Literatura
Literatura
Literatura
Literatura
Literatura
Literatura
Literatura
Literatura
Las novelas de la autora suiza Catherine Colomb (1892–1965)
En 1944, cuando el jurado del concurso literario de la “Guilde du livre” de Lausana, integrado por Charles-Ferdinand Ramuz, Gustave Roud, Edmond Jaloux y Paul Budry, recibió una novela titulada “Chemins de mémoire” [“Caminos de memoria”], de una tal Catherine Colomb, Paul Budry identificó de inmediato el manuscrito como obra de aquella Catherine Tissot que, en 1932, había ganado el concurso de la revista “Patrie Suisse” con Trop de mémoire [“Demasiada memoria”]. Ese primer libro trataba de dos mujeres que, a pesar de saber que “en este mundo no hay espacio para quienes tienen recuerdos”, se imaginaban volver a su infancia; la obra se publicó en 1934 bajo el título Pile ou face (traducido al alemán en 1987 como Kopf oder Zahl: “Cara o cruz”) en la editorial Attinger de Neuchâtel.
En 1945, cuando la “Guilde du livre” publicó la novela nominada el año anterior, cambió el título “Chemins de Mémoire” por otro totalmente distinto (para evitar confusiones con otra obra del concurso): debido a los palacetes del lago de Ginebra en los que la autora (¡y sus personajes!) pasaron su infancia, el libro se tituló “Châteaux en enfance” (Das Spiel der Erinnerung, 1987), lo que solo fue posible después de que la autora revelara su verdadera identidad.
Su verdadero nombre era Marie-Louise Reymond, esposa de un abogado de Lausana y madre de dos hijos. Catherine Colomb era su nombre de soltera, el que le pusieron cuando vino al mundo el 18 de agosto de 1892, en Saint-Prex. En 1916 terminó sus estudios clásicos en Lausana y más adelante fue a Inglaterra a hacer un doctorado; allí se interesó por la nostalgia de las antiguas familias nobles, descubrió a Virginia Woolf y en 1921, tras casarse y renunciar al doctorado, comenzó a escribir en secreto.
“En primavera, Chanoz abandonaba la residencia de ancianos, compraba una baratija cualquiera, se plantaba en los patios empedrados, entre las fucsias, frente a los niños inmóviles con sus chales valdenses cruzados, y ante sus ojos fascinados desplegaba alfileres de cabeza dorada, jabón envuelto en papel verde pálido y cordones, un sinfín de cordones, suficientes para estrangular a todos los mudos del harén de Louis Laroche”.
Marie-Louise Reymond tuvo que esperar hasta 1953 y la publicación de su tercer libro, de nuevo bajo el seudónimo de Catherine Colomb, para ver el título que había imaginado, “Les esprits de la terre” [“Los espíritus de la tierra”] (1978) impreso en portada por la editorial Rencontre. En este relato, escrito con vívidas imágenes y una ausencia casi total de linealidad, la autora lamentaba la pérdida de una infancia que solo puede reencontrarse en la muerte.
Tuvieron que pasar otros nueve largos años antes de que Catherine Colomb dejara por fin su huella en la escena literaria con “Le Temps des anges” [“Tiempo de ángeles”] (1989), publicado por Gallimard en París, exactamente 36 meses antes de su fallecimiento, el 13 de noviembre de 1965, a los 73 años. “Los ángeles, el sonido homogéneo de sus poderosas alas, Joseph los escuchaba al despertar”: así comienza Le Temps des anges, una obra en que el murmullo del lago Lemán se hace perceptible de principio a fin, arrullando con una melodía suave y tenue los terribles sucesos provocados por el odio, el fraude y las ansias de asesinar.
Lo mismo que en todas las demás novelas de la autora, una vez que se ha entrado en el fascinante juego de memoria (que presenta sorprendentes analogías con autores como Gerhard Meier o Gertrud Leutenegger), ya no es posible sustraerse al torrente de palabras e imágenes que se asocian libremente y fuera de toda linealidad, a pesar de la oscuridad y la amargura del trasfondo.
Bibliografía: Las obras en alemán de Catherine Colomb actualmente solo pueden obtenerse en anticuarios.
En francés, la editorial Zoé de Ginebra ofrece su obra completa con el título “Tout Catherine Colomb”.
Comentarios
Comentarios :
Sollte das Wort nicht ‘bezückender” sein?