“Suiza es para mí un palacio en el corazón de Europa”

“En Suiza me encontraba en un callejón sin salida. Profesionalmente, las cosas parecían no avanzar. Sin embargo, Londres me brindó la oportunidad de colaborar con las principales agencias de publicidad internacionales: una posibilidad que nunca se me habría presentado en Suiza. Por increíble que parezca, la carga laboral de 40 horas semanales me resulta más corta que en Suiza. Por otro lado, las horas extras aquí no se remuneran. Sin embargo, esto no me molesta, dado que las experiencias que puedo recabar aquí no tienen precio.

El mundo entero parece darse cita en Londres. Si sabes dónde y cómo buscar, puedes hacer prácticamente todo lo que te dé la gana. A poca distancia de aquí existe incluso una granja... ¡en medio de una metrópolis que tiene millones de habitantes! ¡...donde puedes incluso acariciar a los animales! Los fines de semana podemos visitar museos, asistir a eventos culturales o a fiestas que no existen en Suiza. En cambio, la vida en Suiza es mucho más segura: probablemente porque es un país más tranquilo, homogéneo y de menor tamaño.

Suiza es un palacio en el corazón de Europa. No creo que la gente en Suiza sea consciente de ello. Cuando se ven las cosas en perspectiva, uno se da cuenta de lo valioso que es haber crecido en un ambiente tan protegido, donde se paga tan poco por los estudios universitarios y las distancias en bicicleta y a pie son tan cortas.

Suiza es mi país de origen, un remanso de paz al que muy probablemente volveré dentro de unos años, porque quiero que también mis hijos puedan crecer en un palacio”.