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El voto electrónico es un deseo de los suizos en el extranjero. Pero en Suiza crece el escepticismo frente al canal de votación digital.
Los escépticos dicen que este tipo de votación abre las puertas a la manipulación. Esto sin tener en cuenta los posibles efectos negativos sobre el proceso democrático. Los partidarios afirman lo contrario y dicen que el nuevo canal de votación facilita la participación y hará que aumente el número de votantes. Estos argumentos no provienen del debate actual sobre la votación electrónica. Datan de hace 25 años, cuando se introdujo en Suiza el voto por correo. Entre tanto, esta votación está bien establecida y entre el 80 y el 90 por ciento de los votantes hacen uso de ella. Sólo una minoría acude personalmente a la mesa electoral y deposita su papeleta en la urna.
En la actualidad se discute con la misma vehemencia sobre un tercer canal: elegir y votar en un PC. La votación electrónica es un deseo claro de la “Quinta Suiza”. 174 000 suizas y suizos en el extranjero están registrados actualmente en el registro electoral. Hasta el año 2021, la votación electrónica debe estar a disposición de todos ellos. Eso es lo que exigió la Organización de los Suizos en el Extranjero (OSE) en la petición que presentó en 2018. En la Confederación los preparativos están en marcha y en los cantones también, en realidad, desde hace 15 años. En diez cantones era posible hasta hace poco votar con un clic del ratón, pero en la actualidad solo está permitido un funcionamiento de prueba. Esto continuará siendo así por el momento, como se hizo público poco antes de la impresión de “Panorama Suizo”. El Consejo Federal ha desistido temporalmente de la modificación de la ley prevista originalmente, que hubiera puesto la votación electrónica a disposición de todos los votantes en el interior y el extranjero. El motivo de esto son los mayores reparos de los partidos políticos. Asimismo, varios factores han conducido a que la discusión cobre más fuerza recientemente.
Para el gobierno federal las ventajas de la votación electrónica son obvias: los suizos en el extranjero podrían votar de manera fiable y participar en las elecciones, los votantes con discapacidad podrían votar autónomamente. Pero según los escépticos, incluyendo algunos partidarios de la votación electrónica, primero es necesario aclarar puntos relativos al sistema, la seguridad y la financiación. Resulta inquietante que Ginebra, un cantón pionero con un sistema de votación electrónica de desarrollo propio, pondrá fuera de servicio dicho sistema por motivos económicos. Con Ginebra desaparecerá también el último proveedor estatal. Incluso para muchos partidarios de la votación electrónica, esto debe estar en manos del Estado. El único sistema de votación electrónica que queda, el de Correos de Suiza, tampoco cumple esta premisa. Es programado, entre otras, por una empresa española. Cabe mencionar que el sistema de Correos fue puesto fuera de servicio para las votaciones del 19 de mayo, debido a que expertos externos detectaron puntos débiles en la seguridad al realizar pruebas.
Desde varios frentes se exige que se detenga la marcha. Una amplia alianza, que va desde los Verdes por la izquierda hasta la conservadora Unión Democrática del Centro (UDC), está recopilando firmas para una iniciativa popular desde la primavera. Su objetivo es que se prohíba la votación electrónica durante cinco años. Según el texto de la iniciativa, una introducción posterior sería posible, pero con regulaciones técnicas estrictas. Se debe garantizar la protección contra la manipulación, como en el procedimiento con papeletas impresas. Pero los iniciadores exigen también que los votantes puedan comprender los pasos necesarios para la votación electrónica “sin necesidad de conocimientos técnicos especiales”.
“Todos comprenden las elecciones en urnas y por correo”, dice Nicolas Rimoldi de los Jóvenes Liberales de Lucerna y líder de la campaña de la iniciativa, “pero la votación electrónica la comprenden sólo unos pocos especialistas”. En su opinión, eso no es democrático. Él está a favor de la digitalización; pero se trata esta vez del bien más valioso, la democracia. En este caso, Suiza no puede ser demasiado precavida: “La votación electrónica es un riesgo de seguridad y de confianza sin precedentes para nuestra democracia directa”. Para fortalecer la participación política de la “Quinta Suiza”, Rimoldi recomienda soluciones como la votación descentralizada en las embajadas. Otro iniciador, el Consejero Nacional por la UDC, Claudio Zanetti (Zúrich), propone el envío electrónico de los documentos.
