En 2019, todos los partidos representados en el Gobierno nacional perdieron, en mayor o menor medida, electores y escaños en el Parlamento: el PSS, el PLR, el Centro y, sobre todo, la UDC, la gran derecha conservadora. ¿Ha podido esta recuperar terreno?
La verdad es que no. La UDC sigue siendo el partido con más votantes en Suiza. En la pandemia del coronavirus se posicionó en contra de las medidas sanitarias, lo que le permitió conectar con los movimientos negacionistas. Sin embargo, esto también espantó a muchas personas, al igual que las posturas pro Putin de algunos representantes de la UDC. A ello cabe agregar que su rival, el Partido Liberal Radical, ha adoptado una línea más conservadora y de derechas desde 2021 y la elección de su nuevo Presidente, Thierry Burkart. Lo que está buscando la UDC es un tema de gran calado.
¿A los conservadores de derechas les falta un tema que movilice a la gente?
Hasta las elecciones de 2015, Europa y la inmigración eran los temas clave con los que la UDC había logrado imponerse a los demás partidos durante años. Esto ha cambiado. El Gobierno ha hecho tan poco en materia de política europea que a la UDC ya no le queda nada a lo que oponerse. La inmigración ya no es un tema tan candente, en parte debido a la escasez de mano de obra en Suiza. Pero si el tema de los extranjeros vuelve a la palestra en los próximos meses, la UDC tendrá mayor capacidad de movilización que en 2019.
Cuando la UDC quedó rezagada en las últimas elecciones nacionales, muchos (no solo en la “Quinta Suiza”) anhelaban una coalición sensata que regulara las relaciones con la UE. ¿Por qué no se ha logrado?
Era el Gobierno el que pisaba el freno, no tanto el Parlamento. En el Consejo Federal predomina una mayoría conservadora eurocrítica. En la actualidad, el antiguo escaño de Romandía del PLR lo ocupa el tesinés Ignazio Cassis. Proviene de la región lingüística euroescéptica de Suiza, mientras que el liberalismo de la Suiza francófona tradicionalmente es europeísta y defiende la apertura. Y la generación que actualmente se encuentra en el Consejo Federal ha sido marcada políticamente por el ascenso de la UDC y teme entrar en conflicto con ella. Puede que ahora, con la guerra en Ucrania y la situación de Gran Bretaña tras el Brexit, comience una nueva dinámica. La población suiza es más europeísta que el Consejo Federal. Así lo reflejan tanto las encuestas, como el resultado electoral de 2019.
Cuando la legislatura de 2019 acababa de arrancar con marcado optimismo, estalló la pandemia del coronavirus. Esta situación provocó en Suiza inusitados movimientos de rechazo. ¿Se percibirá aún este efecto en las elecciones?
Probablemente no mucho, y esto es muy interesante. En Suiza, las medidas sanitarias desencadenaron una fuerte oposición, incluso en una comparación internacional. Muchos se preocupaban por la cohesión del país; yo también. Pero esta fuerte oposición fue, en cierto modo, producto de la democracia directa. Se celebraron dos votaciones en torno al covid, y en ambas se aceptaron las leyes. Era obvio para todos que las medidas no eran una imposición “dictatorial” del Gobierno, sino que contaban con el respaldo mayoritario de la población. Los movimientos negacionistas se desplomaron en cuestión de horas tras la segunda votación.
¿En qué consiste la fuerza del sistema político suizo para lograr el equilibrio?
Siempre hay dos fases. En la primera, la democracia directa echa leña a los conflictos y los hace visibles. La segunda conduce a la integración, gracias a los intensos debates que se llevan a cabo sobre el tema. Es por ello que, en Suiza, las fracturas de la pandemia se han gestionado mejor que en otros países, donde estas nunca fueron objeto de tan profundo debate.
¿Puede afirmarse que Suiza sigue siendo una isla de estabilidad en medio de múltiples crisis (pandemia, guerra de Ucrania, inflación, inminente escasez energética, calentamiento climático), mientras que en otros países europeos han cambiado las mayorías?
Al menos no parece que hayan ocurrido grandes cambios. Según nuestra encuesta de otoño de 2022, un año antes de las próximas elecciones, las correlaciones de fuerzas entre los partidos nacionales solo habían sufrido variaciones mínimas. Sin embargo, no puede descartarse que surja otro gran tema de aquí al próximo otoño, dependiendo de cómo evolucione la penuria de energía eléctrica y el coste de la vida. Hasta ahora, el alza de precios en Suiza ha sido moderada en comparación con otros países. Por cierto, ya en 2019 irrumpió un tema inesperado antes de las elecciones: a principios de 2019, la oleada verde empezó a percibirse en las elecciones cantonales.
Comentarios
Comentarios :
Danke für die Grundrisse, um die sich die Bundeswahlen vom Oktober 2023 drehen könnten. Ich sehe einen weiteren Themenkreis, der die Wahl der Partei durch Auslandschweizer beieinflussen könnte. Seit den letzten Wahlen im 2019 hat der Ukraine-Krieg einen neuen ( alten ) Weckruf nach der Nation entfaltet. Die letzten Jahre galten vielen „side issues“, die die Wähler von wichtigeren Themen ablenkten und alle Wahl Energie für sich beanspruchten. Das Pendel, nach oft sehr egoistischen, verzettelten, disorientierenden Zielen ausschlagend, wird sich möglicherweise wieder auf das Ganze, d.h. die Schweiz als Nation, ausrichten. Die gute finanzielle Lage der Schweiz hat den vielen Einzelbegehren der Bürger, Gemeinden, Kantone stattzugeben, zu kurz kam allerdings die Schweiz als Ganzes. Wir haben vergessen, was ist gut für die Schweiz.
Als Auslandschweizer bin ich erstaunt wie hinderlich der oft gepriesene Föderalismus sein kann um die wichtigen anfallenden Themen effizient und zeitgemäss zu behandeln ( ich schätze den Föderalsimus im Prinzip ) . Dem Auslandschweizer sind oft andere Anliegen von Bedeutung, im Unterschied zu jenen der ansässigen Schweizern in ihren Gemeinden und Kantonen.
Die CH-Parteien sind sich dessen sicher bewusst und werden die Auslandwähler entsprechend anpeilen. Ein weitere Punkt scheint mir im grossen Zusammenhang Schweizer - Auslandschweizer von Bedeutung und der einer intensiverer Bearbeitung bedarf : Die Wertschöpfung, die die Auslanschweizer der Schweiz erbringt. Dies ist nicht neu, wird aber unterschätzt und wird zuwenig aus Schweizerischer Sicht gewürdigt. Die Wertschöpfung in kultureller, humanitären, kommerzieller Hinsicht ist enorm, nicht zu vergessen die Mitarbeit und Erfolge in Forschung, Akademia, Erziehung ,etc. Die Beispiele sind unerschöpflich, sind aber meist wenig erkannt. Dies gilt natürlich auch für die vergangenen paar Jahrhunderte.
Vieileicht ein Sotomo Projekt ?
Beat Knoblauc, ASO Delegierter