Sociedad
Sociedad
Sociedad
Sociedad
Sociedad
Sociedad
Sociedad
Sociedad
En años pasados, la diócesis de Coira contaba con un exorcista encargado de librar a los fieles de presuntos demonios. El exorcista ha muerto, y con él desaparece su puesto. El nuevo obispo afirma que existen terapias para dar alivio a las almas atormentadas.
Los exorcismos tienen como fin librar a las personas del mal y de una supuesta posesión demoníaca. Por muy ilustrada que parezca la sociedad actual, estos rituales siguen practicándose incluso en Suiza, país cada vez más secularizado. En la diócesis de Coira, los exorcismos estaban a cargo del vicario episcopal Christoph Casetti. Este falleció en 2020. Tras su muerte, la diócesis decidió no cubrir el puesto de exorcista, como lo anunció a finales del año pasado el obispo Joseph Maria Bonnemain, quien justificó personalmente su decisión, en una emisión de la radio suiza: “Todos tenemos fortalezas y debilidades”. Para quienes pasan por una difícil situación, “existen soluciones normales: tratamientos médicos, psicológicos o psicoterapéuticos”. No hay necesidad de buscar “causas oscuras”.
La diócesis de Coira, con sede en la capital del cantón de los Grisones, pertenece a la Iglesia católica romana, una de las tres Iglesias nacionales de Suiza. Joseph Maria Bonnemain, de 74 años de edad y designado por el Papa Francisco, lleva dos años al frente de la diócesis. Bonnemain posee sólidos conocimientos de Medicina, ya que, antes de estudiar Teología, obtuvo el título de médico. Como sacerdote, fue capellán de hospital en el cantón de Zúrich. En la radio, declaró que a lo largo de toda su carrera eclesiástica no conoció a nadie a quien hubiera aconsejado un exorcismo mayor. Las almas atormentadas requieren “apoyo, oración, misas apropiadas, mas no necesariamente un exorcismo”.
Al suprimir el cargo de exorcista, el nuevo obispo de Coira puso fin a una práctica por la que la diócesis era ampliamente conocida. Algunos consideran que esta decisión se relaciona con la disputa entre conservadores y reformadores, que desde hace más de treinta años se viene librando en la diócesis. Dos de los predecesores de Bonnemain, los obispos Wolfgang Haas (1988 a 1997) y Vitus Huonder (2007 a 2019), eran profundamente conservadores y dividían a la opinión pública. En comparación, se considera que el obispo actual muestra una actitud abierta y está dispuesto al diálogo. Roma le habría confiado la tarea de allanar las diferencias existentes en su diócesis, que cuenta con casi 700 000 católicos e incluye varios cantones rurales, además de la metrópoli de Zúrich.
El exorcismo goza de larga tradición en la Iglesia católica, que distingue entre exorcismo menor y exorcismo mayor. El primero consiste en una oración, mientras que el segundo sigue un ritual que se remonta al siglo XVII: el exorcista conmina al demonio a abandonar el cuerpo de la persona presuntamente poseída; además de oraciones, recurre a otros medios, tales como el agua bendita y los crucifijos. En Suiza, si acaso, se practica más el exorcismo menor que el mayor, y quienes están autorizados a hacerlo son sacerdotes designados por el obispo. Christoph Casetti era el exorcista supremo de la diócesis de Coira. Su obituario menciona que venía desempeñando oficialmente este cargo desde 2014, entre otros.
Una emisora de radio alemana calificó en su día a Casetti de “exorcista de demonios más famoso de Suiza”. Él mismo defendió públicamente, en varias ocasiones, los rituales católicos frente a las voces críticas de dentro y fuera de la Iglesia. Estas acusaban al obispado de Coira de perpetuar a través de los exorcismos una visión del mundo tradicionalista y autoritaria. En 2017, un teólogo de Lucerna afirmó en la televisión suiza que el diablo siempre había sido un instrumento de presión en manos de la oscura pedagogía eclesiástica. Por su parte, los psiquiatras temían que los fieles con enfermedades mentales desistieran de recurrir a terapias de probada eficacia.