Zanetti es un opositor vehemente de la votación electrónica y, al mismo tiempo, miembro de la Directiva de la OSE. Reconoce que “para muchos suizos en el extranjero, los servicios postales en sus países de residencia son un obstáculo para ejercer su derecho al voto”. Según Zanetti, con el “envío electrónico” se podría agilizar el proceso de envío al menos en una dirección. En cambio, la Consejera Nacional por el PLR, Doris Fiala (Zúrich), está en principio a favor de la votación electrónica. Para los votantes residentes en el extranjero, “la votación electrónica sería una mejora enorme”, comenta Fiala, quien participa en el grupo parlamentario “Suizos en el Extranjero”.
Para Fiala es consecuente “hacer que la democracia llegue al siglo XXI”. La población usa los servicios digitales cada vez más. No obstante, los desarrolladores deben enfrentarse en la votación electrónica a los problemas informáticos más complejos: “Es indispensable contar correctamente cada voto, y también mantener el voto secreto”. A la Consejera Nacional, las deficiencias detectadas en el sistema de Correos le parecen “considerables”. También ella recomendó detener la revisión de las leyes: “Está en juego la confianza”.
Llama la atención que las posiciones a favor o en contra de la votación electrónica no dependan de la edad o de la opinión sobre la digitalización. Entre los opositores hay muchos informáticos. La orientación política tradicional de izquierda o derecha tampoco es relevante. Esto se debe a la dimensión del tema, explica Adrienne Fichter, periodista técnica de la revista digital Republik: “En el caso de la votación electrónica se debate por primera vez sobre la tecnología digital a nivel político”. Aunque muchos argumentos se parezcan a los del debate sobre la votación por correo, la votación electrónica conlleva mucho más: “Una persona con información interna puede manipular decenas de miles de votos sin que nadie lo note”. Esto se vio claramente en el sistema de Correos. Fichter, editora del libro Smartphone-Demokratie, se alegra de que haya surgido el debate como el comienzo de una “discusión esclarecedora” sobre las oportunidades y riesgos de la democracia digital. Opina que ya es hora de debatir el tema y que otros países deberían seguir el ejemplo suizo.
La votación electrónica no está descartada, pero se ha frenado. La Organización de los Suizos en el Extranjero, OSE, reaccionó a fines de junio con consternación frente al nuevo desarrollo. En un comunicado de prensa, la OSE criticó que prácticamente se les niega sus derechos políticos a los suizos en el extranjero.
El 20 de octubre se celebrarán en Suiza las elecciones al Consejo Nacional y al Consejo de los Estados. Ningún cantón podrá ofrecer el voto electrónico: esto se dio a conocer en la primera semana de julio, poco después de la impresión de "Panorama Suizo". El motivo es que por lo pronto no está disponible ningún sistema de votación electrónica. Tras la suspensión del sistema de Ginebra (véase el texto principal), también se retiró el sistema de Correos de Suiza. Sin embargo, Correos de Suiza sigue siendo un proveedor de voto electrónico, tal y como lo anunció; se propone ofrecer a los cantones un sistema revisado para una fase de operación experimental, a partir de 2020. En las últimas elecciones nacionales de 2015 fue posible votar por Internet en cuatro cantones.
Comentarios
Comentarios :
Urs Moser, seit 1976 Auslandschweizer
Falls jemand Interesse hat zu erfahren, wie man das kann, dann werde ich das erklären.
Ich bin sehr froh, dass ich auf elektronischem Weg abstimmen darf und kann. Ich erhalte alle Abstimmungsunterlagen, die ich sehr gerne durchlese. Darin sind die Argumente «für» und «dagegen» ausführlich beschrieben. Ich stimme der Aussage Ihres Leserbriefschreibers zu «... dass es falsch wäre, wenn meine Stimme zu Themen gehört würde, die mich nicht betreffen und nie betreffen würden».
