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Suiza libra actualmente una espinosa batalla lingüística: varios cantones de la Suiza alemana ya no quieren que se enseñe el francés en la escuela primaria. Para los suizos franceses, esto constituye una amenaza a la cohesión nacional.
Una señora en un autobús municipal de Bienne habla alemán con la que tiene al lado. Esta, a su vez, responde elocuentemente en francés, y las dos se entienden perfectamente. La animada conversación se convierte en una mezcla de alemán y francés en la que no faltan frases en las que la mitad se formula en alemán y la otra mitad en francés. Esto es parte de la vida cotidiana en Bienne. Las dos señoras representan a una mayoría: un 63% de los habitantes de Bienne son bilingües o políglotas.
Pero Bienne no está en todas partes. Y desde luego el cuatrilingüsimo oficial de Suiza no debe hacernos suponer que en el país pululan los cuatrilingües. Muy pocos dominan de verdad las cuatro lenguas nacionales: alemán, francés, italiano y retorromance. Por otro lado, el hecho de que muchísimas personas no hablen la misma lengua en casa y en el trabajo, o en su lugar de formación, es parte de las experiencias cotidianas en este pequeño país dividido en pequeñas regiones lingüísticas. La cifra de personas que hablan francés en la vida cotidiana es superior a la de suizos franceses y la de los que hablan fuera de casa el dialecto suizo alemán o el alemán es mucho mayor que la de los habitantes de lengua materna alemana. Con ello, las cuatro lenguas nacionales cobran una mayor importancia y se convierten en puentes que facilitan la comprensión en una sociedad cada vez más móvil. Muy significativamente, la legislación suiza sobre las lenguas estipula que “hay que reforzar el cuatrilingüismo como característica de Suiza” y, mediante el cuidado de la lengua “consolidar la cohesión interna del país”. Para la inmensa mayoría de los suizos esto es evidente: cuantas más personas hablen o al menos entiendan más de una lengua nacional, mejor se aplicará el concepto de nación creada por voluntad propia, como se dice de Suiza.
No obstante, ahora nos encontramos ante una situación explosiva. Los suizos franceses acusan a la Suiza alemana de poner en peligro la paz lingüística del país. “La guerre des langues est déclarée” (se declara la guerra lingüística), decían en mayo los titulares del semanario “l’Hébdo”. ¿Qué ha pasado? El objeto concreto del litigio es el llamado “Frühfranzösisch”, es decir las clases de francés en la escuela primaria. Y mientras en todos los cantones de la Suiza francesa la primera lengua no materna enseñada en las escuelas primarias es el alemán, un número creciente de cantones de la Suiza alemana se dispone a acabar con el francés en la escuela primaria. Este año, el Parlamento cantonal de Turgovia decidió suprimir el francés como asignatura en la escuela primaria. Poco después, el Parlamento cantonal de Schaffhausen quiso dar el mismo paso. Luego fue el Gobierno de Nidwalden el que sentó las bases para eliminar la enseñanza del francés en la escuela primaria. Además, en los cantones de Los Grisones y Lucerna se han lanzado iniciativas populares para exigir también la supresión del francés en la escuela primaria. Ya hace años que los cantones de Appenzell Rodas Interiores y Argovia eliminaron el francés en sus escuelas primarias. La lista de los que rechazan el francés en la escuela primaria podría ser más larga; en otros cantones se piensa cambiar radicalmente la enseñanza de idiomas. Los argumentos más esgrimidos son que se subestima el hecho de que, en realidad, el alemán estándar es la primera lengua extranjera que los niños de la Suiza alemana tienen que aprender con mucho esfuerzo, y que es pedagógicamente descabellado aprender a la vez dos lenguas extranjeras.
Si un cantón decide suprimir el francés en la escuela primaria, no por ello elimina este idioma, sino que lo transfiere al nivel superior de la escolaridad obligatoria, y por tanto se aprende durante menos años. Es decir, son cada vez más los niños que empiezan claramente más tarde y con muchas menos horas de clase en una segunda lengua nacional. Lo que verdaderamente indigna ahora a los suizos franceses es que la devaluación del francés conlleva una revalorización del inglés. Ya en 14 cantones de la Suiza alemana la primera lengua extranjera enseñada es el inglés. Por lo general, el “Frühfranzösisch” se empieza a enseñar dos años después de las primeras clases de inglés.
