
Germaine Seewer

Laurent Debrot

Xherdan Shaqiri

Susanne Wille

Mustafa Atici

Onur Boyman

Carole Durussel

En El principito, un personaje enciende y apaga un farol cada minuto. ¿Acaso no es igual de absurdo que todas las calles de Suiza estén iluminadas por la noche? Laurent Debrot, del cantón de Neuchâtel, opina que sí. Este agricultor biológico jubilado se ha convertido en defensor de la oscuridad y organiza su resistencia desde Val-de-Ruz, su municipio natal. Ha logrado que la iluminación pública de los pueblos que conforman el municipio permanezca apagada desde medianoche hasta las 4:45 h, lo que lo convierte en el mayor municipio de Suiza a oscuras durante la noche. Esta medida beneficia tanto a animales como a personas y devuelve a la noche su esplendor prístino. El ejemplo de Val-de-Ruz ha sentado precedente: desde 2022, los demás municipios del cantón también apagan su alumbrado público a medianoche. Laurent Debrot es hombre de acción: en 2017, midió la intensidad luminosa en un paso peatonal de Malvilliers, frente a la oficina cantonal de tráfico. “De día, el paso peatonal apenas se utiliza, y las oficinas cierran a última hora de la tarde. Cabe preguntarse para qué sirven estos faroles”, declaró el exdiputado ecologista.
Mientras recorría Val-de-Ruz con un grupo de periodistas, Debrot se quejó de que el cruce hubiera quedado exento de la nueva normativa nocturna: “Esto arruina el ambiente”, declaró. Desde entonces, el asunto se ha resuelto. En Le Locle, por ejemplo, todas las luces se apagan, incluso en los pasos peatonales. Laurent Debrot aplaude esta decisión: opina que las luces pueden causar una falsa impresión de seguridad, haciendo creer a los viandantes que no hay peligro. El defensor de la noche oscura acaba de realizar una encuesta entre los habitantes de Le Locle. “Su reacción ha sido muy positiva”, se alegra Debrot.
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