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La decisión del Banco Nacional de abandonar su política de control del franco suizo fue motivada por el temor a una pérdida de control de la moneda, opinan los economistas. Vuelta al alza del franco que amenaza la economía del país.
El 15 de enero, el Banco Nacional Suizo anunció el fin de la tasa mínima de cambio fijada en 1,20 francos frente al euro. Inmediatamente, el valor del franco suizo, moneda refugio en Europa, inició su carrera ascendente, alcanzando niveles sin precedentes que a veces rozaron los 0,80 francos. Paralelamente, la Bolsa suiza (SMI) registraba una caída de casi el 15%, por un simple efecto de anuncio.
Obviamente, desde esa fecha la tasa de cambio del franco suizo ha bajado considerablemente y las acciones suizas han recuperado sus valores. Pero el atractivo de la moneda helvética – el aumento fue del 14% de enero a finales de marzo – sigue siendo demasiado alto. El Director General de la Federación de Empresas de la Suiza Francesa de Ginebra (FER Genève), Blaise Matthey, prevé que esta situación que genera un aumento de los costos de producción suizos, dará paso a la “ralentización de la actividad económica desde este año y probablemente un aumento del desempleo”. Suiza se verá gravemente afectada por esta decisión, opinan asimismo Marcelo Olarreaga y Michel Girardin, catedráticos de Economía de la Universidad de Ginebra.
¿Por qué eligió el BNS este momento para aflojar las riendas del franco suizo? ¿Y por qué decidió fijar una tasa mínima de cambio en septiembre de 2011? Aquella fue una “excelente” decisión, opinan los dos catedráticos al unísono. “La moneda europea iba decayendo fuertemente debido a una crisis de la deuda en la zona euro, recuerda Marcelo Olarreaga. Los productos suizos se encarecían y la moneda suiza atraía a cada vez más gente. Así que había un riesgo real de recesión”. Confrontado a un euro que casi había alcanzado la paridad, y presionado por los entornos económicos, el BNS decidió fijar la tasa mínima de cambio en 1,20 francos.
Este organismo independiente, responsable de la estabilidad monetaria del país, empezó a comprar y cambiar francos suizos a esta tasa de cambio (no por debajo). “El BNS vendió francos y compró activos en euros, así como obligaciones europeas, lo que permitió mantener la actividad económica del país”, resume Marcelo Olarreaga. Basada en la creación de moneda suiza en vista de la compra de divisas extranjeras – en yenes, dólares, rublos, etc. – esta medida condujo a que el balance del BNS fuera de 550.000 millones de francos, es decir el equivalente al 80% del PIB suizo, lo que acabó despertando inquietud.
Marcelo Olarreaga opina que el abandono de la tasa mínima de cambio se ha hecho por miedo a la pérdida del control monetario del BNS. “La caída del rublo, la guerra civil en el este de Ucrania y el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que compraría grandes cantidades de obligaciones hicieron temer una bajada del euro. En ese caso, mantener el franco suizo a una tasa de cambio del 1,20 habría requerido aún más compras de euros para mantener el franco a niveles aceptables”, explica. Paralelamente, el BNS consideró que todos esos francos suizos en circulación amenazarían con desencadenar un riesgo de inflación en Suiza. “El BNS creyó que perdería su independencia si los que poseían francos, los bancos, los fondos de pensiones, los privados, se lanzaran a vender sus francos, lo que habría dado lugar a una tendencia a la baja de la moneda suiza”, añade este economista ginebrino.
Los dos economistas ginebrinos recuerdan asimismo que el BNS destina parte de sus beneficios a los cantones. Y piensan que el Banco Central habría tenido miedo de su reacción si estas aportaciones se hubieran acabado, insinúa Michel Girardin. Sabiendo que el BNS tiene ya actualmente cerca de 250.000 millones de euros en sus cajas fuertes – divisas compradas en partidas a entre 1,40 y 1,50 francos por euro – “prefirió cortarse el brazo, antes de que las quemaduras fueran demasiado graves”. Dicho de otro modo, el BNS quiso evitar que su balance se siguiera inflando y se encontrara de repente con montañas de euros devaluados el día que abandonara la tasa mínima de cambio.