El cantón de Zúrich desencadenó este proceso introduciendo en 1998 el “Frühenglisch” en la escuela primaria. Con esa decisión, el entonces Ministro de Educación de Zúrich, Ernst Buschor (PDC), dejó claro hasta qué punto consideraba obsoleto el principio por el que en las escuelas se prefiere el francés al inglés. Buschor estaba entusiasmado con la idea de que se enseñara inglés en la escuela primaria, porque para él el inglés es la lengua con más futuro y es clave para la informática y la economía. Con su decisión sentó las bases del actual litigio lingüístico. Pronto se vio que los suizos franceses consideraban que el enfoque de Buschor era una afrenta. José Ribeaud, publicista de la Suiza francesa, se convirtió en uno de los críticos más mordaces del Ministro de Educación de Zúrich. Con su libro “Vier Sprachen, ein Zerfall” (“Panorama Suizo” 1/2014) demostró ser un gran conocedor de la situación lingüística de Suiza, cuyos pronósticos son muy certeros. Todavía hoy, refiriéndose a la ofensiva en favor del inglés lanzada por Buschor, Ribeaud afirma: “Aquel fue el peor mensaje para Suiza”. Y si bien no acusa a los suizos alemanes de hostilidad, sí que percibe en ellos “una grave falta de consideración y echa en falta el respeto que antes se tenía frente a las minorías”. Pero Buschor y Ribeaud no hablan de lo mismo. Buschor se refiere al derecho a conceder la debida importancia a la lengua principal a la hora de elaborar los planes de estudios. Ribeaud, en cambio, habla de la obligación de conceder a las principales lenguas nacionales la importancia que merecen.
Y no es que a los políticos responsables de la educación en la Suiza alemana les falten argumentos, sino que aducen que, a veces, los alumnos y los profesores están desbordados con la enseñanza del francés en la escuela primaria. Y opinan que lo principal es ver qué resultados se obtienen con la enseñanza de idiomas, que lo decisivo es saber si al final de su escolaridad obligatoria, los jóvenes pueden comunicarse en una segunda lengua nacional. Esta es la meta propiamente dicha. Desde cuándo y durante cuánto tiempo debe enseñarse la segunda lengua nacional es secundario. Pero el eco de tales argumentos es muy escaso en la Suiza francesa, que interpreta el comportamiento de la Suiza alemana como un separatismo humillante. Políticos de todos los partidos de la Suiza francesa advierten de que así corremos el peligro de romper un importante eslabón de la cohesión nacional de Suiza. Pascal Couchepin, político liberal y ex consejero federal, advierte que la Suiza alemana se arriesga a marginalizarse ella misma: “¿Qué sería de Suiza sin los suizos franceses y sin los tesineses? Sería, en cierto modo, una simple provincia alemana”. Otros esbozan la espectral idea de que un día los jóvenes suizos alemanes tendrán que hablar inglés para comunicarse con sus compatriotas francófonos y, así, se perderá el efecto identificador de las lenguas nacionales.
También para la mayor guardiana lingüística del país, Isabelle Chassot, que es bilingüe, la identidad es la clave de sus reflexiones. Chassot, Directora de la Oficina Federal de Cultura y ex política en el sector educativo, dijo este verano durante el debate al respecto que Suiza perdería mucho sin paz lingüística: “Le faltaría todo lo que conforma hoy la identidad de este país: el respeto por las minorías, la comprensión frente a la diversidad, la búsqueda de compromisos y la importancia del equilibrio”. Y añadió que si Suiza decidiera apostar por el inglés como lingua franca, sucedería lo hasta ahora inimaginable: que la lengua se reduciría a su significado utilitario. Pero la lengua tiene aspectos culturales: “Refleja el mundo de sus hablantes, su concepto del mundo, su mentalidad, sus tradiciones”. Los suizos franceses esperan poder hablar su propia lengua y pese a ello ser comprendidos, argumenta Chassot. Quieren ser considerados suizos francófonos de pleno derecho: “Pero no piden que se hable con ellos en francés. Para ello existe la convención típicamente suiza de que, en debates políglotas, cada persona puede hablar en su propia lengua”.
Presión desde arriba
En Suiza, la escuela es competencia de los cantones. Y las injerencias en las estructuras federales no forman parte de las virtudes suizas. A finales del verano, el consejero federal friburgués Alain Berset (del PS) se vio, no obstante, obligado a precisar que la Confederación tiene naturalmente derecho a intervenir en caso de que peligren los intereses generales del país. Y añadió que la enseñanza es una parte importante del concepto federalista de Suiza, pero el federalismo no funciona sin responsabilidad frente a Suiza en conjunto: “El federalismo no consiste simplemente en que cada uno haga lo que quiera en su ámbito, independientemente de lo que esto signifique para Suiza”, dijo Berset en una entrevista con el diario “Neue Zürcher Zeitung”. Tras Berset fue asimismo la Comisión de Educación del Consejo Nacional la que aumentó la presión. Su Presidente, el consejero nacional Matthias Aebischer (del PS de Berna), dejó constancia a principios de octubre de que no estaban ya dispuestos a ser testigos de “cómo los cantones suprimen uno tras otro el francés en la escuela primaria”. Al mismo tiempo, la Comisión estudia concienzudamente la propuesta de forzar a los cantones a introducir en la escuela primaria la enseñanza de una segunda lengua nacional mediante una ley federal. Con estas ideas, la Comisión de Enseñanza presionó sobre todo a los ministros cantonales de Educación, que a finales de octubre se reunieron en Basilea y se vieron obligados a reaccionar ante la agitación emocional que reina en el país, e hicieron una afirmación categórica: no se puede cuestionar el principio según el cual se enseñan dos lenguas en la escuela primaria, pero los cantones seguirán estando facultados para decidir si la primera es el inglés o el francés.
