El 1.o de agosto, Fiesta Nacional de Suiza, tampoco fue día laborable este año. La tradición de no trabajar ese día solo tiene 30 años: se remonta al año de 1994. La idea partió del partido de extrema derecha “Acción Nacional”, que lanzó una iniciativa popular y logró el mayor éxito de su historia: casi el 84 % de los votantes se pronunció a favor de la iniciativa, lo que representa una cifra récord.
Quizás esté pensando: lo principal es conmemorar el nacimiento de Suiza el 1.o de agosto, sea un día laborable o no. Pues bien, resulta que ni siquiera es el día en que nació nuestro país. Solo se celebra como “fiesta nacional” desde 1891. Y no fue hasta 1899 cuando el Consejo Federal decretó que las campanas de las iglesias repicaran la tarde del 1.o de agosto y que este día se celebrara “con sencillez y dignidad”.
Entonces, ¿el Juramento de Rütli no tuvo lugar un 1.o de agosto? No. Según el historiador Aegidius Tschudi (1505-1572) tuvo lugar el 8 de noviembre de 1307. Por ello, en el pedestal del monumento de Guillermo Tell, en Altdorf, no se grabó el año 1291, sino 1307.
En los Juegos Olímpicos de París ondearon banderas suizas algo más pequeñas. De 1912 a 1948, los Juegos incluyeron también disciplinas literarias y artísticas. Ocho medallas fueron a parar a artistas suizos. El artista gráfico Alex Walter Diggelmann es el único campeón olímpico que ha ganado dos medallas en una misma competición. En 1948 ocupó tanto el segundo como el tercer puesto del podio en la disciplina de “Gráfica aplicada”, con dos obras. El muy productivo Diggelmann creó tantas obras que incluso podría haber ocupado los tres puestos del podio. www.revue.link/diggelmann
El Consejo Federal recomendó que el 1.o de agosto se celebrara “con sencillez y dignidad”, cuando finalmente se instauró. Pero esto no es impedimento para que los suizos de hoy jueguen con superlativos. Este año, por ejemplo, han vuelto a colocar la bandera suiza más grande en la cara norte del Säntis: mide 6 400 metros cuadrados y pesa 700 kilogramos. Unos veinte trabajadores tuvieron que descender en rápel por el acantilado y tardaron tres horas en desplegar la bandera.
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