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Las grandes áreas naturales de Suiza se encuentran sometidas a presión. Serían necesarios más parques nacionales. Sin embargo, un prometedor proyecto en el Tesino acaba de fracasar. Con ello se desvanecen las perspectivas de que Suiza tenga otro parque nacional en un futuro próximo.
Una serie de curvas llevan hasta Bosco-Gurin. Este pintoresco y apartado pueblo walser está situado a 1 500 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el lugar más elevado del cantón del Tesino. Bosco-Gurin fue una de las dos comunidades que apoyaron la creación de un nuevo parque nacional, en un referendo celebrado el 10 de junio de 2018: hubo 20 “sí” y 17 “no”. Ascona, en el Lago Mayor, también respaldó el proyecto. Sin embargo, seis comunidades que habrían quedado ubicadas en el nuevo parque nacional dijeron mayoritariamente “no”: Brissago, Losone, Ronco sopra Ascona, Centovalli, Onsernone y Terre di Pedemonte. Así quedó enterrado el proyecto del parque nacional de Locarnese, una zona ubicada en la frontera con Italia, que se caracteriza por un paisaje montañoso salvaje y poco poblado.
En el Hotel Walser, a la entrada del pueblo, nos reunimos con Alberto Tomamichel, agricultor y alcalde de Bosco-Gurin. Un mes después de la votación, la desilusión continúa pintada en su rostro, a pesar de sentirse orgulloso del voto de su propio municipio. Hay que resignarse: los proyectos que estaban previstos para la zona del parque nacional de Locarnese no se llevarán a cabo. Al parque se le habrían destinado cinco millones de francos anuales: un ingreso al que ahora habrá que renunciar. “Algunos de nuestros proyectos comunitarios se verán afectados”, lamenta el alcalde, quien nos recuerda que todos los presidentes municipales y las comunidades civiles apoyaban el proyecto. “Primero hay que esperar que se calmen un poco los ánimos y luego ya veremos”, afirma Tomamichel. ¿Existe alguna sugerencia o iniciativa de los opositores al parque nacional, para apoyar a esta región que sufre de fragilidad estructural? “No lo creo”, opina.
Con el “no” al parque de Locarnese no sólo quedó enterrado un proyecto regional, sino también la esperanza de que Suiza cuente con un segundo parque nacional. En el año 2000, la asociación suiza Pro Natura para la conservación de la naturaleza lanzó el debate con la campaña “Creemos un nuevo parque nacional”. Un factor determinante para este iniciativa fue el rezago de Suiza a nivel internacional en materia de grandes reservas naturales. Basta echar una mirada a los países vecinos del norte y del sur, para ver que Alemania tiene 24 parques nacionales e Italia 16. En cambio, Suiza cuenta con un solo parque nacional: el de la Engadina, que de hecho es una reserva natural. Cuando éste se fundó en 1914, Suiza desempeñó un papel pionero. El “Parc Naziunal Svizzer”, como se le llama en retorromanche por su ubicación, es el parque nacional más antiguo de los Alpes y de Europa Central. Sin embargo, quedó como un caso aislado en la historia helvética.
Tras la iniciativa de Pro Natura, el Parlamento suizo estableció las bases legales para un nuevo parque nacional: se revisó la Ley de Protección de la Naturaleza y del Patrimonio y se creó una reglamentación en materia de parques. Se trataba de promover la conservación de la naturaleza y el desarrollo económico regional gracias a una nueva generación de parques nacionales. Sin embargo, la población de los valles veía con malos ojos el conjunto de normas que rigen el funcionamiento de un parque nacional. En particular, las prohibiciones en las zonas centrales (las de cazar y pescar, o la prohibición de salirse de las rutas marcadas para el senderismo) se toparon con una encarnizada oposición. Por tanto, tras el entusiasmo inicial, muchos proyectos fueron abandonados. O bien, los promotores optaron por la creación de parques regionales, sujetos a normas menos estrictas. Según la Oficina Federal de Medio Ambiente, en los últimos veinte años se han creado en Suiza quince parques naturales regionales y un parque natural de aventura, reconocidos por la Confederación. El parque natural de Jorat (cantón de Vaud) se encuentra en fase de proyecto.