Aun así, esta afirmación no cuenta con el respaldo del poder, lo que constituye un escollo considerable. Los ministros de Educación no pueden imponer nada a los cantones. Sólo pueden dar recomendaciones. Así pues, queda por ver si la preocupación de Berset se soluciona, si la reivindicación de Chassot se cumple y si la propuesta de la Comisión de Aebischer se aplica. Por eso, el consejero federal ha vuelto a aumentar la presión tras la reunión de los ministros de Educación y amenazó con que la Confederación no dudará en intervenir si en los próximos meses un cantón decidiera definitivamente eliminar el francés de los planes de estudios de la escuela primaria.
Pese a todas las contrariedades, políticos responsables de la educación pertenecientes a todos los partidos esperan que, en última instancia, la Confederación no intervenga. La consideración que subyace tras estas expectativas es que si la Confederación endurece la base jurídica, en la Suiza alemana se podría lanzar un referéndum en contra; y si el referéndum tiene lugar, los ciudadanos suizos tendrían que pronunciarse en las urnas sobre la paz lingüística en Suiza; y si una nación vota sobre cuestiones lingüísticas, no es muy probable que el proceso contribuya a apaciguar los ánimos. Ahora mismo nadie quiere que se celebre una votación popular en todo el país, porque se intuye que comportaría riesgos. El consejero nacional friburgués François Steiert (PS), bilingüe y él mismo defensor de la introducción de una segunda lengua nacional en la escuela primaria, especula con la posibilidad de que una votación popular sobre las lenguas “consolidaría la fragmentación de Suiza en regiones lingüísticas, pondría en tela de juicio la cohesión nacional y desencadenaría rechazos de un alcance insospechado”.
Cambio de escenario. En los jardines de infancia de Argovia se trabaja actualmente para solucionar otro litigio lingüístico. Desde que comenzó el nuevo año escolar, allí sólo se habla en dialecto. Hasta ahora, la idea era hacer atractivo el aprendizaje del alto alemán (Hochdeutsch) para los más pequeños en el jardín de infancia, pero ese proyecto se ha abandonado definitivamente. Ya no se podrá enseñar en alemán “estándar”, como se le llama en Suiza al alto alemán o al alemán escrito, porque los electores de Argovia aprobaron el pasado mayo, contra la voluntad del Gobierno, una iniciativa de los Demócratas Suizos (DS) que impone el dialecto como lengua de enseñanza en los jardines de infancia. Ya en 2011 los electores de los cantones de Basilea-Ciudad y Zúrich se pronunciaron en favor de la revalorización del dialecto en los jardines de infancia. Y en el cantón de Zug, la UDC acaba de lanzar una iniciativa para que el “Schwyzerdüütsch”, o suizo alemán, sea obligatorio en los jardines de infancia y en algunas asignaturas de la escuela primaria.
No está claro por qué la Suiza alemana, además de la disputa lingüística con la Suiza francesa, se ha metido de lleno en un extraño conflicto sobre dialectos alemanes. Ciertos observadores suponen que aquí subyace una nostalgia difícil de justificar con argumentos racionales, que más bien puede interpretarse como expresión de la “búsqueda de la patria” en un mundo cada vez más globalizado. Pero los cantones que explícitamente exigen el dialecto en vez del alemán se complican mucho la vida, porque ¿qué es un dialecto? ¿Tendrán que aprender los profesores alemanes que enseñan en Argovia alemánico con acento argoviano? ¿Se considera también dialecto la primitiva lengua dialectal del Valais de una profesora de jardín de infancia de Visp que enseña en Aarau, aunque los niños de Argovia apenas lo entienden? ¿Y cómo soluciona el cantón el problema de que por razones históricas no existe un “Aargauerdüütsch” propiamente dicho?
Una parte de la Suiza francesa se ríe de los circunloquios de la política lingüística dentro de la Suiza alemana. Pero para críticos como José Ribeaud éste también es un motivo para irritarse seriamente, y opina que así, los suizos alemanes ponen doblemente en peligro la paz lingüística. Primero ignoran el francés. Después molestan con su descuido del alemán a los suizos franceses que aprendieron alemán con gran ahínco, pero que no comprenden el “Schwyzerdüütsch”.