Sea como sea, los dos economistas ginebrinos siguen de acuerdo en un punto: no era el momento para tomar esta decisión. Michel Girardin piensa que el argumento principal del BNS para justificar la decisión en ese momento es insostenible. “El BNS indicó que a principios de enero de 2015 el franco suizo estaba menos sobrevalorado que en septiembre de 2011 (es decir, cuando entró en vigor la tasa mínima de cambio)”. Pero en realidad la situación no ha cambiado entre estos dos momentos. La prueba, según Michel Girardin, es que la paridad real del poder adquisitivo entre las dos zonas sigue estable (a 1,31 francos por 1 euro), dice. De hecho, este catedrático piensa que el debilitamiento del franco suizo desde 2011 se debe sólo a la evolución del dólar, favorable para la parte de la economía suiza que exporta mercancías a zonas donde se comercia con dólares.
Por su parte Marcelo Olarreaga recuerda la dificultad de los países latinoamericanos para mantener su moneda: una política que implica comprar su propio dinero con dólares. “Defender una tasa mínima de cambio es más fácil que mantener un techo. Suiza no necesitaba dólares para mantener su política, sino únicamente francos, que imprime ella misma. Habría podido conservar la tasa mínima de cambio sin grandes riesgos, sin reaccionar, excepto en caso de una caída real del euro”.
Este especialista de la economía del desarrollo opina que la situación actual es incluso peor, dado que ahora Suiza deberá intervenir aún más masivamente en el mercado para convencer de que el franco no es tan fuerte. “La tasa mínima de cambio daba una idea del valor de esta moneda. Además, hasta finales de 2014, el BNS no había intervenido durante muchos meses. Ahora ya no hay referencias”, concluye.
Incremento de los precios de las exportaciones, aumento relativo de los salarios, pérdida de competitividad de las empresas suizas, crecimiento del desempleo: éstos son los peligros que acechan la economía suiza. Director de la Federación de Empresas de la Suiza Francesa de Ginebra, Blaise Matthey da dos ejemplos concretos del impacto de la subida del franco. El primero es el de una compañía suiza del sector de la confección, que pidió a un distribuidor extranjero – que cobra en francos suizos – que corrija sus precios. “El grupo se negó, así que el empresario suizo está bloqueado”, resume el Director de FER Genève. El segundo ejemplo se refiere a una empresa suiza cerca de Francia que imprime libros y los exporta a la zona euro. “Esa empresa invirtió hace poco en una nueva cadena de montaje. Pero ahora los precios de sus productos de exportación son demasiado altos, así que piensa trasladar allí la mayor parte de la producción, manteniendo en Suiza sólo la administración”, cuenta Blaise Matthey. Los consejos de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos (SECO) a las empresas suizas le provocan una sonrisa irónica. “Las empresas ya han reaccionado en varios sectores, para mejorar su productividad, innovar, etc.”, subraya.
El hombre que describe una industria sometida a presión, opina que el “aislamiento” suizo resulta ya insostenible en una economía en la que actualmente se enfrentan grandes bloques, comenzando por Europa y Estados Unidos. Y se pregunta “cuál es el valor de un franco suizo que estrangula su economía”.
Con el fin de la tasa mínima de cambio, los salarios suizos aumentaron bruscamente de un 15 a un 20%, recuerda el catedrático de Economía Marcelo Olarreaga. Este país, cuya gran parte de sus productos se exportan a Europa, se enfrenta a un aumento de sus precios, con la consecuente bajada del PIB o en el mejor caso la estabilización del mismo. “Es muy fácil, dice este ginebrino, ahora se puede esquiar en la cercana Francia por mucho menos dinero”.
Comentarios
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immer Unrecht...................
Dem bleibt sonst nichts hinzuzufügen.
Davon ausgehend, dass meine boshaften Fragen bei Ihnen ein Wehgeschrei und Zeteromordio auslösen werden gebe Ihnen meine el.Koordinaten, die da sind balli_1943@yahoo.es. Daher können Sie, ohne den Rahmen dieses Mediums zu sprengen verbal auf mir herumprügeln. Immer mit der Furcht, dieser MF-Ketzer könnte vielleicht, eventuel, möglichweise in einigen Punkten durchaus Recht haben.
Die Lösung des monetären Problems des geheiligten, mit Weih- wasser zu besprenkelnden CFR könnte durch den Eintritt in die Eurozone elegant aus der Welt geschafft werden. Jedoch vor dem besagten Eintritt, müsste igitt, igitt die, ach so hehre Schweiz
ihre griechischen Zustände reformieren.Und damit würde auch das hirnlose Gelaber der SVP, schweiz. Verarschungspartei hinfällig. Das sowieso seit jeher und auch heute nur dem Zweck diente, den
materiellen Besitzstand von Herrn Dr. Blocher zu garantieren.