Casetti siempre refutó tales acusaciones, aduciendo que un sacerdote solo podía considerar la posibilidad de practicar un exorcismo tras haber descartado previamente cualquier enfermedad. También rechazó la acusación de ser un oscurantista medieval. Los exorcismos, afirmaba Casetti, son necesarios en todas las épocas para combatir los “poderes diabólicos”. Ya en su tiempo, Jesús “sanaba y liberaba a la gente”. El exorcista de Coira decía recibir cada mes decenas de solicitudes por parte de personas que se sentían poseídas por un espíritu maligno, procedentes no solo de su diócesis, sino también de Alemania.
“Por experiencia sabemos que quienes creen estar atormentados por espíritus malignos y acuden a la Iglesia en busca de ayuda, se benefician mucho más de una buena orientación espiritual que de cualquier ritual exorcista.”
Experto en asuntos religiosos,
Según Georg Schmid, experto en asuntos religiosos, la diócesis de Coira era una meca a la que acudían las personas de habla alemana en busca de un exorcismo. En una ocasión calificó la diócesis de “punto candente de la actividad exorcista”. Georg Schmid dirige el centro informativo evangélico Relinfo, cerca de Zúrich, que asesora a personas de toda confesión. Este experto aplaude la renuncia de la diócesis de Coira a tener un exorcista oficial: “Por experiencia sabemos que quienes creen estar atormentados por espíritus malignos y acuden a la Iglesia en busca de ayuda, se benefician mucho más de una buena orientación espiritual que de cualquier ritual exorcista”, asegura Schmid.
En los últimos años, Relinfo ha estado recibiendo un número creciente de consultas sobre el tema del exorcismo o los “servicios de liberación”, como suelen denominarse las prácticas encaminadas a expulsar a los espíritus malignos. Según G. Schmid, este incremento se debe en parte a la presencia de inmigrantes procedentes de países en los que está muy arraigada la creencia en los espíritus. Sin embargo, las Iglesias pentecostales-carismáticas de Suiza también realizan servicios de liberación. Además, en el cantón de Zúrich hay un oficial del Ejército de Salvación que ofrece este tipo de servicios y atrae a numerosos interesados. En varias ramas del islam, la expulsión de los espíritus malignos se conoce como “ruqyah”, y también se practica en Suiza, señala Schmid. Además, este experto menciona el gran auge que están experimentando los rituales esotéricos o neochamánicos destinados a ahuyentar a los espíritus malignos de los hogares.
No es raro que los supuestos posesos acudan sucesivamente a distintos exorcistas, lo que “no parece hablar a favor de su eficacia”, señala Schmid. Lo cierto es que en Suiza la Iglesia católica no tiene el monopolio de la expulsión de espíritus y que la diócesis de Coira ya no ofrece este ritual en su forma antigua. En cambio, las diócesis de Lausana, Ginebra, Friburgo y Basilea continúan ofreciendo servicios de liberación. En la Suiza francófona, dos exorcistas nombrados por el obispo ofrecen este servicio, mientras que en Basilea lo hace el propio coadjutor emérito, Martin Gächter. Ambas diócesis hacen hincapié en que colaboran estrechamente con los psiquiatras. En una entrevista concedida al portal de noticias “kath.ch”, Martin Gächter declaró que en primera instancia escucha a las personas que acuden a él, antes de rezar por su liberación. En treinta años, Gächter tan solo realizó un exorcismo mayor: para librar a la mujer de los demonios, necesitó no menos de quince sesiones.
Comentarios
Comentarios :
J'ai beaucoup aimé ce numéro très équilibré avec une grande diversité de rubriques présentées de manière très claire. Bravo!
J'ai été désolée à la lecture de l'article sur la suppression du poste d'exorciste dans le diocèse de Coire.
Il n'y a, en effet, pas de quoi se réjouir que ce service incomparable n'ait volontairement pas été pourvu. Ceux à qui reviennent la responsabilité de permettre ce puissant moyen de lutte contre le mal seraient-ils tombés dans le panneau décrit par Charles Baudelaire (qu'on ne peut pas soupçonner de traditionalisme!): "Le plus grand piège du diable est de faire croire qu'il n'existe pas."?