Pero en pleno litigio, Suiza también puede sorprenderse de sí misma. Mientras los suizos alemanes y los suizos franceses discuten desde cuándo y cómo se debe enseñar a los más pequeños una segunda lengua nacional, los tesineses exigen a sus alumnos que aprendan en la escuela incluso tres lenguas nacionales: italiano, francés y alemán. A los nueve años se les introduce a la lengua de Voltaire. Cuatro años después, el alemán es una asignatura obligatoria. En el Tesino piensan que aprender tres lenguas nacionales “ce n’est pas la mer à boire”, no es nada del otro mundo. Y si bien los tesineses no son talentos lingüísticos más geniales que el resto de los suizos, tienen claro que como su lengua es claramente minoritaria se sentirían mudos en el resto del país si no conocieran otras lenguas nacionales.
Además de las lenguas oficiales, están reconocidas otras dos. Así, el yeniche (véase también “Panorama Suizo” 2/2014) es considerado “lengua no territorial” y recibe un apoyo específico. La segunda “lengua no territorial” minoritaria de Suiza es el yidis, cuya minoría lingüística incluso va en aumento sin ningún tipo de apoyo estatal. Se considera que el auténtico yidis suizo, el yidis de Surbtal o de Ending, ha desaparecido. No obstante, algunas expresiones se han incorporado al lenguaje cotidiano en la Suiza alemana, como “Stuss” para “disparate”.
www.bilinguisme.ch
Comentarios
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Sorry about that, but the image of the lazy, insolent kid in your paper just should not represent our young Swiss in any Swiss publication, less it give the low-class concept credence.
Thank you!
K. Lyon-Villiger (kati.lyonvilliger@hotmail.ca
Si vous acceptez qu'un Appenzellois n'apprenne que le suisse-allemand et l'anglais, c'est comme un Québécois qui n'étudierait que le joual et l'espagnol! Ça n'irait pas loin dans la vie....
The problem here is not that the teaching of a national language is being dropped in favor of English, the problem is that French is being dropped period and it is simply inconceivable that the crown-jewel of all languages is not being favored. If French was being replaced by Italian or Romansh we would still have the same hissy fit.
This discussion is not about national unity or the benefits of learning foreign language; this discussion is mix of fear of becoming obsolete and misplaced pride. We should instead be proud of being Swiss, embrace our differences and focus in what makes us strong. Even if English became the language that unites us, does'it really matter? I see this as a great opportunity making our workforce even more competitive than it already is.
My job as a parent is to make sure my kids are proud of their heritage but above all give them a great start in life and the best opportunities possible. Thus living in the U.S. we decided that they would learn Spanish in primary school. It was not a passionate decision (though I would have preferred French), we were just being pragmatic which in my mind is one of the biggest quality of Swiss regardless of what language they speak.
La langue porte la culture. La culture française est l'un des joyaux de l'Europe de l'Est. On ne peut penser à une Suisse entièrement germanique et germanisée.
La nation est au bord du gouffre.
Jean-Pierre de Villers (Andreoli) Ph. D.
I pride myself being raised speaking and being exposed to multiple languages - and have found this nothing short of an enourmous asset. Therefore, backed by academics and personal experience, I'm in full support of teaching young children multiple languages. And Switzerland - to my knowledge - has four of the most basic languages, considering Swiss German/Germanic having preceded Latin, and Romanish a root-language in itself (ref: Swiss Review articles).
Pushing a target population towards learning a particular language to satisfy a global economic necessity, should be carefully considered (I'm not referring to English as the language of IATA). IT English, specifically, is largely scripted. Powerful world economies have come and gone - Japanese in the 70's; Russian in the 90's; Mandarin and Cantonese on the upswing; and speculatively Hindi to follow. Learning an additional language during the early years is crucial, however, never at the expense of Switzerland's national languages!
Je sui scandalisée de l'attitude des cantons alémaniques de ne plus vouloir enseigner le français, voire l'italien.
Comme l'a relevé l'un des intervenants, l'anglais s'apprendra au fil des défis professionnels, sans difficulté (car nous en somme abreuvés, tout au long des jours de des pubs).
Marianne, Saône-et-Loire, France
Moi, je sui spagnole, je parle aussi l'anglais et l'talien et je suis hereuse l'avoir appris!
Moi, je sui spagnole, je parle aussi l'anglais et l'talien et je suis hereuse l'avoir appris!
Moi, je sui spagnole, je parle aussi l'anglais et l'talien et je suis hereuse l'avoir appris!
Je travaille chez Airbus / Ich arbeite bei Airbus
Avec mes collègues allemands / Mit meinem deutsche Kollegen
on parle Anglais pour les réunions de travail / Whärend Arbeit gespräsche sprechen wir English
Et Français OU Allemand ailleurs / und Deutsch ODER Französisch anderswo
symétrique / symmetrisch !
Un bon exemple , pas vrai / Ein gutes Beispiel , nicht wahr !
