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  • Literatura

Giovanni Bonalumi | Gracias a Ilaria, Emilio se libró del celibato

27.01.2023 – CHARLES LINSMAYER

En su primera obra “Gli ostaggi” [“Los rehenes”], de 1954, Giovanni Bonalumi transmitió una vívida imagen de un seminario católico en los años treinta.

En 1931, Emilio, hijo de un ferroviario de Locarno, ingresa en el seminario de Lugano tras la muerte de su padre, para prepararse a vivir una casta existencia como sacerdote católico. Si bien al principio está decidido a abrazar la vida religiosa, el mundo sensual y lleno de vida que percibe más allá de los muros del internado ejerce una atracción tan intensa y tentadora sobre el joven soñador, que este acaba sintiéndose rehén de Dios en el ambiente estéril, ascético y represivo del seminario. Una bofetada del prefecto, una especie de complot en el que solo desempeña un papel secundario, un masaje cargado de un evidente erotismo que le dispensa el rector y, sobre todo, su amor secreto por Ilaria, una alegre y espontánea muchacha campesina con la que consigue tener un romance clandestino pese a las prohibiciones vigentes, todo ello hace que Emilio, al final, sea expulsado del seminario por rebeldía, con tristeza, pero al mismo tiempo con alivio.

Una novela basada en la vida real

Tal es la trama de la novela “Gli ostaggi” [“Los rehenes”] con la que, a sus 34 años, Giovanni Bonalumi, Profesor de italiano en el colegio de Locarno, debutó como escritor en 1954, en la editorial florentina Valecchi.

Giovanni Bonalumi (1920 – 2002)

Lejos de ser mero fruto de su imaginación, la historia se basa en gran medida en las propias experiencias de Bonalumi, quien, al igual que Emilio, fue alumno del Seminario San Carlo di Lugano, de 1931 a 1941, y acabó abandonando los estudios sin graduarse; pero en su caso, esto no se debió a su conducta, sino que ocurrió por iniciativa propia y sin que mediara un romance comparable con el de Emilio e Ilaria. Mientras que la novela termina con la expulsión y el regreso a casa del joven seminarista, Bonalumi logró graduarse en Einsiedeln (en otro internado católico), estudiar Literatura en Friburgo y, tras trabajar como docente y traductor en Locarno, convertirse en Profesor de Literatura Italiana en la Universidad de Basilea.

Demonizado en el Tesino, aclamado en Italia

Los círculos eclesiásticos del Tesino también sabían que este relato no era un simple producto de la imaginación de su autor. Y su influencia en la opinión pública era todavía tan fuerte en 1954, que la novela, lejos de considerarse como una descripción sensible de la pubertad, se interpretó como una denuncia de los métodos educativos del seminario cantonal, por lo que fue silenciada por los medios locales, e incluso tachada de blasfemia. Muy diferente fue su acogida en Italia y en la Suiza francófona: en Lausana, el libro fue galardonado con el premio Charles Veillon; y fue aclamado en Italia, donde Eugenio Montale, Premio Nobel, destacó la “sinceridad de un escritor todavía tímido, quizás, pero incapaz de mentir”.

“Ella no bajó la mirada. Preguntó, sin rastro de timidez, cuántos éramos en el seminario. Dijo que desde la colina observaba nuestros juegos durante el recreo. Y que por la noche le gustaba mirar las luces de las celdas desde su habitación. Le señalé las ventanas del dormitorio. ‘Cuando te vea desde el patio, te haré una señal...’ Esta propuesta pareció gustarle. Era alta y esbelta, y no tendría más de quince años”.

Un clásico de la literatura suiza

Además de importantes obras sobre historia de la literatura, Giovanni Bonalumi, fallecido el 8 de enero de 2002 en Locarno, publicó otros libros como la novela “Per Luisa” [“Para Luisa”] (1972), en la que un intelectual de Locarno atraviesa una grave crisis personal durante el levantamiento húngaro de 1956, y la colección de relatos “Il profilo dell’eremita” [“El perfil del eremita”] (1966), en la que Bonalumi narra sus experiencias en el internado de Einsiedeln. Sin embargo, en ninguna de sus obras posteriores alcanza las cimas de su primera novela “Gli ostaggi”, reeditada una y otra vez, traducida al alemán y al francés y considerada desde hace tiempo un clásico de la literatura helvética, incluso en el Tesino.

Bibliografía: “Gli ostaggi” está disponible en italiano en Edizioni Casagrande, Bellinzona. La traducción francesa, de Danielle Benzonelli, ha sido publicada por Metropolis, Ginebra. La traducción alemana, de Giò Waeckerlin-Induni, está disponible bajo el título “Die Geiseln”, en la serie Reprinted by Huber n.º 28, de la editorial Th. Gut, Zúrich.
 

Charles Linsmayer es filólogo especializado en literatura y periodista en Zúrich.

“Ella no bajó la mirada. Preguntó, sin rastro de timidez, cuántos éramos en el seminario. Dijo que desde la colina observaba nuestros juegos durante el recreo. Y que por la noche le gustaba mirar las luces de las celdas desde su habitación. Le señalé las ventanas del dormitorio. ‘Cuando te vea desde el patio, te haré una señal...’ Esta propuesta pareció gustarle. Era alta y esbelta, y no tendría más de quince años”.

(Tomado de la novela de Giovanni Bonalumi “Gli ostaggi” [“Los rehenes”])

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