Política
Política
Política
Política
Tema Clave
Política
Política
Política
El pasado 18 de junio, el pueblo suizo aprobó la Ley de Protección Climática, con casi un 60 % de votos a favor. Esta ley prevé el abandono progresivo de las fuentes energéticas fósiles, como el petróleo y el gas. Sin embargo, están surgiendo nuevos conflictos en torno a las alternativas que no generan emisiones de CO2.
“El pueblo se ha fijado una meta ambiciosa”, comentó el Consejero Federal Albert Rösti (UDC) tras la votación. El Ministro de Energía y Medio Ambiente, que no ingresó en el Gobierno sino hasta enero, defendió la Ley de Protección Climática aprobada por el Parlamento, en contra de la voluntad de su propio partido, para el cual el abandono del petróleo y el gas pondría en peligro el abastecimiento energético de Suiza. Por tal motivo, la UDC ha promovido un referendo en contra de aquello que denomina la “ley de despilfarro de la energía eléctrica”. Ello no obstante, la mayoría de votantes siguió la recomendación emitida por todos los demás partidos: un 59,1 por ciento se pronunció a favor de la neutralidad climática de aquí al año 2050. Entre los suizos y suizas residentes en el extranjero, este porcentaje ascendió incluso al 76,8 por ciento.
La Ley de Protección Climática obliga a las plantas industriales, los transportes y los hogares particulares a reducir sensiblemente, en las próximas tres décadas, sus emisiones de gases de efecto invernadero dañinos para el medioambiente. Para ello hacen falta importantes inversiones en tecnologías libres de CO2, por lo que el Parlamento pone a disposición un paquete de ayudas por un valor total de 3 200 millones de francos. De esta manera se pretende motivar a los propietarios de inmuebles a que sustituyan sus contaminantes sistemas de calefacción de fuel o gas por bombas de calor. En las carreteras, cada vez más vehículos eléctricos sustituirán a los actuales automóviles de gasolina y diésel. Las plantes industriales y empresas comerciales deberán adaptar sus procesos de producción para reducir su impacto en el clima.
Sin embargo, el Ministro de Energía y Medio Ambiente advierte que el objetivo “cero neto” solo se logrará si Suiza produce más energía por sí misma: “No podemos depender solo de las importaciones”, señala Rösti, quien espera que el Parlamento apruebe en septiembre la nueva ley sobre la seguridad del suministro eléctrico. Esta ley impulsará las energías hidráulica, solar y eólica. Sin embargo, esta ley también es motivo de controversia política, pues habrá que determinar hasta qué punto debe aceptarse que las nuevas presas, centrales eólicas y paneles solares afecten a la naturaleza y al paisaje. Dependiendo del resultado del debate parlamentario, esta ley también podría acabar sometiéndose a un referendo y, por lo tanto, a otra votación.
En opinión de los partidos conservadores y las asociaciones económicas, es dudoso que las energías renovables basten para cubrir la demanda eléctrica de Suiza. De ahí que, el mismo domingo de la votación, se levantaran voces para reclamar la construcción de nuevas centrales nucleares. No debería dejarse de lado la energía “limpia” de la fisión nuclear, opinan el PLR y la UDC. Sin embargo, la construcción de nuevas centrales nucleares está prohibida por la legislación suiza desde 2017, cuando el pueblo aprobó la llamada “Estrategia Energética 2050”, que incluía el abandono de la energía nuclear.
Sin embargo, la urgencia del cambio climático y el temor a una escasez de electricidad podrían revertir la situación o, por lo menos, retrasar el abandono progresivo de la energía nuclear tal y como está planeado. Albert Rösti, por ejemplo, también aboga por mantener en funcionamiento las centrales nucleares suizas el mayor tiempo posible, “siempre que se garantice su seguridad”. Sin embargo, esto supondría costosas modernizaciones. Queda por ver si los operadores de las centrales estarán dispuestos a realizar estas inversiones. En 2019, el grupo energético BKW desconectó la central nuclear de Mühleberg de la red, porque su operación ya no era económicamente rentable.
“El pueblo se ha fijado una meta ambiciosa.”
Consejero Federal
Por consiguiente, el pueblo suizo podría tener que volver a votar sobre la cuestión nuclear dentro de unos años. Bajo el lema “Prevenir el apagón”, un comité de derechas está recogiendo firmas para una iniciativa popular que levante la actual prohibición de las centrales nucleares y autorice, en la Constitución, “cualquier forma de producción de electricidad respetuosa con el clima”. La izquierda se contenta con sacudir la cabeza ante esta “glorificación ideológica” de la energía nuclear. Si las energías renovables se desarrollan como está previsto, no habrá escasez de electricidad ni siquiera en invierno, afirma el Consejero Nacional del PSS Roger Nordmann, especialista en política energética. Por su parte, los partidos verdes de izquierda consideran que las instalaciones solares en edificios, aunadas a la energía hidráulica y eólica, representan un importante potencial que aún no ha sido explotado.