Übrigens arbeite ich in einem Hotel und bin so froh, dass ich in der Schweiz in der Schule Französisch gelernt habe. Zwar habe ich viel auch wieder vergessen, doch ich kann mich mit den Französisch sprechenden Urlaubsgästen doch noch mit mehr als nur Händen und Füssen unterhalten....
Je suis aux USA et nee près de Lausanne et après plus de 50 ans de vivre aux USA, mon français deviens de plus en plus difficile de parler. Mon allemand est non-existant et l'italien est un tout petit peu mieux.
Mon avis: enseigner no langues maternelle/paternelle est une obligation. Nous ne pouvons pas risquer de devenir si insulaire, que nous allons être gobler par nos pays voisin.
where Swiss might be in the strange situation of communicating only in another language than the one of the 4 national ones...what you say about young brains capable of absorbing many languages is the truth that every one should understand....example...my first great great grandson
is being spoken Chinese by her mother...it does not bother me.....
Je parle couramment deux langues et je me débrouille assez vien en allemand et en suisse allemand. Quand on veut communiquer , c'est essentiel!
Nos enfants sont nés à Genève, et ils y ont fait toute leur scolarité y compris l'université, comme nous, leurs parents, mais nous avons réussi à faire en sorte qu'ils parlent le suisse-allemand entre-eux, c'est dire que le bilinguisme est quelque chose dont ont ne parle pas seulement dans notre famille, mais que nous vivons au quotidien.
Il est évident que les Suisses-romands s’excitent à l'idée que les Suisses-allemands ne sauraient plus aussi bien le français qu'autrefois, car les Suisses-romands forcent leurs enfants à apprendre une langue qu'ils ne veulent pas parler parce que c'est la langue de la majorité. Aucune méthode ne pourra corriger ce vice fondamental.
Tant que l'on ne partira pas de cette réalité profonde, et qu'on restera dans le mythe du plurilinguisme, on empêchera nos enfants d’acquérir les outils pour être meilleurs que les pays qui nous entourent.
Singapore par contraste prépare ses enfants au monde de demain qui a déjà commencé aujourd'hui: ils parlent le malais langue du chant national, ou le tamil, mais tous, Malais et Tamils apprennent dès l'école enfantine l'anglais et le mandarin, deux langues qui ne sont pas celles de l'immense majorité des habitants.
Si l'anglais était promu au niveau de langue nationale utilitaire suisse, il n'y aurait plus de minorités en Suisse. Tous seraient égaux et tous seraient mieux placés que les enfants de nos voisins dans la compétition économique internationale.
Et même l'apprentissage de l'allemand et du français deviendrait plus facile, car libéré des crispations identitaires actuelles.
J'ai fait toute ma carrière d'avocat en Suisse en travaillant à 80% en anglais. Cela m'a ouvert beaucoup d'horizons nouveaux, sans me priver de la diversité des dialectes dans mon cercle familial!
Nos enfants sont nés à Genève, et ils y ont fait toute leur scolarité y compris l'université, comme nous leurs parents, mais nous avons réussi à faire en sorte qu'ils parlent le suisse-allemand entre-eux, c'est dire que le bilinguisme est quelque chose dont ont ne parle pas seulement dans notre famille, mais que nous vivons au quotidien.
Il est évident que les Suisses-romands s’excitent à l'idée que les Suisses-allemands ne sauraient plus aussi bien le français qu'autrefois, car les Suisses-romands forcent leurs enfants à apprendre une langue qu'ils ne veulent pas parler parce que c'est la langue de la majorité. Aucune méthode ne pourra corriger ce vice fondamental.
Tant que l'on ne partira pas de cette réalité profonde, et qu'on restera dans le mythe du plurilinguisme, on empêchera nos enfants d’acquérir les outils pour être meilleurs que les pays qui nous entourent.
Singapore par contraste prépare ses enfants au monde de demain qui a déjà commencé aujourd'hui: ils parlent le malais langue du chant national, ou le tamil, mais tous, Malais et Tamils apprennent dès l'école enfantine l'anglais et le Mandarin, deux langues qui ne sont pas celles de l'immense majorité des habitants.
Si l'anglais était promus au niveau de langue nationale utilitaire, il n'y aurait plus de minorités en Suisse. Tous seraient égaux et tous seraient mieux placés que nos voisins dans la compétition économique internationale.
Et même l'apprentissage de l'allemand et du français deviendrait plus facile, car libéré des crispations identitaires actuelles.
J'ai fait toute ma carrière d'avocat en Suisse et travaillant à 80% en anglais. Cela m'a ouvert beaucoup d'horizons nouveaux, sans me priver de la diversité des dialtectes dans mon cercle familial!
en tant que membre de ce beau pays est un idéal de haut
niveau au lieu de se tirer la langue comme le portrait de cette jeune femme sur la couvertur de l'Hebdo ! Je fais partie de ces 700 000 suisses qui vivent à l' étranger et lorsque nous nous rencontrons peu importe la langue utilisée pour communiquer...c est le coeur qui parle et nous partageons le même amour de la Patrie !
