Pero ahora, aunque podemos estar seguros de que el grupo no volverá a actuar en vivo, el cantante de Berna, de 62 años, ha grabado otro disco: “Loch dür Zyt” [“Agujero en el tiempo”] es el primero desde el álbum “Love”, de 2017. Y las cosas han cambiado: Gere Stäuble y Wolfgang Zwieauer abandonaron el grupo, mientras que se han incorporado dos nuevos músicos: el bajista Florian Senn (ex Lovebugs) y Kevin Chesham a la batería. Esta nueva banda ha creado trece canciones nuevas, la mayoría escritas por Kuno Lauener, aparte de un par de versiones de otras canciones conocidas. Musicalmente, la mayoría de ellas emanan una atmósfera relajada, sencilla y compacta. La letra evoca el paso del tiempo y cuestiona el sentido de la vida a través de una mirada retrospectiva; expresa resignación y desconcierto, aceptación, fatalismo y melancolía, pero también rebelión: si bien no cabe duda de que refleja los pensamientos íntimos del cantante sobre su enfermedad, lo cierto es que esta sobria poesía de la decadencia no deja indiferente a nadie.
El álbum llega al alma. Junto con Lauener se aferra uno a la vida, como él mismo lo hace en la canción “Winterhale”: «I louffe und i louffe u d’Chäuti stieuht mr schier dr Schnuuf / Aber chum du nume du Jahr du Nöis / No grad gieben i nid uf» [“Camino y camino y el frío casi me roba el aliento / pero vamos, año nuevo, / aún no tiro la toalla”]. Otro tema destacado es “Blätter gheie”, que pone música a un poema de Franz Hohler: Las hojas caen, el viento las invita a un último baile, mueren. Y después, silencio.
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