Un breve descuido, una estúpida coincidencia... y de repente todo se viene abajo. A Samuel Butt, artista lleno de vitalidad, le toca vivir este breve momento. Cuando despierta, está amarrado a una mesa de operaciones y recibe el primer diagnóstico: paraplejia incompleta. Junto a él está su amigo Florian Füssli, quien asiste en la operación.
En su nueva novela “Ein Stück Himmel” [“Un pedazo de cielo”], Martin R. Dean pone a prueba una amistad en esta situación extrema. Sam y Florian se han perdido de vista durante los últimos tres años. El inesperado reencuentro les trae a la memoria viejos recuerdos y revela inmediatamente lo diferentes que son en el fondo. A Sam, amante de la libertad, le resulta difícil aceptar su parálisis, mientras que su fiel amigo Florian se esfuerza por ayudarlo en lo que puede. Los dos siempre han sido así, desde que iban a la escuela juntos.
Alternando perspectivas narrativas, Martin R. Dean relata las dificultades de Sam para adaptarse a la vida en silla de ruedas. Florian intenta apoyarlo. Finalmente, viajan juntos a Portugal con la esperanza de revivir su antigua complicidad. Pero es algo que no acaba de cuajar: mientras el artista fracasado sigue siendo un díscolo, el médico no deja de sentirse como un “idiota del ramo sanitario”. Hay que herir para curar: ese es su lema. Un lema contra el que Sam se rebela, porque para él la libertad debe ser cabal.
Sin embargo, algo está cambiando en el interior de ambos. Mientras que el tímido y reservado Florian envidia a su amigo por su vitalidad, Sam rumia sus fracasos. Su carrera como artista nunca llegó a prosperar, dejándole solo la libertad –y el amor–.
“Ein Stück Himmel” indaga sutilmente en esta difícil relación y la sitúa en un contexto que infunde algo incómodo al texto. Es ese instante de descuido que trastoca la vida de un individuo: un mensaje que Martin R. Dean desarrolla hábilmente, obligándonos a enfrentar una experiencia que en un momento dado podría sucederle a cualquiera de nosotros. ¿Cómo reaccionar ante ella? ¿Resistiéndose, como hace Sam, o resignándose, como aconseja Florian? El libro de Martin R. Dean mantiene vivo este dilema hasta el amargo final. El reconfortante desenlace de las últimas páginas no es más que una remembranza de los días felices.
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