Je trouve ça totalement absurde d'apprendre l'Allemand, qui n'est pas la langue que parlent les Suisses Allemands. C'est cela qui selon moi crée une vraie barrière entre nous... En tout cas c'est comme ça que je l'ai ressenti la première fois où je n'ai rien compris à ce que disaient des jeunes que j'aurais pourtant aimé comprendre. Maintenant, je me soigne, j'espère acquérir une bonne compréhension passive mais j'ai abandonné l'espoir de parler vraiment le Suisse Allemand. Quelle tristesse de ne pas bien comprendre les chansons de Mani Matter, Stiller Has, Phenomdem et j'en passe... Les Suisses francophones devraient se bouger un peu pour apprendre le Suisse Allemand. Et les Suisses Allemands ne devraient pas non plus renoncer au Français. Et plus on apprendra tôt ces deux langues et plus la cohésion nationale pourra être forte. Si vous cherchez une langue parasite là-dedans, hé bien, ne cherchez plus : Oui, c'est l'Allemand... Le Français, l'Italien, le Romanche sont bien des langues maternelles suisses. Pas l'Allemand. Ça pouvait se justifier à un moment mais aujourd'hui, je ne suis plus d'accord. Il est temps de replacer le Suisse Allemand à sa vraie place... Et tant pis si mon avis vous choque. ????
Urchig Schwiizerdütsch rede, das chöne au sogar Franzose... :-)
Comment peut-on donner la priorité à l'anglais par rapport au français dans des écoles suisses allemandes, ou à l'anglais par rapport à l'allemand dans des écoles romandes? Quand on sait combien il est utile - au-delà des points de vue de la cohésion nationale et de la sauvegarde de notre culture - de connaître (posséder serait mieux) plusieurs langues, on doit considérer comme simplement stupides de telles décisions. Car tant l'allemand que le français sont des langues difficiles. Or, plus on est jeune, mieux on apprend une langue.
L'anglais - du moins l'anglais courant - est moins exigeant, et surtout, il est de toute façon présent partout. Tous les enfants l'apprendront inévitablement au cours de leur adolescence, et un enseignement en classes secondaires comme seconde langue étrangère est amplement suffisant. Si on fait d'abord apprendre l'anglais aux enfants, il n'apprendront jamais correctement le français, respectivement l'allemand.
En outre, les Suisses allemandes feraient bien d'apprendre dès le plus jeune âge l'allemand "standard", car il est vrai que c'est également une langue étrangère pour eux. Leur dialecte, ils le parlent à la maison et entre eux, ils n'y a pas besoin d'instaurer un enseignement.
Ich verstehe nicht gut, wieso man das Erlernen des Schriftdeutches auf dem Altar des Dialektes opfern sollte. Denn Schriftdütsch, oder Hochdütsch oder auch Standard-Dütsch ist unvermeindlich die Sprache der schriftlichen Kommunikation. Eine bedürftige Kenntnis der Schriftsprache hilft leider niemandem.
En tant que suisse alémanique ayant fait mes études à Genève, je trouve qu'on devrait accorder la priorité à l'enseignement des langues nationales. D'autant plus que l'Allemand est une langue importante au niveau européen, und Französisch eine Weltsprache... La pluralité des langues est une richesse de la Suisse qui mérite d'être cultivée.
Je trouve aussi que des bonnes bases d'allemand et de français (ou italien) peuvent faciliter l'apprentissage de l'anglais, qui a des racines dans les deux, et qui est plus facile (sans accents ou Umlaut ou accords ou derdiedas).
Et sourtout, il faut commencer le plus tôt possible! Je vis actuellement au Liban où les enfants commencent avec l'anglais et/ou le français quand ils sont encore au jardin d'enfants, mais l'arabe classique est toujours un sujet de première importance, et le dialecte local se porte à merveille. Les parents et les enseignants au Liban se font beaucoup moins de soucis qu'en Suisse que les enfants soient débordés avec tant de langues, ou qu'ils perdent leur identité.
To insist on using the Swiss dialect in the lower classes while foregoing German and the other national languages just limits the linguistic capabilities of the school children without giving them anything - typical of the Blocher backlash.
Die Viersprachigkeit ist eine Gabe und einzigartig. Es gibt den Meisten ein Sprachverständnis, dass es einem leichter tut, eine neue Sprache zu erlernen.
Es sollte eine Pflicht sein, dass ALLE ALLE vier Sprachen lernen sollten. Es ist ein Teil der Schweiz, die Viersprachigkeit, und damit auch ein Teil unserer Identifikation.
