Noticias del Palacio Federal
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Hoy están en Hanói, mañana quizás estén en Londres. Los empleados de las embajadas y los consulados suizos están acostumbrados a cambiar de país y de entorno cultural. Cada año, el DFAE busca especialistas y directivos que pongan sus competencias al servicio de la Confederación.
Suiza está presente en todo el mundo, con unas 170 representaciones y 250 miembros de la carrera “Asuntos consulares, gestión y finanzas” (KBF, por sus siglas en alemán). ¿Y qué tiene de especial? Que el lugar de trabajo cambia cada dos a cuatro años. Ariela Kraska (Puerto Príncipe) y Pascal Sollberger (Caracas) nos relatan sus experiencias y nos presentan los retos de la carrera KBF.
“Estoy disponible para una entrevista a las doce del mediodía, hora suiza, es decir, a las seis de la mañana en Haití”. Agendar una cita telefónica no es fácil cuando hay un océano de por medio. En el caso de Ariela Kraska, es el Atlántico. Fue su interés por otras culturas lo que la impulsó a emprender una carrera KBF en el DFAE, que incluye la gestión operativa, los servicios consulares y las finanzas, en el marco de los programas de cooperación internacional (CI). Desde julio de 2021 labora en Puerto Príncipe, como Jefa de Finanzas, Recursos Humanos y Administración de la Oficina de Cooperación Suiza en Haití. Permanecerá allí hasta 2024, tras lo cual se trasladará a otra representación suiza en el extranjero o volverá a la sede central de Berna. “Cada dos a cuatro años tengo la oportunidad de descubrir un nuevo país y de relacionarme con personas de orígenes, tradiciones y mentalidades diferentes. Esto supone a la vez un enriquecimiento y un reto. El reto está claro: cuanto más difícil sea el entorno, menos previsible será el transcurso del día”.
“Cuanto más difícil sea el entorno, menos previsible será el transcurso del día”
La mayoría de los empleados de asuntos consulares, gestión y finanzas trabajan fuera de Suiza. Esto no siempre es fácil, sobre todo si sus parejas no pueden trabajar en ese país, si la libre circulación está restringida o la calidad de vida es baja. La capacidad de adaptación y la competencia intercultural en circunstancias a veces precarias forman parte de los requisitos profesionales. “Las jornadas son largas, y a veces ajetreadas. Hay que ser capaz de mantener la calma y estar pendiente de lo que ocurre en todos los ámbitos; las finanzas, los recursos humanos y la seguridad”, explica Ariela Kraska. “Recuerdo haber visitado a un preso recluido en condiciones indignas y haber acompañado casos de secuestro infantil”. Los candidatos y candidatas pasan por un proceso de selección y reciben una formación de quince meses. Primero asisten a una formación teórica de dos meses en Berna, a la que sigue una formación práctica de un año en la red exterior del DFAE. A continuación, los candidatos asisten a un módulo teórico adicional de un mes, antes de someterse a una evaluación final por parte del comité de admisión en Berna. La formación se centra en los objetivos y prioridades de la política exterior suiza: paz, seguridad, reducción de la pobreza, bienestar, sostenibilidad y digitalización.
El personal de la carrera de KBF es imprescindible para que Suiza pueda cumplir su cometido en el extranjero. “Ingresé en el DFAE en 2014 y desde entonces he ocupado cargos en casi todos los continentes; por ejemplo, en Indonesia y el Líbano. Desde 2021, me encuentro en Venezuela. La embajada suiza en este país también tiene a su cargo las relaciones con siete naciones caribeñas, como Barbados o Trinidad y Tobago”, explica el Cónsul Pascal Sollberger. El personal de las representaciones defiende los intereses de Suiza en todos los ámbitos de las relaciones diplomáticas internacionales. Dentro de la representación en el extranjero, los empleados de KBF coordinan las operaciones de funcionamiento y fungen como intermediarios entre los diversos departamentos. En el día a día, esto supone una mezcla de actividades planificables y no planificadas. “Trabajar en una embajada significa trabajar tanto para Suiza como para el país donde uno se encuentre. En materia de funcionamiento operativo, seguridad y gestión de crisis, trabajo en estrecho contacto con empleados suizos y venezolanos, proveedores de servicios externos y con otras embajadas y organizaciones internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja”.
“Ingresé en el DFAE en 2014 y desde entonces he ocupado cargos en casi todos los continentes; por ejemplo, en Indonesia y el Líbano”
Reaccionar con rapidez ante situaciones críticas es una de las tareas del personal de KBF. Pascal Sollberger recuerda la explosión en el puerto de Beirut, de 2020, en la que la embajada resultó gravemente dañada. “Cuando suceden sucesos así, el personal juega un papel clave; yo estaba a cargo de la unidad de crisis. Lo que vivimos entonces nos dejó una huella imborrable”. Otra tarea importante es ofrecer servicios consulares de alta calidad a la población suiza en el extranjero y a los turistas suizos (celebración de matrimonios interculturales, expedición de pasaportes, repatriaciones, etc.) en estrecha colaboración con el personal consular especializado.
El Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) busca ciudadanos y ciudadanas suizas que pongan sus competencias y su experiencia al servicio de la Confederación.
Estos ciudadanos y ciudadanas pueden optar por las llamadas “carreras móviles”: “móviles”, porque quienes laboran en ellas están obligados a cambiar de puesto cada dos a cuatro años. Se ofrecen las siguientes opciones:
– carrera de “asuntos consulares, gestión y finanzas”
– carrera de “cooperación internacional”
– carrera de “diplomacia”
– personal consular especializado.
¿Desea poner sus competencias y su experiencia al servicio de Suiza? Más información en www.eda.admin.ch/karriere
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