Migros, el minorista más grande de Suiza, comercializa desde septiembre de 2022 una cápsula de café sin envoltura: CoffeeB. La irrupción en el mercado de este producto biodegradable ha tenido impacto a nivel mundial. Pero, ¿qué hace Nestlé, líder del mercado del café?
Para invitarnos a degustar un CoffeeB, el café elaborado con la nueva cápsula biodegradable de Delica (una filial de Migros), el gigante naranja nos lleva a una de sus tiendas de electrónica de la ciudad de Ginebra. En un estand de la marca, una vendedora extrae una bolita marrón de un paquete de cartón. La máquina especialmente diseñada para esta innovación y que se vende por 169 francos, nos sirve un café expreso sin acidez. ¡No está mal! En la bandeja recolectora del aparato, las bolitas de café están tibias. Basta una simple presión con el dedo para romper la membrana vegetal que encierra el producto. Los posos del café se derraman en nuestra mano. Buscamos con la mirada una planta suculenta donde verterlos.
En ello consiste básicamente el concepto CoffeeB, que se comercializa en Suiza y en Francia, delante de las narices de Nespresso, cuyas cápsulas de aluminio inundan el mundo desde 1986. Migros se jacta de ofrecer así las ventajas del café en cápsula, “sin el regusto amargo de los residuos de esta cápsula”, gracias a una envoltura protectora a base de plantas y algas, es decir, sin envoltorio alguno. Las bolitas de CoffeeB se fabrican en Birsfelden (Basilea-Campiña), pero las máquinas vienen de China. Sin embargo, estas pueden repararse y sus piezas son reemplazables, garantiza el gigante naranja.
Jann, de 50 años, también ha venido a probar el producto. Este administrador de datos descubrió las bolitas de café en Corea, a través de un anuncio en la tele. Posee una cafetera Nespresso, pero prefiere otra marca de cápsulas. Tiene dónde elegir, pues hay 200 empresas en el mundo que las producen. Con CoffeeB, Migros entra de lleno en el mercado suizo del café, un mercado de enormes dimensiones. En el primer semestre de 2022, Nespresso, que tuesta y prepara todos sus cafés en Suiza, generó ingresos por un total de 3 200 millones de francos. Esta multinacional también produce las cápsulas Starbucks, cuyas ventas representan el 20 % del mercado mundial de cápsulas compatibles.
“Es una pena que el líder mundial del café en cápsula no innove y continúe con sus envoltorios de aluminio, que son una auténtica herejía medioambiental”, critica Philippe Nicolet, ex Director General de Ethical Coffee. Esta marca suiza había retado a Nestlé con sus cápsulas compatibles, antes de doblegarse, en 2017, ante el poderío del gigante.
Por su parte, Nestlé ve las cosas de otro modo. “El impacto de carbono de una taza de café obtenida con otra máquina completamente automática es un 30 % superior en comparación con el sistema Nespresso”, contesta Jessica Chakhsi, portavoz de Nespresso Suiza. Y agrega: "Gracias a que utiliza exactamente la cantidad necesaria de café, agua y energía, Nestlé reduce el derroche de estos recursos”. Según afirma la marca, que ofrece 3 700 puntos de recogida en Suiza, “lo que mayor impacto tiene en la huella medioambiental de una taza de café son las etapas de producción y degustación del café”.
La mayor parte de los 63 000 millones de cápsulas de aluminio y plástico que cada año se venden en el mundo se tiran a la basura, declaró Fabrice Zumbrunnen, dueño de Migros, en ocasión del lanzamiento de CoffeeB, su producto “revolucionario”. A finales de noviembre, Nespresso reaccionó anunciando el lanzamiento en primavera de cápsulas de papel compostable.
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