Englisch wird immer eine dominierende Rolle als Weltsprache haben. Das bedeutet aber nicht, dass man sich von seiner Kultur entfernen muss...
Romands und Swiitzerdütsch sind 2 verschiedene Länder. Man denkt gleich nich. Immer! Ich bin Genfer, 46, und habe keine Freunde, die Deutsch sprechen können, weil die haben nie praktiziert. Die Schule programme sind nicht gut genug.
Aber wir haben unterschiedliche Mentalitäten. Das kann nicht klappen.
C'est frustrant qu'en on est Romand, de voir que chaque fois que l'on veut quelque chose au niveau national, c'est refusé par les Suisses-Allemands. Et quand on habite Genève, avec 600'000 habitants, des gens du monde entier, et que l'on voit des cantons comme Appenzell ou Argovie, on se dit que l'on n'habite pas la même planète...
Let me tell you one more thing. When I meet a Swiss German we usualy speak in english because he can't speak french more than I can speak german. This is the reality!
Genügt das English für Computerbedarf nicht?
Ueberall in der Welt begnügt man sich mit dem Computerenglisch, pardon, computer english, ohne sich mit der Neuerfindung des Kuckucksei zu beschäftigen, also sollte das auch für den genialen schweizer Buschi-Kopf auch möglich sein, oder?
Ops! da ist mir ein Baseldytsches Wort entschlüpft... als ich einmal in einer Zürcher Metzgerei besonders zartes Fleisch für's Buschi verlangte, meinte man ich wollte es für die Katze (Busi), dass kann einem in der Schweiz passieren, wo Deutsch nicht gleich Deutsch ist. Aber ich hab gehört dass es jemand auch in Deutschland passieren kann, zwischen Bayern und Preussen ...
Man müsste nochmals in Erinnerung rufen: Lernen ist etwas Schönes und ein Privileg und jeder kann lernen, wenn er gesund ist. In meinem Fall sieht es so aus: Muttersprache Spanisch, mit 19 Jahren zugewandert und in allerlei Jobs gearbeitet, daneben gelernt (zuerst Deutsch, dann Wirtschaftsmatur, Englisch, Französisch, Italienisch). Bin ich besonders Intelligent? NEIN!!!
Ebenfalls ist nachvollziehbar, dass man als Deutschschweizer Hochdeutsch lernen muss, um zu kommunizieren, vor allem schriftlich und gegenüber Welschen und Tessinern.
Die Welschen sind es sich gewöhnt, dass man mit ihnen Französisch spricht, und weil sich diese Tendenz langsam ändert, sind sie dementsprechend frustriert. In jedem anderen Land, das eine Sprachen-Mehrheit von 70% hat, wäre diese Sprache alleinige Amtssprache. Die Schweiz ist ein Sonderfall, da wir uns 3 Amtssprachen leisten. Das ist nicht schlecht, aber Französisch und Italienisch haben nun einmal bei weitem nicht das Gewicht von Deutsch. Es ist zuvorkommend der Deutschschweizer, dass sie die beiden anderen Amtssprachen ebenfalls anerkennen. Klar wäre aber, dass jeder Schweizer Deutsch verstehen muss. Versuchen Sie das aber einmal in Genf, da sind nicht einmal SBB Angestellte in der Lage, Deutsch zu sprechen...
Wie wir alle wissen lernt jeder Mensch im frühkindlichen Alter am allerbesten. Ich fände es deshalb am sinnvollsten, wenn man bereits in der Spielgruppe (eben auf spielerische Weise) ohne Stress und Notendruck 2 oder vielleicht 3 Sprachen von "Muttersprachlern/innen" vorgelebt bekommt. Kinder bekämen somit einen Vorgeschmack und vielleicht Lust auf eine Fremdsprache. Und wenn sie in die Schule kommen, wissen sie schon, was eventuell auf sie zukommt. Ich würde das Erlernen einer Fremdsprache schweizweit schon in der Primarschule (und nicht erst in der Sekstufe) als "halbfreiwillig" gestalten: Eine zweite Landessprache wäre dann "Wahlpflicht". Englisch würde ich als "ganz freiwillig" anbieten.
Somit könnten die Deutschschweizer/innen statt Französisch eben Italienisch oder Rätoromanisch, die Tessiner/innen statt Deutsch eben Französisch oder Rätoromanisch und die Suisse romands statt Deutsch auch Italienisch oder Rätoromanisch lernen. Der dafür organisatorische Aufwand wäre sicher auch zu leisten.
Somit hätten wir so jedes Problem gelöst und die Debatte, wer wen bevorzugt, würde entfallen.
