“Duele escuchar a un suizo que se queja”

Mi trabajo: Me hice ciclista de montaña profesional gracias a mi ex marido sudafricano. A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de cosechar algunos éxitos. Puede que nunca me haga rica en términos monetarios, pero me encanta mi trabajo, mi vida es rica en recuerdos hermosos y muy intensos, lo que a fin de cuentas me hace mucho más feliz.

Mi Sudáfrica: Como ciclista de montaña, aprecio mucho el clima seco y cálido que me permite entrenar sin caer enferma. Sudáfrica también posee mayor diversidad cultural que Suiza. No es casual que a este país se le conozca como la “nación arcoíris”.

Mi Suiza: A los suizos les va bien, les va muy bien. Sin embargo, por el hecho mismo de que hay tan pocos pobres en Suiza, los suizos no valoran suficiente lo que tienen. Cuando se ve cómo otras personas se satisfacen con tan poco, duele escuchar a un suizo que se queja. Teniendo en cuenta su enorme prosperidad, creo que Suiza debería hacer más para aliviar el gran sufrimiento del mundo.

Mi corazón: Cuando dejé Suiza y al poco tiempo me casé, creí que me quedaría en Sudáfrica. Ahora estoy divorciada y estoy pensando en volver a trasladar mis papeles a Suiza. Lo que echo de menos en el Sur son principalmente mis amigos suizos, mi familia, poder hablar en alemán de Berna y la belleza de los Alpes.