Un nuevo estudio de PricewaterhouseCoopers pone en evidencia la competitividad de las mayores ciudades suizas en comparación con otras metrópolis. Es la primera vez que se incluyen ciudades suizas en la clasificación anual de esta consultora empresarial. Zúrich ocupa en ella el quinto puesto de 34 ciudades, detrás de Londres, París, Toronto y Singapur. Basilea le sigue en el 13.º puesto, Ginebra en el 17.º y Berna en el 20.º; se tomaron en cuenta criterios tales como la economía, las posibilidades de evolución y la calidad de vida. Las ciudades suizas puntúan alto sobre todo en el ámbito de la calidad de vida. En materia de salud y seguridad, Berna encabeza incluso la clasificación.
En el marco de un intercambio de varias áreas de negocio, hace tres años la farmacéutica de Basilea Novartis introdujo los fármacos sin receta, en asociación con el consorcio británico GSK. En aquel entonces Novartis se conformó con una proporción del 36,5 % para los fármacos sin receta. La empresa se desprende ahora totalmente de ese ramo; por la proporción restante, GSK desembolsará 13 000 millones de dólares estadounidenses.
Este año también, Suiza apoyará al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El Consejo Federal ha aprobado para 2018, de forma retroactiva, unos 80 millones de francos suizos a favor de la sede ginebrina de la organización, es decir, el mismo importe que el año pasado. Además de esta aportación, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) financiará con 60,9 millones de francos suizos las operaciones humanitarias específicas del CICR. El año pasado este monto ascendió a 62,5 millones de francos. En 2017, la aportación de Suiza al presupuesto global del CICR se situó en el quinto lugar, por orden de importancia.
El Departamento de Defensa desea reorientar la defensa aérea suiza. De ahí que pretenda equipar al ejército con misiles tierra-aire de largo alcance. Estos deberán tener un alcance de 50 km, volar hasta una altitud de 12 km y cubrir una superficie de al menos 15 000 km2. Asimismo, se renovarán las exigencias para la flota aérea, que deberá sustituir sus cazas Tiger y F/A-18, a partir de 2025. En el futuro, cuatro cazas se encargarán de proteger el espacio aéreo suizo de forma continua durante cuatro semanas. Simultáneamente, las fuerzas aéreas deberán ser capaces de realizar reconocimientos aéreos y combatir objetivos terrestres, en caso de ataque.
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