Das, und die Furcht vor tiefgreifenden Reformen ist doch die Basis einer EU-feindlichen Politik.
Gerne hoffe ich, das diese Erkenntnis vom betonstierengrindigen
"Schweizer Bürger" in nächster Zukunft, und nicht erst im Jahre
3000einundleipzig wahrgenommen wird.
Sooooooooooooo und nun könnt Ihr diesen......Colombia/Suizo mal so richtig verbal verhauen. Ich freue mich jetzt schon auf das, das da kommen könnte, jedoch bitte denkt daran, wer schreit hat
immer Unrecht...................
Dieser Geschäftsbericht passt zu einem Direktorium, das seit Jahren behauptet, es könne Geld aus dem Nichts schaffen - durch Banknotendrucken. Die SNB hat 2014 durch hochriskante Währungsspekulation eine kaum mehr bezahlbare Staatsschuld angehäuft. Es ist nun vorbei mit den jährlichen Gewinnausschüttungen an Bund und Kantone. Die Steuerzahler müssen für die Fehler eines hochbezahlten Direktoriums büssen. Wir sollten Professor Thomas Jordan endlich zum Teufel jagen…
Meine Observationen der letzten sechs Monaten sind, der Franken ist gegenüber fünzehn Währungen meistens synchron gestiegen.
Also würde ich eher sagen starker Franken, oder eben "schwachen Euro" aber nicht nur Euro.
Durch die Inflationspolitik des Königs für die Finanzierung des Hundertjährigen Krieges, der im Umfeld des historischen Sternjahres 1338 begann, wurde immer schlechteres Geld in die französischen Kassen gespült. Im Zuge einer Münzreform verkündete deshalb Johann II. die Einführung einer Steuer von 5 % auf Waren und 7,5 % auf Getränke und eine Salzsteuer von 20 %.
Vor diesem Hintergrund müssen wir die Entstehung von Oresmes geldtheoretischem Werk um 1358 sehen, das später unter verschiedenen Titeln bekannt geworden ist. Der Tractatus ist, abgesehen von 15 verschiedenen Drucken, die zwischen 1477 und 1677 erschienen, in zehn lateinischen und vier französischen Manuskripten überliefert. Diese entstanden weitgehend am Hof von Karl V. - dem Weisen; er gab ihnen das weltliche Leben. - Sie beschäftigen sich mit der Geschichte und dem Wesen des Geldes im allgemeinen und zeigen dann unterschiedlichen Arten der Geldabwertung (je 7 Kapitel). In weiteren 7 Kapiteln geht Oresmes den Übeln der Geldabwertung nach, und in 2 Kapiteln behandelt er jeweils die Frage, ob der Herrscher bzw. die Allgemeinheit das Recht haben, Geld abzuwerten. „Nach einer Antwort auf diese Fragen und der hauptsächlichen Schlussfolgerung (conclusio principalis) sind noch zwei abschliessende Kapitel angefügt, die dem Herrscher eindringlich verdeutlichen sollen, dass Geldabwertung sich letztendlich gegen sein eigenes Interesse richten.“
etwas à la "open source" sollte kreiert werden
Zum USD hat der Franken kein Problem wegen angeblicher Ueberbewertung. Und die Weltwirtschaft besteht ja nicht nur aus Euro, sondern noch immer mehrheitlich in gehandelten USD.
Dass Schweizer Qualität ihren Preis hat, der auch bezahlt wird, beweisen die Zahlen zB. aus der Uhrenindustrie oder gar auch aus dem Tourismus: Trotz ursprünglichem Wehgeschrei wegen der Frabken-Freigabe ging es *bergauf" und nicht wie prophezeit "bergab".
Der bejammerte "starke" Franken dient als Prügelknabe und Vorwand für Lohnkürzungen, Kurzarbeit und mangelnde Strukturkompetenz. Oft missbraucht zur Gewinnoptimierung oder Daseinsberechtigung gewisser Gewerkschafts-*Ökonomen. Ein Frankenkurs von 1.31 zum €würde der Mehrheit den Werktätigen noch weniger im Portemonnaie bescheren: 31% höhere Importpreise zB. für Lebensmittel, aber mit Garantie nicht ebenso massiv höhere Löhn
Die Erfahrung hat sehr oft gezeigt, wie "Experten" sich geirrte haben.
