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El Consejo Federal enterró el acuerdo marco entre Suiza y la Unión Europea (UE). No obstante, pretende dar continuidad a la vía bilateral: un plan arriesgado, que suscita numerosos interrogantes.
¿“Miércoles negro”, “decisión errónea” o “día de gran liberación”? ¿Con qué nombre quedará registrado el 26 de mayo de 2021 en los anales de las relaciones entre Suiza y Europa? Sólo el tiempo lo dirá. En ese día frío y lluvioso, tres miembros del gobierno federal comparecieron en Berna ante los medios de comunicación para anunciar, con semblante serio, el fin de las negociaciones con Bruselas. El Presidente Federal, Guy Parmelin (UDC), acompañado del Ministro de Asuntos Exteriores Ignazio Cassis (PLR) y la Ministra de Justicia Karin Keller-Sutter (PLR), explicó así lo sucedido: “Las negociaciones no condujeron a las soluciones que Suiza necesita”. Esta sobria declaración contrastaba dramáticamente con la fuerza explosiva de su contenido: tras siete años de arduas conversaciones, Suiza había abandonado la mesa de negociaciones y dado un portazo a la UE.
El acuerdo marco estaba llamado a regular la totalidad de las relaciones entre la UE y Suiza como país no miembro de ésta. Su importancia no sólo radica en que la UE es el principal socio comercial de Suiza, sino también en que habría sustituido todos los acuerdos bilaterales vigentes. El borrador estaba listo para su firma desde 2018, luego de que la UE declarara que, por su parte, consideraba que las negociaciones habían finalizado. Sin embargo, Suiza exigía mayores “precisiones” en torno a algunos puntos controvertidos, entre otros, la protección salarial y los derechos de residencia de los ciudadanos europeos en Suiza (véase Panorama 2/2019). Al final, las discrepancias resultaron insalvables, y ni siquiera la nueva negociadora, Livia Leu, enviada recientemente a Bruselas, logró allanar el camino: no tuvo más remedio que entregar personalmente la carta de ruptura del gobierno suizo a la sede de la UE. La Presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, declaró “no haber tenido tiempo” para atender una llamada telefónica del Presidente Federal suizo. En otras palabras, Bruselas seguirá enfadado por un buen rato.
La suspensión de las negociaciones también causó consternación en Suiza, sobre todo debido a que el Consejo Federal tomó esa decisión de gran trascendencia sin consultar ni al Parlamento, ni a los electores. Algunos observadores políticos, como el historiador Thomas Maissen, reprocharon al gobierno su falta de coraje por su decisión de eludir un debate de política interior sobre el acuerdo macro y de optar por la “vía de menor resistencia”. De hecho, era muy dudoso que el acuerdo marco lograra una mayoría favorable: no sólo estaba en su contra la UDC, que rechazaba tajantemente ese “acuerdo de la sumisión”, sino también los sindicatos. Con excepción del PVL, los demás partidos se mostraban bastante escépticos. Tampoco ayudó que Bruselas mostrara poca disposición a transigir durante las negociaciones.
¿Cómo seguirán las cosas? El Consejo Federal no ha presentado ningún plan alternativo; sigue cifrando sus esperanzas en la vía bilateral, a pesar de que la UE ha declarado claramente que, sin un acuerdo marco con Suiza, no suscribirá nuevos acuerdos, ni renovará los existentes. Como explicó el Ministro de Asuntos Exteriores Ignazio Cassis, el Consejo Federal ha propuesto a la Comisión Europea “entablar un diálogo político con vistas a elaborar una agenda común”. Además, se supone que los acuerdos bilaterales existentes continuarán aplicándose “de forma sistemática y sin problemas”. Para los suizos en el extranjero, el asunto decisivo es la libre circulación de personas. La Organización de los Suizos en el Extranjero (OSE) teme que la suspensión de las negociaciones ponga en tela de juicio los derechos de residencia de los casi 434'000 suizos residentes en la UE.
