A finales de otoño, el cantón de Zúrich subastó una matrícula automovilística de muy fácil memorización: “ZH 100”. ¿Fue un acto de compasión por las personas que no recuerdan las cifras? En cualquier caso, un conductor pujó con 236 000 francos. Nunca antes una matrícula de Zúrich había alcanzado tan elevado precio. El importe fue a parar directamente a las arcas del cantón, algo maltrechas últimamente.
El 19 de octubre de 2022, el tren de pasajeros más largo del mundo recorrió tranquilamente la pintoresca y sinuosa ruta de montaña del Ferrocarril Rético entre Preda y Alvaneu. El tren medía 1 910 metros de longitud. Sin embargo, en sus cien vagones solo viajaban 150 personas. Fue un evento tan exclusivo que, seguramente, los pasajeros no se molestaron por el único inconveniente del viaje: empezó con veinte minutos de retraso. > revue.link/rhb
Sigamos hablando de dinero. La Casa de Moneda suiza no solo abastece al país con sus monedas de uso diario, sino que también acuña monedas de gran valor. Las monedas de plata serán aún más valiosas en el futuro, ya que su contenido de plata pasa ahora de 835 a 999,9. La primera moneda de esta categoría está dedicada al cantautor bernés Mani Matter (1936-1972). La moneda de plata de 20 francos cuesta unos 80 francos. Así que no la inserte en el expendedor de aperitivos de la esquina. > revue.link/swissmint
Ni siquiera con monedas de plata puede comprarse la salud. Para fomentarla, hay que moverse a diario, y eso es gratis. Un buen indicador es el número de pasos que damos a diario: lo apropiado serían unos 7 500. En ninguno de los países industrializados de Occidente se llega a esta cifra. Con 5 512 pasos diarios, los suizos se sitúan en la mitad del pelotón. Por lo visto, hasta quienes no poseen la matrícula “ZH 100” dan preferencia al automóvil.
Otro dato más acerca del número 100: un río limpio contiene un 100 % de agua. Pero esta agua no es simplemente agua. En el Aar, por ejemplo, el 55 % del agua que fluye es nieve derretida; el 32 % lluvia; y el 13 %, hielo de glaciar. A los amantes de este acuoso cóctel solo les queda esperar que el invierno sea lo más gélido y nevado posible.
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