Oído
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No sólo cuando canta Rachel Harnisch domina a la perfección el arte de variar el tono: cuando esta soprano suiza cuenta sobre su vida, con pocas palabras sabe pasar de las grandes elevaciones a los más profundos abismos.
“Lo que hago debe armonizar conmigo, con mi alma”, nos confía. “Iba por buen camino para llegar a la cima, pero llegó un momento en que no soporté la presión ni la superficialidad de mi profesión y enfermé.” En ese momento quiso abandonar el escenario.
En el año 2000, inmediatamente después de concluir sus estudios universitarios en Friburgo de Brisgovia, esta cantante, nacida en 1973 en Brig, se integró en la Ópera Estatal de Viena, con apenas veintisiete años. No permaneció allí por mucho tiempo, pues recibió excelentes ofertas externas y volvió a marcharse de esta famosa ópera. A continuación, el entonces director de la ópera de Zúrich, Alexander Pereira, le propuso que trabajara con él. Harnisch rechazó la oferta. Después de eso, no volvería jamás a oír de él. Sin embargo, Harnisch no se inmutó, pues había visto muchas veces cuán cerca se encuentran en su medio la gloria y la derrota.
Cuando Pereira abandonó Zúrich, Harnisch se unió a la ópera en 2013 y se mudó a esa ciudad. Sin embargo, su buena estrella fue de corta duración y, después de apenas tres años, no le renovaron el contrato. Entretanto, otro tipo de suerte había entrado en su vida: sus dos hijos. Si bien éstos trastornaron profundamente su carrera, también la reorientaron hacia nuevos caminos. Harnisch cantó en Berlín como protagonista principal en el estreno de una gran ópera del compositor Aribert Reimann, y hace apenas un año triunfó en Amberes, en una ópera de Janacek.
Y de repente la cantante empieza de nuevo a publicar álbumes: el solo de soprano en la Sinfonía N.o 4 de Mahler y, sobre todo, el ciclo de lieder “Marienleben”, de Paul Hindemith. La idea de la grabación surgió en 2012, al desarrollarse el Festival de Lucerna bajo el tema de la “fe”. En consonancia con este tema, Harnisch presentó la obra de Hindemith. En 2014, el mágico ambiente religioso de Lucerna se captó a la perfección en el estudio radiofónico de Zúrich: Harnisch entona con gran virtuosidad los versos de Rainer Maria Rilke e interpreta los lieder con una voz vibrante y celestial, que su nuevo CD nos brinda ahora la oportunidad de disfrutar.
Rachel Harnisch: Paul Hindemith, “Marienleben”, Naxos 2017.
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