En la categoría de mayor prestigio, la de los parques nacionales, han fracasado los dos proyectos que habían llegado hasta las urnas. Antes del “no” de Locarnese de este verano, el voto popular ya había detenido el proyecto de parque nacional “Parc Adula”, en la zona limítrofe entre los cantones de los Grisones y el Tesino. El 27 de noviembre de 2016, ocho de los 17 municipios rechazaron el proyecto en un referendo. Y ningún proyecto que carezca de raíces democráticamente legitimadas en las regiones, es factible en Suiza. Un parque no puede imponerse desde las altas esferas políticas.
Si bien la preparación de ambos proyectos de parque nacional fue ejemplar, al igual que la colaboración entre las autoridades locales, cantonales y federales, han prevalecido la desconfianza y los temores de la población. En los círculos de defensa de la naturaleza y del medioambiente reina una gran decepción, ya que, tras la votación de Locarnese, se ha desvanecido la esperanza de que surja un segundo parque nacional. “En la actualidad no existe ningún otro proyecto para un parque nacional en Suiza”, asevera Silva Semadeni, Consejera Nacional del PSS (Partido Socialista Suizo) en los Grisones, quien durante mucho tiempo presidió Pro Natura.
Sin embargo, Raimund Rodewald, Presidente de la Fundación Suiza para la Conservación del Paisaje, todavía no se ha rendido: sugiere que tanto las autoridades como los opositores al Parque Nacional, se reúnan para buscar nuevas alternativas: “Después de más de diez años de trabajo preliminar, no podemos decir simplemente: así es, ¡qué le vamos a hacer!”. Cuando falla un proyecto de carretera se exploran otras posibilidades, dice Raimund Rodewald, quien escribió a la Consejera Federal Doris Leuthard, la personalidad política competente en la materia, así como a las autoridades del Tesino.
Christian Stauffer, Presidente de la Red de Parques Suizos, también está decepcionado por el fracaso de ambos proyectos tras su rechazo por los votantes. A corto plazo, no será posible crear ningún parque nacional nuevo. Pero a largo plazo, será necesario: “También en Suiza, las principales áreas naturales se hallan sometidas a presión”. Sin embargo, la opinión pública piensa que en lo concerniente a la protección de la naturaleza y del paisaje, todo está perfecto. No se percibe la necesidad de crear áreas protegidas, por lo que es importante iniciar un debate nacional sobre este tema.
Durante la elaboración de la Ley de Protección del Patrimonio Natural y Cultural y la Ordenanza de Parques, el Club Alpino Suizo (CAS) señaló en reiteradas ocasiones que, desde el punto de vista de la conservación de la naturaleza, no eran necesarias restricciones tan estrictas, susceptibles de provocar una fuerte oposición local. “Se comprobó nuestro temor de que la ley fuese excesivamente estricta”, afirma Philippe Wäger, responsable del Departamento de Medioambiente y Desarrollo Territorial del CAS. Pese a sus reservas, la federación central del CAS había apoyado el proyecto de Locarnese.
¿Cabe todavía alguna posibilidad de crear un segundo parque nacional? La Oficina Federal para el Medioambiente señala que los parques se crean en base a iniciativas regionales. En principio, está abierta la posibilidad de crear un parque nacional, “siempre y cuando la población local apoye un nuevo proyecto”. Sin embargo, sólo unas pocas regiones de Suiza cumplen con los requisitos para convertirse en parque nacional. Para que la ley se revise nuevamente, no cabe duda de que la iniciativa deberá provenir del Gobierno o del Parlamento.
Comentarios
Comentarios :
Why protect an area as a national park if the common people can't enjoy it freely - within reason? What is the purpose of the protection then? I suspect this all-or-nothing attitude is what killed the proposal. I would suggest that the proposal be amended to propose non-polluting sporting and tourist opportunities to the locals that will bring in much-needed money: rafting, hiking, guided walks and climbs, camping in designated areas, and so forth. Like they do in Bhutan, for example, you could even limit the number of visitors that are allowed into the area each year so the locals don't feel overrun. Get creative! Just saying, "well, that's that then," is just a rigid and lame refusal to compromise.
Switzerland is overcrowded, and that will come with obvious and hidden costs. While it may costly at first, it will be money well spent in the long run.
Find a way to open and preserve the un-crowded land of this beautiful country.
In the UK the national park legislation is much more about setting the framework for new parks – the overriding objectives, such as preserving the landscape and promoting their appreciation. In practice this means tough planning laws to prevent inappropriate development, and a modestly funded authority to improve areas that are losing their natural assets, such as silted-up rivers or decaying woodlands.
Perhaps the legislators in Bern have too much time on their hands...