sucesos que contagien a todo el sistema bancario.
Pero tras el rescate de UBS, el Parlamento quiso evitar, mediante la ley “Too big to fail”, que el Estado y los contribuyentes volvieran a asumir riesgos financieros de tal magnitud. ¿Es esto un duro despertar para la política?
Como historiador, no me sorprende que esto no haya funcionado. Las crisis requieren planes muy sencillos. La regulación “Too big to fail” era demasiado compleja, algo ingenua y no se había probado. Un caso como este siempre implica también el aval político de autoridades extranjeras. Esto puede requerir tiempo.
“Ya está claro que una regulación más estricta no bastará para resolver el problema”.
¿Qué puede conseguir aún el gobierno federal en un mercado financiero globalizado?
Varias cosas. El Estado puede y debe tomar numerosas medidas cuando se trata de estabilizar los bancos. En el caso del UBS, lo hizo bien. El banco fue parcial y temporalmente nacionalizado, con lo que la Confederación incluso terminó ganado algo. Y UBS adaptó su cultura de riesgo. En el caso de Credit Suisse, las autoridades consideraron que era más seguro proceder a una fusión. El tiempo dirá si fue la solución acertada.
¿Quién o qué es el principal responsable del colapso de CS?
La dirección y el consejo de administración. CS no estaba siendo gestionado correctamente desde hacía años. Pero las autoridades también deben asumir su responsabilidad. Desde octubre de 2022 se sabía que el banco estaba pasando por una situación difícil. A pesar de ello hubo que esperar hasta marzo para que surgiera un plan de rescate. Todo tuvo un aire improvisado, a diferencia de lo que pasó con UBS en su día. Esto me sorprendió. Aún no sabemos lo suficiente para evaluar el comportamiento de las autoridades. La comisión parlamentaria que se encarga de la investigación nos aportará datos al respecto. Sin embargo, el propio banco también debería contribuir espontáneamente con un informe exhaustivo sobre lo que salió mal en CS. Se lo debe a Suiza.
A pesar de las pérdidas y los escándalos, CS pagaba remuneraciones y primas excesivas. A algunos banqueros parece que solo les mueve la codicia, que los lleva a asumir cualquier riesgo. ¿Qué ha sido del banco emprendedor de antaño, que era el motor del país?
La parte empresarial existió en CS hasta el final; hizo un excelente trabajo en el ámbito de los créditos empresariales. Es cierto que en el siglo XIX, los fundadores del banco, en torno a Alfred Escher, invirtieron en materia de infraestructura. Pero el negocio de los ferrocarriles también era arriesgado. CS tuvo comienzos difíciles, ya que los precios de las acciones ferroviarias estaban sujetos a enormes y constantes fluctuaciones. Cuando las cosas iban bien, los banqueros también tenían buenas ganancias; y cuando las cosas iban mal, no recibían primas. Esa es la diferencia con la actualidad. Los errores de CS se deben a la codicia, sí, pero sobre todo a la incompetencia del consejo de administración y de la dirección.
¿En qué consistió su incompetencia?
Desde los años noventa, los grandes bancos suizos han experimentado una fuerte internacionalización. El problema es que para los directivos suizos es muy difícil mantenerse en los centros financieros de Londres y Nueva York, ya que los banqueros anglosajones tienen una mentalidad totalmente diferente, que no armoniza con la cultura empresarial suiza. Además, los grandes bancos suizos solían colocar en Londres y Nueva York a empleados de segunda categoría, que se comportaban como mercenarios y solo estaban interesados en sacar los máximos beneficios en poco tiempo.
UBS absorbió a CS en junio. ¿Qué tan viable es un banco de tales dimensiones?
Este nuevo gran banco es más pequeño que UBS antes de la crisis financiera y probablemente esté llamado a reducirse un poco más. Esto lo digo, simplemente, a modo de comparación. Pero claro, sigue siendo muy grande: el doble del producto interior bruto suizo, en términos de activos totales. No sé si todo saldrá bien; pero es muy probable que también este gran banco tenga problemas en el futuro y que el Estado tenga que intervenir. Ya está claro que una regulación más estricta no bastará para resolver el problema.
Pero los políticos están exigiendo ahora una regulación más estricta de los bancos que poseen vital importancia para el sistema.
En mi opinión sería conveniente exigir que los bancos tuvieran mayores reservas bajo el colchón, es decir, una mayor proporción de fondos propios. Pero aun así, cabe señalarlo, UBS no estaría a salvo: el sistema financiero mundial es muy vulnerable. CS tenía problemas, pero no tan graves; cumplía con todos los indicadores dispuestos por la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero. Entonces ocurre algo en alguna parte, y el contagio se extiende. Los Estados no pueden prever ni prevenir una crisis financiera, solo frenarla a tiempo para evitar consecuencias catastróficas. Sin embargo, no es fácil determinar cuándo es el momento oportuno para intervenir.
