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En Suiza se ha disparado el comercio de un cannabis bajo en THC, aunque rico en cannabidiol. Esta irrupción de una “hierba legal” complica la situación; podría dar paso a la legalización absoluta del cannabis.
Una pequeña modificación legal ha dado paso a un mercado suculento: el de la hierba “light” o, mejor dicho, del cannabidiol (CBD), uno de los principios activos de la planta. En 2011, la Confederación elevó la tasa máxima permitida de tetrahidrocannabinol (THC) en el cannabis del 0,5 % al 1 % para facilitar su explotación a escala industrial. Precisamente, esta molécula psicotrópica está prohibida en el ámbito internacional. En cuanto al CBD, no está sujeto a la Ley de estupefacientes.
Así pues, los productores han trabajado en la producción de un cannabis “light”, que, en 2016, obtuvo el permiso de comercialización. Este avance legal ha desencadenado una fiebre comercial por el “cannabis cannabidiol”. Este producto, al que se le atribuyen propiedades terapéuticas, apareció de la noche a la mañana en algunas pequeñas tiendas, aunque también en los grandes centros de distribución. Se vende como cannabis para fumar o como cigarrillos, aunque también en forma de aceite o cápsulas, entre otros. Según indica la Administración Federal de Aduanas, a finales de septiembre, ya estaban registrados 330 productores.
La difusión de esta hierba legal da pie a confusiones. De repente, los policías cantonales se han visto ante la imposibilidad de distinguir a los fumadores de marihuana clásica de los fumadores de CBD. Actualmente, intentan equiparse con sistemas capaces de analizar con rapidez los niveles de THC en el cannabis. En el sector sanitario, hay disparidad de opiniones. Fumar cannabidiol es nocivo para la salud, aunque, al mismo tiempo, consumirlo sería menos perjudicial que drogarse con marihuana con un alto nivel de THC, cuyos efectos nefastos para la salud están demostrados.
Según algunos especialistas en prevención, esta fiebre por el CBD es un paso hacia la legalización del cannabis. “En los próximos dos a tres años, habrá cambios en la ley”, pronostica Jean-Félix Savary, Secretario General de la Agrupación de la Suiza francesa para el estudio de las adicciones. En su opinión, la llegada del cannabidiol “es una buena noticia, que pone de manifiesto el vacío legal existente en este ámbito. Necesitamos que se tomen decisiones”, insiste. Este especialista en adicciones aboga por un mercado controlado por el Estado, a semejanza de lo previsto en un proyecto de ley canadiense sobre el cannabis.
¿Por qué los productos que contienen cannabidiol tienen tanto éxito? “El THC puede inducir brotes psicóticos, a diferencia del CBD, que tiene un efecto calmante”, analiza este profesional de la prevención, quien recuerda que tras el consumo de psicotrópicos a menudo se esconde la búsqueda de la automedicación. “Mediante el consumo de cannabidiol, una sustancia que no ‘coloca’, descubrimos que los fumadores de marihuana quizá buscaban algo en la planta aparte del propio THC.” Alec Burri, gerente de una empresa que comercializa cannabidiol, precisa que “los fumadores habituales pueden consumir hierba durante todo el día sin acabar drogados”.
Sin embargo, la llegada del CBD de venta libre en el mercado ha entrado en la agenda política. El debate lo inició David Zuberbühler (Appenzell Rodas Exteriores), Consejero Nacional de la Unión Democrática del Centro (UDC), quien a mediados de septiembre preguntó al Consejo Federal por qué no se prohibe el cáñamo rico en cannabidiol. El Diputado señaló, en particular, que la Oficina Federal de Salud Pública aconseja a los consumidores no conducir después de haberlo consumido.
Desde su apertura en septiembre de 2017, My Growing Company propone una fórmula original: alquilar terrenos a los clientes para el cultivo de cannabis cannabidiol. “Queríamos compartir con el consumidor nuestra pasión por el cannabis, invitándolo a seguir la evolución del cultivo en el terreno que ha alquilado”, explica Alec Burri, gerente de esta empresa establecida en el Jura. El consumidor elige la variedad de cannabis CBD, por ejemplo, “Mademoiselle Fraise”, con un precio de 5,40 francos por gramo. La entrega se realiza por correo, en un plazo de dos a tres meses. En comparación, un paquete de cigarrillos suizos “Heimat”, que contiene cannabis con más de un 20 % de CBD, cuesta casi 20 francos.
Imagen Varias tiendas de cannabis en Suiza venden productos legales con una tasa de THC inferior al uno por ciento. Foto Keystone
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