Para garantizar la vía bilateral, el Consejo Federal desea que ciertas leyes suizas se alineen voluntariamente con la legislación comunitaria; con ello pretende evitar perjuicios y defender los intereses suizos. Además, el gobierno suizo está dispuesto a transferir a Bruselas su aportación a favor de la cohesión, aún pendiente de pagar. Según Cassis, esto constituye “la cuota de ingreso para acceder al mercado único”, así como una señal de conciliación ante la UE. En septiembre próximo, el Parlamento decidirá si aprueba o no el pago de estos 1?300 millones de francos. Los consejeros federales ya habían ratificado el principio del pago en diciembre de 2019, aunque habían condicionado su ejecución a que la UE renunciara a cualquier sanción en contra de Suiza.
Bruselas ha dado ya los primeros alfilerazos: desde finales de mayo, las empresas que exportan tecnología médica se enfrentan a grandes obstáculos administrativos para la homologación de sus productos en la UE. Esto constituye una consecuencia directa del fracaso del acuerdo marco y refuerza los temores de que el libre acceso al mercado interior de la UE continúe deteriorándose. También podría verse obstaculizado el acceso al programa de investigación “Horizonte Europa”: en caso de que Suiza bajara de categoría o, incluso, fuera excluida del programa, se frenaría la movilidad de los estudiantes e investigadores.
Por lo pronto no se celebrarán nuevos acuerdos bilaterales, por ejemplo, para la venta de energía eléctrica: aunque la ausencia de un acuerdo en este ámbito no debería provocar apagones en Suiza, la situación de la red eléctrica podría volverse crítica en caso de que quedaran excluidos los operadores de las plataformas de cooperación de la UE.
No todos los observadores son pesimistas de cara al futuro. Por ejemplo, Tobias Straumann, especialista en historia económica, considera que Bruselas terminará adoptando una postura pragmática, como lo hizo en las negociaciones con el secesionista Reino Unido: “La UE y sus Estados miembros están acostumbrados a lidiar con situaciones heterogéneas, permitir excepciones y lograr acuerdos pragmáticos”, escribió Straumann en el periódico “NZZ am Sonntag”.
Dosier en línea de “Panorama Suizo” sobre el tema Suiza-Europa. Este dosier contiene también una exposición detallada de la postura de la Organización de los Suizos en el Extranjero.
Comentarios
Comentarios :
Il est important pour les suisses résident en suisse de ne pas donner à la 5ème suisse le même niveau de vote, bien au contraire. En France par exemple, nous sommes influencés par une politique décadente, et ouverte à l'invasion d'autres civilisations hostiles à notre culture. Cette politique dite de "progrès" n'a que le nom, mais elle est fondamentalement mortifère. Alors gardez vous de pencher pour une soit disant modernisation qui en fait vous mènera au chaos !
Our banking platform and economic power is strong enough to negotiate with the EU without taking a subservient role. I think we will prevail but I doubt the EU will show pragmatism as they are convinced of their superiority over member states. A dominance marked by Germany, France which want to rule the Union with a firm hand. We will prevail no matter what. (1) Enjoy stronger financial bonds with the UK. (2) Keep our rights as Swiss people to control our destiny. (3) Not subsidize inefficiency for countries like Romania and Greece.(4) Finally control our borders and safeguard our traditions.
If the Federal Council puts this for a popular vote, I am certain the split would prevail! The EU has shown very little interest to compromise with the UK, (and vice-versa) why would they be any different with us?
La Suisse a bien besoin de l Europe. Elle ne peut pas de permettre de faire cavalier seul.
L arrogance n'est pas du côté de Bruxelles mais je crois plutôt du côté de Berne. Il faut jouer avec les régles du jeu et ne pas toujours vouloir le beurre et l'argent du beurre.
Nous vivons dans l'époque des grandes coalitions. La Suisse seul va inevitablement se faire écraser comme c'est fut le cas avec les USA et nos banques.
Ne pas être membre de l Europe d'accord pour le moment , mais vivre sans un cadre de collaboration et de libre circulation des personnes et des biens avec nos voisins. ce n'est pas très raisonnable.