Ante tales riesgos, ¿puede un pequeño país como Suiza permitirse el lujo de tener un gran banco que opere a escala internacional?
Tener un gran banco con todos los servicios en el propio centro financiero tiene sus ventajas. Si por razones políticas UBS se desprendiera ahora de sus problemáticos negocios internacionales o trasladara su sede, perdería estas ventajas; pero ganaría en estabilidad. Ciertas filiales extranjeras podrían hacerse cargo de determinadas operaciones, como es el caso de la aerolínea Swiss, propiedad de la sociedad alemana Lufthansa. Esto podría funcionar. Ni siquiera la desaparición del secreto bancario nos ha perjudicado: Zúrich no se ha empobrecido, sino todo lo contrario.
Para la prosperidad de Suiza, ¿qué tan importante era ser un centro financiero internacional?
Su importancia económica se sobrestima. Suiza se convirtió en un centro financiero internacional con la Primera Guerra Mundial; pero en 1914, justo antes de la guerra, ya era la nación más rica del continente europeo en términos de PIB per cápita. Y esto fue en gran parte gracias a su industria, que era muy dinámica y la hizo prosperar desde el siglo XIX hasta la fecha. Se convirtió en centro financiero a raíz de la industrialización, y las actividades de administración patrimonial le reportaron una nueva y floreciente fuente de ingresos. Para la economía nacional, esto siempre ha tenido ventajas e inconvenientes.
¿Cuáles han sido los inconvenientes?
Los elevados salarios del sector bancario atrajeron a mucho personal cualificado, que entonces hacía falta en otros sectores más innovadores. Ahora, sin el gran poder de atracción del sector bancario, vuelve a haber más espacio para otras ramas e innovaciones. Zúrich goza, además, de gran éxito como sede de seguros. Este negocio es más predecible y estable. En mi opinión, va más acorde con la mentalidad suiza.
ANEXO
Nuevos acontecimientos justo después de la publicación de nuestro artículo:
UBS devuelve miles de millones en ayudas
11 de agosto de 2023: UBS decide más rápidamente de lo previsto reembolsar las ayudas estatales concedidas por la Confederación y el BNS. Además, renuncia a la garantía de pérdidas de 9.000 millones de francos suizos concedida por el Gobierno federal. Comentario del Neue Zürcher Zeitung: "El banco quiere crear buena voluntad para las previsibles y difíciles batallas políticas". - El comunicado del SNB sobre la decisión de UBS (en inglés).
Los pequeños inversores de Credit Suisse presentan una demanda contra UBS
14 de agosto de 2023: Los pequeños inversores de Credit Suisse (CS) han presentado una demanda contra UBS ante el Tribunal de Comercio de Zúrich. Los aproximadamente 1000 accionistas sufrieron grandes pérdidas financieras en la adquisición de CS por UBS. Los demandantes son principalmente pequeños inversores de Suiza.
Comentarios
Comentarios :
Habe die Schweiz verlassen, da nach dem Tod unseres Sohnes im 2020, 3 Tagen nach der Meldung die erste Zahlung vom Militärpflichtersatz gefordert wurde. Null Respekt vor Trauer, nur das Geld ist wichtig. Bin 2022 mit meiner Frau, Doppelbürgerin Schweiz/Portugal, nach Lagos, Portugal ausgewandert. Was in der Schweiz mit den Banken passiert, interessiert mich nicht mehr. Habe alles hier in Portugal, Eigentumswohnung, 3.Säule und PK auszahlen lassen. Was ich an diesen hochgelobten Bankinstituten kritisiere, ist, dass man als Auslandschweizer wie ein Bürger 3. Klasse behandelt wird. Darum kein Geld mehr in der Schweiz.
I have to express my feelings. I never saw that hat before I received the Swiss Review today.
My first impression was of horror. All I could see was a swastika!!
I know it’s not one. But it has such a resemblance. I think whoever designed this hat and all those who love it so much should be ashamed. Either they are secret Nazi lovers or not very bright.
I am sorry if I offended anyone. It’s not my purpose.
But in our times of global mounting racisms, pro Nazi groups and whites supremacist, I think this hat should be retired not on the front page of the Swiss Review.
Unwiderruflich die Tiefsinnigkeit dieser Skimuetze: schliesslich faehrt man Ski ja nur bergab...
La CHUTE c'est la fin du secret bancaire accepté sous la menace des bandits etatsuniens. Accepter le chantage est-ce raisonnable ? Avons-nous été consulté ? Entorse fatale.
Wie erklärt man, dass die Kantonalbanken relativ viel erfolgreicher sind als die Grossbanken. Siehe zum Beispiel ZKB.
Ausgezeichnete Darstellung der Ereignisse und Beurteilung der aktuellen Situation,