Oído
Oído
Oído
Oído
Oído
Oído
Oído
Oído
Quien llegue de Zúrich para asistir a un concierto en Lugano seguramente se preguntará –y no solo durante el entreacto, mientras tome una bocanada de aire fresco y contemple las estrellas fugaces que caen sobre el monte San Salvatore iluminado por la luna– por qué los conciertos en esta ciudad le producen siempre esa sensación de ligereza. Más que recurrir a manidos clichés mediterráneos o al eterno ambiente vacacional del Tesino, busquemos el motivo en la hora de inicio del concierto: las 20: 30 h. Esto permite cenar en una pizzería tras salir de la oficina o tomarse una copa de vino en la piazza. Así, todo el mundo llega al concierto relajado, fresco y alegre.
En la plaza, mientras saboreamos nuestra copa de merlot, averiguamos que, en realidad, este comienzo tardío obedeció a una decisión de la radio local: primero, las noticias; después, la música. A nosotros nos viene de maravilla, y a la orquesta también: al fin y al cabo, la retransmisión de todos los conciertos de abono permite que la Orchestra Svizzera Italiana(OSI) resuene en todo el cantón, e incluso en el mundo entero.
¡Entremos en la sala! Con entusiasmo y energía la orquesta sigue a su Director titular, Markus Poschner, logrando generar un sonido con mucha personalidad. El aplauso final nos hace recordar las palabras del Director que, mientras tomábamos el capuchino de media tarde, nos había dicho: “Esta orquesta tiene un enorme talento para tocar con virtuosismo y suavidad. Es como un pequeño automóvil deportivo, capaz de moverse con gran precisión y sensibilidad”. Prueba de ello son sus exquisitas grabaciones de los últimos años; las “rarezas” de Rossini son auténticas joyas en cualquier colección de CD.
Poschner, quien fuera aclamado en Bayreuth el pasado verano, afirma sin un ápice de modestia, refiriéndose a la OSI: “También debemos estar presentes en el mercado europeo: somos embajadores del cantón del Tesino y siempre buscamos que haya competencia”. Y como si hubiera percibido nuestro escepticismo, agrega: “Poseemos muchas cualidades de las que carecen otras orquestas: nosotros tenemos una forma propia de concebir la música”.
En apoyo de sus afirmaciones, cita con entusiasmo un concierto celebrado en Viena en primavera de 2022, en el que la OSI tocó la “Patética” de Chaikovski, a pesar de que al día siguiente el director estrella Franz Welser-Möst y la Filarmónica de Viena interpretarían exactamente la misma obra... ¡como ya lo habían hecho el día anterior!
No cabe duda de que la OSI emana ese aroma a magnolia propio del Tesino; pero también se percibe que debe ser muy flexible para sobrevivir. No basta con hacerse eco de los estereotipos del Tesino. Desde el punto de vista visual, la orquesta tiene un aspecto bastante nórdico: el famoso fotógrafo estonio Kaupo Kikkas inmortalizó la OSI en la cima del San Gotardo, donde posó para unas fotos únicas.
Comentarios