Aber: Man ist nicht gezwungen zu jedem Thema seine Stimme abzugeben! Das wäre nicht richtig und nicht ehrlich. Darum rufe ich im Zweifelsfall meine Kinder und sogar meine Enkelkinder an, die alle in der Schweiz geboren sind und dort leben, um zusätzliche Informationen oder Erklärungen zu erhalten. Erst dann entscheide ich, ob ich meine Stimme zu einem bestimmten Thema abgebe oder nicht.
Aber mein Wahlverhalten in Kroatien ist nicht anders, als es in der Schweiz war. Aus der Ferne sieht man manche Sache klarer und verständlicher und mit anderen Augen. Je länger ich nicht mehr in der Schweiz lebe, desto mehr schätze ich ihre Gesetze, ihre Institutionen und auch die Sorge für die eigenen Schweizer Bürger in Ausland.
Die Abstimmungsergebnisse der Auslandschweizer scheinen einigen Politikern zu missfallen, und dies ist eine einfache Strategie, um vielen Schweizern das Abstimmen zu verunmöglichen.
Ihr Lösungsvorschlag, dezentral auf den Botschaften abzustimmen (Schweizer Revue 4/19), ist ein klarer Angriff auf das Wahl und Stimmrecht vieler im Ausland wohnender Schweizer.
Für uns bedeutete das eine gut 5000 Kilometer lange Reise, andere Schweizer müssten ähnliche oder noch weitere Distanzen zurücklegen dafür, was einem faktischen Ausschluss von der Möglichkeit das Stimm- und Wahlrecht auszuüben gleichkommt.
Nur das E-Voting ermöglicht den meisten, rechtzeitig an den Abstimmungen teilzunehmen, per Briefpost wird das für uns manchmal und für andere nie möglich sein.
Unsere Familie ist nach wie vor mit der Schweiz sehr verbunden, (wir denken dies gilt für die meisten im Ausland lebenden Schweizer, die regelmässig abstimmen), und wir haben bisher bei allen E-Votings teilgenommen. Es ist gut möglich, dass wir in Zukunft wieder in der Schweiz leben werden und daher logisch, dass wir an der Gestaltung der zukünftigen Schweiz mitarbeiten wollen.
Zuerst die Auslandsschweizer - und wer als nächster? Vielleicht die Basler und Genfer?
Zeitersparnis 2: Zwingend E-voting für Auslandschweizer.
Falls das nicht möglich ist, ist das Stimmrecht für Auslandschweizer eine reine Farce. Aber innerhalb dieses Jahrhunderts wird das E-voting sicher kommen (wenn es dann die Schweiz noch gibt).
Ich denke es geht hier nicht nur um uns Auslandschweizer, es geht doch bestimmt auch um die junge Generation in der Schweiz. Wird diese junge Generation brieflich abstimmen oder ins Stimmlokal gehen? Ich jedenfalls bezweifle das. Ich hoffe doch sehr, dass die Schweiz ihre Demokratie aufrecht erhalten kann und allen eine faire Chance zum Mitbestimmen gibt.
Wenn Politiker mit der Anwendung von E-Voting überfordert sind („...E-Voting wird nur von wenigen Spezialisten verstanden...“ „...wesentliche Schritte müssen ohne besondere Sachkenntnisse überprüfbar sein...“) wie sollen sie dann in der Lage sein, komplexe Gesetzesvorlagen auch nur ansatzweise zu verstehen?
Generell bergen alle online Aktivitäten ein gewisses Sicherheitsrisiko, aber es wurde aus Problemen gelehrt und sehr sichere Systeme entwickelt (bis jetzt hat noch kein Politiker davon geschwatzt, dass jeglicher elektronischer Bankverkehr mit sofortiger Wirkung zu unterbinden sei). „Sicherheit vor Tempo“ in allen Ehren, aber 5 Jahre? Ernsthaft??
