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Marco Sieber ha conseguido lo que muchos niños sueñan: entrenarse para llegar a ser astronauta. Para este médico oriundo de Burgdorf, es importante “que la astronáutica vuelva a tener mayor visibilidad en Suiza”.
La noticia corrió como la pólvora: Suiza volverá a tener un astronauta. El 23 de noviembre de 2022, la Agencia Espacial Europea ESA presentó a su nueva promoción de astronautas, que incluye cinco astronautas titulares y doce de reserva. En el escenario también estaba Marco Sieber, de Burgdorf (BE): es uno de los astronautas de carrera seleccionados. Este profesional de 33 años se impuso frente a más de 22 500 competidores. Desde pequeño le fascinaba la astronáutica, declaró ante los medios de comunicación. Con su hermano ya construía cohetes, y ahora hará realidad su sueño de la infancia.
“Será un personaje importante para la formación de la juventud suiza en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y las matemáticas”.
Primer astronauta suizo
Marco Sieber se ha mudado a Colonia. En abril participará en la formación básica de un año, en el Centro Europeo de Astronautas. “Estoy ilusionado por todo lo que me espera”, afirma. Se describe a sí mismo como una persona curiosa, ávida de nuevos conocimientos. Así lo avala su currículum, y particularmente los últimos cargos que ocupó: médico de emergencias en operaciones de salvamento por helicóptero y urólogo en el hospital de Biena. En las fuerzas armadas es paracaidista de reconocimiento y participó en una intervención de la KFOR en Kósovo, como oficial médico superior. Tiene licencia de piloto privado y en su tiempo libre le gusta practicar el esquí de travesía, el parapente, el buceo y el kitesurf.
En Colonia, Sieber ahora aprenderá cómo está estructurada la estación espacial internacional ISS y cómo funciona. Entre otros, realizará un entrenamiento de supervivencia y aprenderá ruso. El ruso es, junto al inglés, el segundo idioma oficial a bordo de la ISS. Su primera misión espacial podría llevarlo precisamente a la ISS, o también a la luna. La ESA tiene previsto movilizar a uno de los nuevos miembros del cuerpo de astronautas como muy pronto en 2026.
Suiza es miembro fundador de la ESA y participa en su financiación; para los años 2023 a 2025, le asignará 600 millones de francos. “Somos socios apreciados en la astronáutica y tenemos muchos conocimientos técnicos que compartir”, afirma Sieber. Su compromiso contribuye “a que la astronáutica vuelva a tener mayor visibilidad en Suiza”.
El bernés sigue los pasos de Claude Nicollier, primer astronauta suizo. Este pionero ha realizado cuatro vuelos espaciales desde 1992 y, en una operación espectacular, reparó el telescopio espacial Hubble. El entusiasmo del entonces Consejero Federal, Adolf Ogi, quedó grabado en la memoria colectiva, cuando exclamó: “¡Reina el júbilo!”
Nicollier se alegra de que Suiza vuelva a estar representada en los viajes espaciales tripulados y de que Sieber se convierta en una fuente de inspiración para los jóvenes: “Será un personaje importante para la formación de la juventud suiza en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y las matemáticas”. Para ser astronauta hay que recorrer un difícil camino, nos dice Nicollier. Hay que asimilar “una gran cantidad de datos muy precisos”. Sin embargo, “es un placer y un privilegio”, afirma este astronauta de 78 años.
Tras recibir una formación básica, Marco Sieber permanecerá en Colonia durante algún tiempo. En cuanto sea nominado para una misión, deberá realizar otros entrenamientos más específicos, que lo llevarán a la NASA en EE.UU. o a otro socio de la ISS. “Pero todavía falta mucho”, afirma.
Otro suizo ha dejado huella en la NASA en los últimos seis años: Thomas Zurbuchen, quien, tras crecer en Heiligenschwendi (BE), ocupó el puesto de Director Científico de esta agencia espacial y fue responsable de más de 90 misiones. Se retiró a finales de 2022. En relación con las elecciones de 2024 en EE. UU., declaró al periódico Neue Zürcher Zeitung que el programa de investigación necesita estabilidad: “En estos tiempos potencialmente inseguros, no debería haber grandes cambios en la NASA”. Con motivo de su retiro, subrayó lo importante que es la investigación del universo, porque ayuda a comprender los cambios globales, como el deshielo polar, y a encontrar herramientas para resolver los problemas del futuro.
Claude Nicollier pasó más de mil horas en el espacio, y las describe como una experiencia transformadora. “La importancia de la misión que hay que cumplir, la ingravidez, la increíble belleza de la Tierra y del cielo vistos desde el espacio: todo ello deja una huella profunda e inolvidable”. En un viaje espacial, cuenta Nicollier, uno es consciente de muchas cosas que las personas en la Tierra no pueden comprender. Marco Sieber ya se ha acercado un buen trecho a su objetivo. “Hay diferentes formas de llegar al espacio”, afirma en un vídeo de la ESA, en el que subraya que merece la pena hacer lo que a uno le apasiona y perseguir sus propios sueños.
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