Buzón
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Soy estadounidense; mi madre y mi padre eran suizos. Mi padre era arquitecto. Espero que la decisión de salvar o demoler las iglesias abandonadas se tome más que nada sobre la base de criterios estéticos: si son de interés artístico por su diseño, deben salvarse y renovarse para darles un uso diferente. Dicho eso, debo reconocer que me alegro de que haya cada vez menos personas religiosas en Suiza; ojalá fuera ése el caso en todas partes, especialmente aquí, en los Estados Unidos.
Christopher Egli, Devon, Pensilvania, Estados Unidos
Hay una grave escasez de viviendas en Ginebra. ¿Por qué no transformar las iglesias en alojamientos comunitarios o de emergencia para indigentes y personas sin hogar?
Joelle Osman, Ginebra, Suiza
!Por favor, no derriben las iglesias, aunque en la actualidad la gente las frecuente cada vez menos! Posiblemente vengan tiempos difíciles, y de repente las iglesias podrían volver a ganar popularidad. He visitado Suiza varias veces y al recorrerla, siempre me han fascinado sus hermosas iglesias, especialmente en los pueblos, que son tan numerosos, pero también en las grandes ciudades. Sería una pena que se perdieran.
Niklaus Durrer, Perth, Australia
Para evitar su cierre, algunas iglesias han realizado esfuerzos para atraer a un público más amplio. Un ejemplo es la Iglesia suiza de Londres, que data del siglo XVIII. Ante el cada vez menor número de fieles que la frecuentaban y el constante incremento de los costes, se decidió ampliar su uso, permitiendo por ejemplo que se lleven a cabo eventos culturales como recitales de música, conferencias y exposiciones, mientras sigue siendo un lugar de culto protestante donde se ofician misas dominicales y se celebran bautizos y bodas. Después de su cabal renovación en 2011, ahora esta iglesia es un centro multifuncional muy animado, que da la bienvenida a personas de diferentes religiones y orígenes, incluidos los sin techo que viven en la zona.
Susanne Singh, Amersham, Inglaterra
Gracias por la información sobre el libro impreso en Suiza. Aquí en Australia se vive una situación similar. A pesar de que anteriormente las grandes empresas provocaron el cierre de numerosas pequeñas librerías, en la actualidad las nuevas generaciones llevan a cabo acciones innovadoras. Las librerías locales ofrecen lecturas especiales, invitan a los autores y preparan eventos especiales para adultos o niños. Con frecuencia, las escuelas realizan actividades en coordinación con las librerías. Los amantes de los libros abren librerías en las que uno se puede sentar a leer un libro, tomar un café y disfrutar de la compañía de otros lectores. Intenté leer un libro electrónico. Enseguida perdí el interés y además, creo que los libros electrónicos son demasiado caros. Prefiero la sensación del libro impreso. Puedo volver atrás con facilidad y leer otra vez un pasaje. Puedo hacer circular el libro en mi familia o donarlo. En Suiza, mi padre fue un gran coleccionista de libros y sus libros llegaron a Australia. Esta colección es parte de mi juventud y una colección de libros electrónicos jamás podría tener el mismo significado para mí.
George Farmer, Queensland, Australia
Gracias por su excelente artículo. De hecho, es importante saber que la idea del acuerdo marco parte de Suiza. El acuerdo marco solucionaría muchos problemas sin vulnerar la soberanía del pueblo, ya que siempre cabría la posibilidad de convocar un referendo. Tampoco veo ningún problema con un tribunal de arbitraje de composición paritaria. Al contrario, esto crearía seguridad jurídica. También está claro y resulta comprensible que la UE no permitirá eternamente que Suiza se limite a seleccionar lo que más le conviene. Esperemos, por el bien de todos los interesados, que se encuentre una solución razonable, pues a fin de cuentas están en juego la prosperidad y el bienestar de Suiza.
Reto Derungs, Higuey, República Dominicana
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