Per Postverkehr wird das Einhalten des Abstimmungstermins für uns selten bis nie möglich sein, und dezentrales Abstimmen auf der Botschaft würde für uns eine Reise von je zweieinhalbtausend Kilometer hin und zurück bedeuten.
Uns beschleicht der Verdacht dass es sich bei der Initiative um einen Versuch handelt, 174 000 schweizer Bürgern die politischen Grundrechte faktisch zu entziehen. Es geht hier nicht „nur“ um das E-Voting, sondern um ein sehr viel wertvolleres Gut, nämlich die direkte Demokratie.
Zudem hat Claudio Zanetti, Mitglied des Initiativkomitees, den Nationalrat davon überzeugen können, Abstimm- und Wahlunterlagen zukünftig elektronisch ins Ausland zu versenden. Die politischen Rechte der Auslandsschweizer müssen gestärkt werden, doch ist unsicheres E-Voting hierfür der falsche Weg. Es existieren bessere, günstigere und vorallem sicherere Alternativen.
Zugleich ist der Schutz dieser Rechte für die ASO zur Daueraufgabe geworden: Das Erreichte muss permanent verteidigt werden, denn die politischen Rechte der 5. Schweiz werden – in innenpolitischen Debatten – regelmässig in Frage gestellt. Bislang war die ASO dabei erfolgreich.
Was das Abstimmen und Wählen betrifft, so fordert die ASO einen für alle zugänglichen, verlässlichen Stimmkanal. Ein gutes E-Voting-System könnte diese Forderung erfüllen. Aus diesem Grund hat sich die ASO in den letzten Jahren für die Einführung der elektronischen Stimmabgabe eingesetzt. Sie hat im November 2018 auch eine breit abgestützte Petition zu diesem Thema eingereicht.
Gegenüber anderen Wegen, den Auslandschweizerinnen und -schweizern die politische Partizipation zu garantieren, ist die ASO aber offen: Absolut zentral ist für sie, dass die politische Partizipation überhaupt möglich ist. Die Wege und Mittel dazu sind eher sekundär. In keiner Weise zutreffend ist die Schlussfolgerung, die ASO nehme die laufende Entwicklung einfach hin. Im Gegenteil: Nach den Entscheiden des Kantons Genf, der Bundeskanzlei und zuletzt der Schweizer Post hat die ASO klar Stellung bezogen.
Die ASO wertet die jüngste Entwicklung als schweren Rückschlag für die Auslandschweizerinnen und -schweizer. Ein bedeutender Teil der im Ausland lebenden Schweizer Stimmberechtigten kann jetzt gar nicht an den nahenden Nationalratswahlen teilnehmen. Für die Betroffenen bedeutet dies eine weitreichende Abwertung ihrer politischen Rechte. Die ASO sieht dabei ganz klar die Bundesbehörde in der Verantwortung: Ihr Engagement bei der Entwicklung eines verlässlichen, vertrauenswürdigen und finanziell gesicherten elektronischen Stimm- und Wahlkanal ist und bleibt entscheidend.
Wer von der ASO die praktische Lösungen punkto E-Voting erwartet, blendet einen wichtigen Punkt aus: Die E-Voting-Debatte zeigt nämlich auch, wie wichtig es ist, dass der Staat – und nicht Private, Firmen oder Interessengruppen – die Hoheit über die Ausgestaltung und den Betrieb von Stimmkanälen behalten. Gefordert ist und bleibt also die Bundesbehörde.
Dass es Leute gibt, denen es schwerfällt, ihre Stimme elektronisch abzugeben, und dass man das E-Voting daher nicht beibehalten soll, ist eine billige Ausrede des Jungfreisinnigen Nicolas Rimoldi. E-Voting werde nur von wenigen Spezialisten verstanden, soll Herr Rimoldi geäussert haben. Ich bin wahrlich keine Computerspezialistin, hatte bis anhin aber noch nie Probleme meine Stimme per Internet abzugeben.