Votre article lui-même rappelle qu'un prêtre n'a le droit d'envisager un exorciste que s'il est mandaté spécialement pour cela, et lorsque toute autre maladie est exclue. L'exorcisme a donc toute sa raison d'être, et est irremplaçable. Vous en mentionnez vous-même la preuve lorsque vous relevez "le boom des offres ésotériques ou néochamaniques" qui prétendent remplacer les exorcismes... mais qui ne parviennent qu'à déplacer ou empirer le mal... et à remplir les poches de ceux qui le pratiquent.
Spannende Lektüre. Ganz besonders spannend zu sehen, wie die Redaktion den Begriff "Befreiungsdienste" anstatt Exorzismus benutzt. Fast bekomme ich den Eindruck, sie tue dies, um die Brisanz der Thematik abzuschwächen. Natürlich haben auch christliche Freikirchen und gewisse Islamische Glaubensrichtungen Exorzisten in ihren Reihen. Meiner Meinung nach ist es aber eine ganz andere Geschichte, wenn solche Umtriebe in einer aus Steuergeldern mitfinanzierten Kirche stattfinden. Auch scheint es für mich als Laiin ein Unterschied zu sein, ob ein Schamane (oder Ähnliches) eine "Geistaustreibung" an einem Ort durchführt oder an einem seelisch instabilen Menschen. Somit sind diese Vergleiche im Artikel für mich nicht ganz nachvollziehbar. Ich bedauere ausserordentlich, dass die "Schweiezr Revue" diese so unkritisch übernimmt.
Chasseur de démons, façon Diablo III
Papst Paul VI sagte deutlich, der Rauch Satans ist bis in die Spitze der Kirche gedrungen. Nur ein gläebiger gültig geweihter Priester kann durch die Macht des Heiligen Geist den Teufel austreiben. Jetzt wurde es abgeschafft, weil keiner mehr daran glaubt. Der Teufels freuts.
"Les exorcismes servent à délivrer les gens du Mal et d’une supposée possession démoniaque. En dépit des Lumières, ils existent encore, y compris dans une Suisse toujours plus sécularisée" etc. - Le ton est donné. Le diable n'existe plus, la lumière du Seigneur a été remplacée par les Lumières, dogme incontournable de la religion du Progrès. - "Spécialiste en sciences religieuses"... incroyable le nombre d'experts qu'on trouve dans les médias d'aujourd'hu ! - L'évêque de Coire choisit à mon avis un peu trop à la légère ce qui lui plaît dans les vérités de l'Église. - Pauvre Jésus, Il s'est trompé d'époque, s'il était venu à notre époque, Il n'aurait pas eu à se préoccuper de tous ceux qui s'accrochaient à lui, se croyant à tort possédés par des démons.
Très intéressant voire passionnant de constater ces discours parallèles sur les forces du mal pesant sur certains individus. Ce que le commun de mortels appelait jadis les "démons" peuvent être traduits en vibrations, parfaitement identifiables par des instruments (géobiologie) qui vont ajouter aux corps en plus ou en moins d'ondes énergétiques, de la mort à la guérison d'un dysfonctionnement. Pour les Orientaux l'acupuncture. La pensée est une onde qui va du meilleur au pire. Le plus beau exemple de négativité et de nuisance est la magie noire (sic) utilisée en France par les veneurs, une bonne partie des chasseurs, les hauts grades de la franc maçonnerie et comme sésame pour accéder et détenir le pouvoir, N. Sarkozy. une nuisance dévastatrice sur l'individu qui reçoit ces émissions dans le but précis de l'éliminer.
Vraiment dommage que cette fonction ait été supprimée, elle était le témoignage de l'esprit, de l'âme et de ses égarements.
Carl Gustav JUNG considérait dès 1910 que notre conscience était extra-corporelle (immatérielle). JUNG s'était brouillé avec Sigmund FREUD à cause de cela ; FREUD, de formation neurologue et matérialiste, considérant que tout se passait dans le cerveau.
La position spiritualiste du psychiatre de Küsnacht (ZH) devrait permettre de concilier médecine et religion.