Una orquesta de cámara levanta el vuelo

Hace ni siquiera diez años, el pasado de la Orquesta de Cámara de Zúrich (ZKO) emitía una hermosa luz brillante. Pero su futuro probablemente aún estaba oscuro. Incluso en 2015, cuando su director titular, Roger Norrington, había impulsado a la orquesta a rendir al máximo durante cuatro años, pocos zuriqueses se daban cuenta de que había surgido algo realmente maravilloso.

Eso es extraño, pues la ZKO era entonces la número uno entre las orquestas suizas. Y cuando Norrington entró en el salón una noche y anunció “¡Ya cumplí!”, podría decirse que la ZKO volvió a nacer. Todo estaba preparado, sólo hacía falta un nuevo director que dijera: “¡Ahora, a levantar el vuelo!”. Y éste llegó en otoño de 2016: el violinista Daniel Hope, mundialmente famoso, ambicioso, un músico que se comunica con el público a través de muchos canales.

Para él, las grabaciones en CD son tan usuales como hacer una reverencia después de un concierto. Poco después de que la ZKO afinara los instrumentos por primera vez, los micrófonos estaban listos. Los galardones no se hicieron esperar, por ejemplo para el CD “For Seasons”. Este empieza como una animada grabación de “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi. Pero después el año vuelve a comenzar para Hope y su orquesta, y se inicia un viaje de doce etapas por doce meses llenos de música: un viaje que va desde principios del siglo XVIII hasta el presente y que continúa con fotos e imágenes.

El CD “Bach & Sons 2” es más moderado. La ZKO, dirigida por el pianista alemán Sebastian Knauer, se presenta como una formación barroca con gran motivación. Se combinan conciertos de piano de J. S. Bach con los de sus hijos Johann Christian y el genialmente alegre Carl Philipp Emanuel. El CD más hermoso de la ZKO es “Journey to Mozart”, en el que Hope capta el entorno que rodeaba a Mozart. “Este CD es una reflexión del tiempo a través de mis ojos y mis oídos”, comenta. Hope interpreta y dirige obras de Gluck, Myslivecek, Solomon y Mozart. Tampoco falta el gran Haydn. “El Concierto en Sol Mayor de Haydn es una joya”, dice Hope emocionado, “pero el de Mozart es una revelación. Haydn permanece en el suelo de la belleza, Mozart levanta el vuelo”. Igual que la Orquesta de Cámara de Zúrich.