Mr. Kokinos; Vous avez mieux vécu depuis que la Grèce, est Européenne? Si vous vous vivez bien, vous devez être fonctionnaire de cette belle machine qui fait que des pauvres et des malades. Un jour, ça va changer.
La Suisse doit tenir bon et ne pas accepter le chantage européen! L' Europe utilise la place financière suisse pour emprunter à tors et à travers. En cas de rétorsion de l' EU mettre nos réserve en Euros sur le marché non seulement en Asie mais en Europe aussi. Indiquer qu' à l' avenir les emprunts européens sur la place suisse seront soumis à des conditions supplémentaires concernant la bonité des Etats empruntants. Ne pas hésiter à se défendre comme un Etat souverain ! L' Angleterre l' a fait pourquoi pas nous!
Je suis expatrié en France depuis 63 ans et ai fait carrière dans une société d'exploration/production pétrolière française, avec de lointaines re-expatriations au Moyen-Orient et surtout en Afrique et aux USA. Mes économies, je les ai placées précautionneusement dans des fonds gérés par une grande banque suisse. Depuis 3 ans, suite à des négociations franco-suisses, leur rapport est déclaré annuellement au fisc français et vient s'ajouter à mes revenus français. Je me suis demandé comment, pourquoi et par quelle naïveté le gouvernement suisse avait pu accepter de faire cette déclaration fiscale, et en échange de quoi. Et maintenant, je me si cette déclaration va se poursuivre. Quant aux raisons de la rupture de ces négociations, il suffit de constater dans quel mépris l'UE tient la petite Helvétie! C'est la même attitude condescendante, méprisante et arrogante qu'envers les pays de l'Europe de l'Est émancipés de la tutelle russe. Je rejoins l'opinion de A.-I. Ophir ci-après.
EU kontra Schweiz. Ich erinnere mich noch gut an die Anfangszeit der EU und an die Gründungsrede, wonach von einer europäischen rein wirtschaftlichen freien Zusammenarbeit die Rede sei. Davon ist null übrig geblieben. Brüssel manifestiert heute meines Erachtens den Kurs einer generellen Diktatur weit über den wirtschaftlichen Aspekt hinaus, so nach dem Motto: EIN Europa, EIN Kurs, EINE Führung. '
Für die Schweiz ist es wesentlich, besser von der EU wegzubleiben. Auf die Dauer mit Bestimmheit. Diese Brüssel-Korruption brauchen wir in der Schweiz nicht.
Die Arroganz aus Brüssel machte es der Schweiz leicht, aus diesem Rahmenabkommen auszusteigen. Die EU als Zentralisierungsmonster benimmt sich mit der Macht der EU-Kommission antieuropäisch. Die einstigen EU-Werte (römische Verträge) weisen auf eine Dezentralisierung hin, auf eine Einheit in der Vielfalt! Das Denken dieser EU-FunktionärInnen muss verändert werden, damit man raus kommt aus diesem zentralistisch-orientierten Moloch. Die Krise der EU ist da, weil sie immer un-europäischer geworden ist. Bei Großbritannien hat man dies eindeutig gesehen. „Einen Vertrag mit der EU abschliessen, der eine Volksabstimmung übersteht“?. Einer EU, die alles und jedes gleichschalten will. Die Löhne, die Steuern, die Gesetze und dies mit entsprechenden Nachdruck und Sanktionen aus Brüssel, dem Zentralisierungsmonster!
Wenn es menschelt, dann schon richtig: Die EU ist nach dem quälenden Prozess des Brexit politisch und mental nicht mehr die alte, denn eine ökonomisch gewinnbringende, aber auch grosszügige Friedensidee wurde für ein paar erlogene Pfund und um schnöder politische Eitelkeit willen ins Gesicht geschlagen.
Wenn die schweizerische Politk glaubt, dass dies eine gerechte Strafe war. Bitte. Die Alternative: Politische Koexistenz neu denken. Wer's will, aber vor allem, wer's kann!, dürfte herzlich eingeladen sein.