Desde entonces, las cosas han cambiado mucho, también en la promoción de la juventud. En los últimos años, Franziska Schild ha aportado su granito de arena como responsable del desarrollo del fútbol en la Asociación de Fútbol de Berna y Jura, la mayor asociación regional de Suiza, que agrupa a unos 190 clubes de amateurs. “Para que más chicas se animen a jugar, tenemos que ofrecerles más fútbol exclusivamente femenino”, afirma Schild. En muchos lugares dejan que las chicas con talento se entrenen con los chicos, “lo que debe seguir siendo posible”, afirma. Pero cada vez son más las chicas que eligen este deporte de equipo porque quieren jugar entre ellas. Entre tanto, ya se han establecido campeonatos exclusivamente femeninos y torneos girls only desde la categoría infantil.
En primavera, Franziska pondrá su experiencia al servicio del club bernés de primera división BSC Young Boys (YB), donde dirigirá la sección femenina. Los clubes profesionales, dominados por los varones, también han reconocido el potencial del fútbol femenino. Hace solo diez años, la sección femenina del YB estaba casi a punto de desaparecer. Hoy por hoy, el club invierte 40 millones de francos en la construcción de un campus para la próxima generación de jugadores y para las mujeres.
“Queremos doblar la cifra de chicas futbolistas de 40 000 a 80 000 hasta el 2027”.
Marion Daube, directora del Fútbol femenino de ASF
La Eurocopa como catalizador
Bajo el lema “Here to stay” [“Estamos aquí para quedarnos”], la Asociación Suiza de Fútbol (ASF) quiere aprovechar la Eurocopa para fortalecer de forma duradera el fútbol femenino en Suiza. Hoy por hoy, las mujeres representan el 12 % de los aproximadamente 340 000 jugadores y jugadoras con licencia que hay en todo el país. “Queremos doblar la cifra de chicas futbolistas de 40 000 a 80 000 hasta el 2027”, declara Marion Daube, responsable del fútbol femenino en la ASF. Esta tendencia al alza ya es notable desde que se supo que el prestigioso torneo deportivo se celebraría en Suiza, dice. Según Daube, la experiencia extranjera demuestra que “un torneo de esta magnitud tiene un efecto catalizador y que permite avanzar hasta diez años en el desarrollo de un deporte”.
La asociación nacional también quiere duplicar el número de entrenadoras, árbitras y organizadoras. Pero esto requiere no solo convicción, sino también fondos adicionales. En un principio, el Consejo Federal quería respaldar la celebración de la Eurocopa femenina con solo cuatro millones de francos, una cantidad irrisoria en comparación con los 80 millones que el gobierno federal invirtió en el Campeonato Europeo de fútbol masculino celebrado en Suiza en 2008. Finalmente, tras fuertes protestas, el Parlamento terminó elevando su contribución a quince millones de francos, parte de los cuales se destinarán a la promoción del deporte. Los cantones y ciudades anfitrionas también han aportado fondos. Esto permite realizar inversiones específicas, por ejemplo, en cursos destinados expresamente a la formación de entrenadoras.
Aún falta resolver un gran problema: la falta de canchas adecuadas para entrenar. Esto presiona a los clubes, sobre todo porque el número de inscripciones también va en aumento entre los varones. “Promover a las chicas no puede suponer que saquemos a los chicos de las listas de espera”, subraya Daube. “No obstante, hemos de encontrar soluciones que ofrezcan las mismas oportunidades a las chicas”. Tanto los clubes como las autoridades son plenamente conscientes de que “hay que avanzar, sobre todo en lo que respecta a las canchas de entrenamiento”.
Daube confía en que la euforia de la Eurocopa dé un impulso aún mayor al fútbol femenino en Suiza. No cuenta con ganar un título: su objetivo principal es clasificarse para los cuartos de final, afirma. “Para las jugadoras, lo más maravilloso es poder competir en casa”.
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