El último fin de semana de octubre, el Palacio Federal estuvo en poder de las mujeres: tras una primera edición en 1991, ahora se celebró la segunda sesión de mujeres, con el fin de establecer un balance político de la situación de las mujeres en Suiza. Sus principales demandas fueron las siguientes: mayor igualdad en materia de derechos y salarios; lucha contra la pobreza de las mujeres de edad avanzada; creación de una oficina federal para igualdad y familia; implementación de un programa de investigación en medicina de género. La sesión de mujeres formuló un total de 23 demandas, que a continuación serán examinadas por el Consejo Federal y el Consejo de los Estados.
A finales de septiembre, el Parlamento autorizó una vez más la contribución suiza conocida como los “mil millones para la cohesión”: esta cantidad, de 1 300 millones de francos, está destinada a impulsar el desarrollo de los nuevos miembros de la UE con economías emergentes, a cambio de la posibilidad para Suiza de tener acceso al mercado de estas naciones. Debido a las tensiones actuales entre Berna y Bruselas, el Parlamento deseaba imponer condiciones para autorizar esta cuantía; pero terminó por desistir de su intención.
Después de treinta años, Australia vuelve a inaugurar una embajada en Suiza. Se trata de una decisión atípica, ya que estos últimos años muchos países han cerrado o fusionado sus embajadas. Australia subraya que la apertura de esta embajada fortalecerá los lazos políticos, económicos, estratégicos, culturales y científicos entre ambos países.
En los centros federales para solicitantes de asilo, el personal de seguridad ha hecho uso de “coerción desproporcionada”: a esta conclusión llega una reciente investigación. No obstante, según el ex Juez Federal Niklaus Oberholzer, a cuyo cargo estuvo la investigación, los casos comprobados de comportamiento inadecuado e ilegal no apuntan a una violación sistemática de los derechos de los solicitantes de asilo en los centros de la Confederación.
La intención de los países industrializados de gravar las empresas transnacionales con un impuesto mínimo global del 15% llega en mal momento para Suiza. Tal reforma afectaría sobre todo a los 18 cantones suizos con impuestos sobre beneficios inferiores al 15%. Mientras tanto, el Ministro de Finanzas Ueli Maurer considera que el nuevo reglamento fiscal es “viable” en Suiza. Sin embargo, es probable que ciertas empresas tengan que pagar más impuesto.
Toma de la Sesión de mujeres de 2021: las mujeres tuvieron la exclusiva del Salón del Consejo Nacional. Foto: Keystone
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