La ganadora del domingo electoral es la Alianza Climática suprapartidista. Estimulada por el “sí” popular, espera ahora que Suiza “aumente sus ambiciones” y acelere el ritmo, sobre todo en lo que respecta a la revisión de la ley sobre el CO2. En su opinión, el proyecto que debate actualmente el Parlamento no es suficiente para lograr a tiempo los objetivos climáticos. La Alianza Climática también considera responsable al sector financiero: los bancos suizos deben obligar a los “consorcios contaminantes” a cambiar de estrategia y actuar. El movimiento desea hacer valer sus reivindicaciones el 30 de septiembre, con una manifestación en defensa del clima en la Plaza Federal de Berna, a tres semanas de las elecciones federales.
En las votaciones del 18 de junio –las últimas del año electoral 2023– se incluyeron dos propuestas suplementarias, para las cuales el electorado también siguió la recomendación del Gobierno y del Parlamento: aprobó la introducción de un impuesto mínimo global para los grandes consorcios, así como de una prolongación preventiva de la ley COVID-19 hasta finales de 2024.
El 18 de junio de 2023, el pueblo suizo votó sobre tres cuestiones.
El 59,1 % de los ciudadanos con derecho a voto se pronunció a favor de la ley federal sobre los objetivos de protección climática, innovación y refuerzo de la seguridad energética, por lo que Suiza gozará de neutralidad climática para 2050.
Con un 78,5 % de votos, la mayoría aprobó la introducción de una tributación mínima para las grandes multinacionales. A través de esta reforma, Suiza participa en un proyecto de la OCDE y del G20.
Un 61,9 % abogó por la prolongación preventiva de la Ley COVID-19 hasta finales de 2024, por lo que en caso necesario podrían reactivarse los certificados covid, por ejemplo, para viajar a otros países.
Comentarios
Comentarios :
Isn't the 'clear majority' statement a little bold? Considering less than half the eligible voters participated. It may be that these issues are not so important to the majority of Swiss. Or is it that most of us see carbon neutrality by 2050 an incredible ask? The increase in electricity prices certainly doesn't affect the politicians pocket as much as it does the pensioned or below average income households. The UN couldn't achieve carbon neutrality over 27 years of varying accords and billions spent, but let's give it another go. Making sure we get our cut of the OECD pie is good, but won't benefit most of us in real terms, and just having the word "covid" in the last question I think deterred the 'majority' from turning out to vote completely.
HINWEIS DER REDAKTION
Wir bitten unsere Leserinnen und Leser, auch bei kontroversen Themen unsere KOMMENTARREGELN zu beachten. Meinungen haben Platz; die pauschale Herabsetzung anderer hat hingegen keinen Platz.
https://www.swisscommunity.org/de/richtlinien-fuer-kommentare
Genau, gut gibt es noch Menschen, die nicht der grünen Weltuntergang-Angstmache auf den Leim gehen und bei einer gesunden Wahrheit bleiben, danke.
Wir erlebten dieses Jahr den global heisseste Juli, seit es Wettermessungen gibt. Die Meeresoberfläche ist global so warm, dass es sogar die pessimistischen Prognosen übertroffen werden. Und in der Folge brennt in der Schweiz der Schutzwald (Wallis), in Kanada verbrennen quadratkilometerweise Wald – und Maui liegt in Schutt und Asche. Und nun wird hier behauptet, das CO2 sei auf dem Tiefststand! Ich bin entsetzt. Ich habe kein Verständnis für solches Geschwafel, das im Kern eine infame Hetze ist gegen all jene, die dem Klimawandel etwas entgegenzusetzen versuchen oder schon nur hoffen, dass unseren Kindern eine "erlebbare" Welt bleibt. Eigentlich bin ich auch enttäuscht von der sonst so ausgewogenen Swiss Review, dass sie einen solchen Kommentar überhaupt publiziert.
Kann es sein, dass Sie CO2 mit O verwechseln? Ich kann Ihnen diesen Fehler entschuldigen - das Leben auf dieser Erde aber nicht.
Les verts voient le danger partout, il faut être raisonnable, et ne pas faire peur à la population.