Denn hinterher will es mancher schon vorher gewusst haben.
Und was soll denn das Gespenst höherer Preise für Schweizer Konsumenten? Genau das Gegenteil ist der Fall: seit der Aufhebung sind die Preise in der Schweiz massiv gesunken. Der vom Bundesamt für Statistik (BFS) berechnete Gesamtindex der Produzenten- und Importpreise zeigte im April 2015 einen Rückgang um 2,1 % gegenüber dem Vormonat und erreichte den Stand von 92,4 Punkten (Basis Dezember 2010 = 100). Tiefere Preise zeigten insbesondere Maschinen, elektronische und optische Produkte, Metallprodukte, elektrische Ausrüstungen, Automobile und medizinische Apparate. Innert Jahresfrist sank das Preisniveau des Gesamtangebots von Inland- und Importprodukten um 5,2 % - so tief wie seit Jahren nicht mehr.
Die SNB musste doch lernen, dass für die kleine Schweiz zwischen den Fronten des Währungskriegs ein freier Wechselkurs des Franken nicht möglich ist. Die Ursache dafür ist eine Tugend, die die Schweiz mit Japan gemeinsam hat: Hohe gesamtwirtschaftliche Ersparnisse, die seit Beginn der 1980er Jahre über den Investitionen liegen. Dies impliziert für beide Länder hohe Leistungsbilanzüberschüsse und hohe Nettokapitalexporte. Das Nettoauslandsvermögen der Schweiz ist auf 1000 Milliarden Dollar, das Nettoauslandsvermögen Japans ist auf ca. 3000 Milliarden Dollar angestiegen (2014). Der grösste Teil dieser Auslandsvermögen ist je-doch in Fremdwährung (€, $) angelegt, weil die Euro- und Dollarkapitalmärkte attraktiver sind und ein höheres Zinsniveau bieten. Die Verteidigung des Franken-Kurses durch die SNB hat die Auslandvermögen der Schweiz schon im Jahre 2012 nach oben getrieben. Insgesamt nahm das Volumen um 205,6 Mrd. auf 3577 Mrd. Franken (rund 3 Bill. Euro oder 2,25 Bill. Dollar) zu.
Und was soll denn das Gespenst höherer Preise für Schweizer Konsumenten? Genau das Gegenteil ist der Fall: seit der Aufhebung sind die Preise in der Schweiz massiv gesunken. Der vom Bundesamt für Statistik (BFS) berechnete Gesamtindex der Produzenten- und Importpreise zeigte im April 2015 einen Rückgang um 2,1 % gegenüber dem Vormonat und erreichte den Stand von 92,4 Punkten (Basis Dezember 2010 = 100). Tiefere Preise zeigten insbesondere Maschinen, elektronische und optische Produkte, Metallprodukte, elektrische Ausrüstungen, Automobile und medizinische Apparate. Innert Jahresfrist sank das Preisniveau des Gesamtangebots von Inland- und Importprodukten um 5,2 % - so tief wie seit Jahren nicht mehr.
Die SNB musste doch lernen, dass für die kleine Schweiz zwischen den Fronten des Währungskriegs ein künstlich angebundener anstatt freier Wechselkurs des Franken nicht möglich ist. Die Ursache dafür ist eine Tugend, die die Schweiz mit Japan gemeinsam hat: Hohe gesamtwirtschaftliche Ersparnisse, die seit Beginn der 1980er Jahre über den Investitionen liegen. Dies impliziert für beide Länder hohe Leistungsbilanzüberschüsse und hohe Nettokapitalexporte. Das Nettoauslandsvermögen der Schweiz ist auf 1000 Milliarden Dollar, das Nettoauslandsvermögen Japans ist auf ca. 3000 Milliarden Dollar angestiegen (2014). Der grösste Teil dieser Auslandsvermögen ist je-doch in Fremdwährung (€, $) angelegt, weil die Euro- und Dollarkapitalmärkte attraktiver sind und ein höheres Zinsniveau bieten. Die Verteidigung des Franken-Kurses durch die SNB hat die Auslandvermögen der Schweiz schon im Jahre 2012 nach oben getrieben. Insgesamt nahm das Volumen um 205,6 Mrd. auf 3577 Mrd. Franken (rund 3 Bill. Euro oder 2,25 Bill. Dollar) zu.