Avant que tous se mettent d’accord sur le vote électronique,
je suis d’accord avec la proposition de M. Zanetti pour envoyer les documents par mail et répondre par envoi postal. Cela permettrai d’éviter l’un des deux trajets postaux, et que le courrier retour envoyé par la poste arrive à temps ..
Au Kenya , l’envoi par la poste arrive toujours à temps .
Mein Bruder in Südafrika bekommt seit längerem keine Post mehr und könnte ohne E- Voting überhaupt nicht an einer Abstimmung
Je cite très souvent comme un modèle à suivre le processus de votation helvétique et je déplore très sincèrement cette interruption.
Il faut rapidement retrouver une solution sécurisée et garantie comme telle par le pouvoir fédéral.
Être précurseur en ce domaine est très valorisant pour la Confédération.
Zugleich ist der Schutz dieser Rechte für die ASO zur Daueraufgabe geworden: Das Erreichte muss permanent verteidigt werden, denn die politischen Rechte der 5. Schweiz werden – in innenpolitischen Debatten – regelmässig in Frage gestellt. Bislang war die ASO dabei erfolgreich.
Was das Abstimmen und Wählen betrifft, so fordert die ASO einen für alle zugänglichen, verlässlichen Stimmkanal. Ein gutes E-Voting-System könnte diese Forderung erfüllen. Aus diesem Grund hat sich die ASO in den letzten Jahren für die Einführung der elektronischen Stimmabgabe eingesetzt. Sie hat im November 2018 auch eine breit abgestützte Petition zu diesem Thema eingereicht.
Gegenüber anderen Wegen, den Auslandschweizerinnen und -schweizern die politische Partizipation zu garantieren, ist die ASO aber offen: Absolut zentral ist für sie, dass die politische Partizipation überhaupt möglich ist. Die Wege und Mittel dazu sind eher sekundär. In keiner Weise zutreffend ist die Schlussfolgerung, die ASO nehme die laufende Entwicklung einfach hin. Im Gegenteil: Nach den Entscheiden des Kantons Genf, der Bundeskanzlei und zuletzt der Schweizer Post hat die ASO klar Stellung bezogen.
Die ASO wertet die jüngste Entwicklung als schweren Rückschlag für die Auslandschweizerinnen und -schweizer. Ein bedeutender Teil der im Ausland lebenden Schweizer Stimmberechtigten kann jetzt gar nicht an den nahenden Nationalratswahlen teilnehmen. Für die Betroffenen bedeutet dies eine weitreichende Abwertung ihrer politischen Rechte. Die ASO sieht dabei ganz klar die Bundesbehörde in der Verantwortung: Ihr Engagement bei der Entwicklung eines verlässlichen, vertrauenswürdigen und finanziell gesicherten elektronischen Stimm- und Wahlkanal ist und bleibt entscheidend.
Wer von der ASO die praktische Lösungen punkto E-Voting erwartet, blendet einen wichtigen Punkt aus: Die E-Voting-Debatte zeigt nämlich auch, wie wichtig es ist, dass der Staat – und nicht Private, Firmen oder Interessengruppen – die Hoheit über die Ausgestaltung und den Betrieb von Stimmkanälen behalten. Gefordert ist und bleibt also die Bundesbehörde.
Je ne comprend donc pas pourquoi, pour une fois (puisque généralement c'est l'inverse), la Suisse, qui est quand-même un pays riche et qui compte moins d'immigrés, ne pourrait pas prendre exemple sur ses voisins. Celà nous permettrait, à nous, habitant de la 2ème Suisse, de rester en contact avec la vie de notre belle patrie, sans poser de problèmes aux sceptiques du vote électronique.
Personnellement, à une époque où presque tout se fait à travers Internet, (même si à mon avis parfois c'est exagéré), si les choses sont bien faites, je ne pense pas que cela soit particulièrementr risqué,mais, c'est mon opinion, et cela n'engage que moi.