Als Auslandschweizerin bin ich stolz auf die ausgezeichnete und umfassende Schulbildung, die ich in jungen Jahren (1959-1968) in der Grund- und Sekundarschule geniessen durfte. Dass mein Vater nebst (schweizer)deutsch auch italienisch konnte und meine Mutter nebst (schweizer)deutsch fliessend französisch sprach und gute Englischkenntnisse hatte, war ein riesiges Plus. Später lernte ich nebst etwas Latein noch Spanisch und "Touristenarabisch". In jüngerer Vergangenheit habe ich angefangen, schottisches Gälisch zu lernen, eine Minderheitensprache, die in Schottland wieder in der Schule unterrichtet wird, bereits in der Vorschul-/Kindergartenstufe. Denn es ist so: Sprachenvielfalt ist Kultur vom Feinsten, öffnet Türen und Herzen und fördert die Verständigung über viele Grenzen hinweg.
Chèr_e_s compatriotes romand_e_s, continuez à lutter pour l'enseignement bi- et trilingue dans TOUTES les écoles suisses!
Seit zwei Jahren lebe ich als ehemalige Bernerin in Brüssel. Brüssel ist international, Belgien offiziell drei sprachig. Was stelle ich fest? Hier herrschen dieselben Sprachhürden und Probleme. In der Schweiz sind "meistens" alle Formulare für Behördengänge etc in allen vier Landessprachen plus xy vorhanden. Hier je nach Region in franz. oder holländisch. Die Wallonier unterrichten nur in Französisch, die Flamen beidsprachig. Letztere sind aus meiner Sicht viel offener und sprachfreudig.
Meine Französisch Lehrer hier in Brüssel, welche u.a. auch aus der franz.Schweiz stammten, konnten kein Wort "Deutsch" nicht Ch-Deutsch!
Sprachen lernen finde ich toll. Aber nicht jeder hat die Affinität dazu. Am meisten ärgert mich, dass in Stelleninseraten Mehrsprachigkeit verlangt wird, aber danach nicht umgesetzt werden kann. Dasselbe Problem habe ich nun als Schweizerin in Brüssel: Deutsch, Französisch, Englisch und Italienisch reichen nicht aus: zusätzlich Holländisch mit flämischem Akzent ist erwünscht, da die eigenen Landsleute nicht zweisprachig sind. Und so ergeht es vielen, mehrsprachigen, qualifizierten Arbeitskräften.
lassen Sie sich nicht entmutigen, in Brüssel gibt es für Leute wie Sie bestimmt Stellen - und Niederländisch macht viel Spaß, wenn man mal drinnen ist ! Bei mir ging es auch erst sehr langsam voran, aber mit der Zeit kommt das schon, auch hier in Brüssel !
Herzliche Grüsse von einer anderen Deutschschweizerin in Brüssel ! Wir können gern Kontakt aufnehmen, wenn Sie wollen !
Des Welschs qui parlent suisse allemand il y en a pas mal l'inverse aussi en français fédéral certes ! Cette particularité bien helvétique est une richesse!!!
A l'heure où l'anglais envahit toute la sphère internationale on assiste à la fois à la propagation de la langue de Skakspear et à un début sa dislocation de la même forme que le latin lorsqu'il était la langue de l'empire romain et à donné naissance à une multitude de langues locales. L'anglais ne restera pas longtemps langue internationale,à mon sens, le mandarin et l'hindi le supplante d'ore et déjà.N'y voyez aucune forme que ce soit de prosélytisme francophone. Je trouve seulement logique d'accorder la priorité à l'apprentissage d'une langue nationale car il serait dangereux de creuser davantage le Röstigraben!!!
Versucht es mal...
Glücklicherweise war das Französisch für mich keine Plage, ich habe die Sprachen geliebt und habe auch weiterhin Sprachen gelernt. Ich stimme da zu: je mehr Sprachen man lernt, desto leichter wird es.
Ich denke die Welsch-Schweizer haben keine Grund sich zu beschweren! In meiner Erfahrung sind die Deutsch Schweizer viel mehr geneigt Fremdsprachen zu lernen als die Welschen und die Tessiner...!! Heute kann man es sich fast nicht mehr leisten nicht Englisch zu sprechen wenn man sich in der Welt bewegen will. Ich habe das nachgeholt und das Französisch und Italienisch das ich damals gelernt hatte, hat mir dabei sehr geholfen.
Um es kurz zu fassen, die Neue Weltordnung steht vor der Tür. Alle sollten englisch sprechen lernen, damit mit dieser Sprache die Welt regiert werden kann. Warum nicht auch das Deutsch im Unterricht streichen oder als Zusatzfach anbieten? Sind wir wirklich so dumm, dass wir nicht sehen wohin das führt?
Als Auslandschweizer mit einigen Jahen Frankreichaufenthalt und schon ein halbes Leben in Amerika verbrachte bin ich dankbar mshrspachig meine Existenzzuerringen.Fremdsprachen sind wie alle anderen Materien,wichtig im Lebensablauf und Sozialwesen.