Quant aux problèmes de fiabilité de l'outil qui sont exposés plus haut ils peuvent être résolus pour peu qu'on y consacre les moyens nécessaires. Si ce n'était le cas, toutes les solutions bancaires existantes auraient été abandonnées depuis bien longtemps !
La question est donc à mon sens clairement politique. Souhaite-t-on que la Cinquième Suisse puisse s'exprimer et influencer plus ou moins profondément les choix de société ?
Il me semble que poser la question c'est y répondre.
Je prends un exemple pour illustrer la chose : si le plus grand fabricant d'avions au monde ne sait pas programmer correctement ses avions au point de les crasher et donc provoquer des morts néfastes à ses ventes (de ceci, on peut douter), comment imaginer qu'une application qui est de très loin moins risquée puisse être de qualité suffisante pour assurer d'être sans faille maîtrisable ? Quand bien même ces deux types d’applications n'ont rien en commun sinon des industries immergées dans la guerre de la rentabilité et beaucoup d’intérêts financiers. Quand on voit tous les jours des failles dans tous les systèmes, l'espoir d'un vote électronique aussi sûr que le papier est à écarter pour pas mal de temps. Ce matin encore le navigateur Firefox - version 60 et 250 millions d’utilisateurs - reçoit un correctif pour 10 failles de sécurité.
Le système de vote de La Poste : des gens bien intentionnés (entreprise et salariés), sachant les enjeux, ont créé un produit non conforme ! Le politique et l’économique sont deux mondes très différents, les rapprochements sont ‘délicats’. Il y a encore loin entre l’exigence sociale attendue et la qualité de production économique, deux mondes aux intersections dangereuses.
Mais il est vrai que le matériel pour voter arrive par la poste et ce sont toujours de grosses enveloppes...Peut-être ce matériel pourrait-il effectivement être envoyé par mail et en pièces ajoutées.
En tout cas nous n'irons pas jusqu'à Lyon, à plus de 100 km, pour continuer à participer aux votations.
Having this right to vote is one of the main bonds to Switzerland and fuels my sense of pride in the country.
I do feel some concern for Swiss abroad who are not agile with electronic communication although they can still avail themselves of the printed version especially if it were sent early enough to reach them and return their voting materials.
Ich kann von hier aus meine Schweizerischen Banksachen per Internet erledigen, aber nicht abstimmen????
Das riecht nach fehlendem politischem Willen.
Ich bin von der Sicherheit überzeugt und stimme gerne elektronisch.
Eine Abschaffung würde ich äußerst bedauern.
Ich bin mit dem Vorgänger aus Tenerife völlig einverstanden - was für die Banken funktioniert, sollte auch fürs Wählen funktionieren.
Oder ist da etwa ein anderer Gedanke dahinter - eine Art Zensur der Auslandschweizer? - Sind wir dafür bekannt eher links zu wählen, weil wir in der "grossen Welt" eine andere Sicht entwickelt haben?
Wie dem auch sei - es ist sehr komisch. Ich weiss sehr wohl, wenn die elektronische Abstimmung zurückgezogen wird, betrifft es auch die Schweizer in der Schweiz, aber für die gibts eine vertrauenswürdige Post und letztlich der Urnengang, während wir die wir in sog. Entwicklungsländern leben so gewissermassen der Stimme beraubt werden.
Danke den Behörden für ein neues Überdenken der Eletronik - und bitte orientieren Sie sich and den Banken.
Kaum zu glauben, da fehlt es an Geld um ein gut funktionierendes System weiterzuführen!
Unsicheres E-Voting gefährdet die Sicherheit unserer Demokratie. Deswegen muss es gestoppt werden. Die politischen Partizipationsmöglichkeiten der Auslandschweizer müssen gestärkt werden. Hierfür existieren genügend, wie die Erfahrung aus diversen Ländern zeigt, Alternativen. Unsicheres E-Voting ist keine.
Warum E-Voting heute keine gute Idee ist, ist auf e-voting-moratorium.ch ausführlich erläutert.
Freundliche Grüsse, Peter Wolf