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Debido a las tensiones entre Suiza y la UE, la investigación suiza se ve perjudicada y teme quedar aislada: este tema, que abordamos en la última edición de “Panorama Suizo”, suscitó gran interés entre nuestros lectores, quienes fueron numerosos en compartir sus comentarios sobre la relación entre Suiza y la UE. Por cierto, la situación sigue estancada: hace poco, Livia Leu, máxima representante diplomática de Suiza, recalcó que las negociaciones con la EU tardarían en volver a arrancar. Según Livia Leu, es la Comisión Europea la que aún no está dispuesta a negociar.
Nos alegramos mucho de recibir sus comentarios en revue.ch. Además, la plataforma de la comunidad de la Organización de los Suizos en el Extranjero (OSE) le permite participar en los debates abiertos o proponer nuevos debates. El enlace al foro de debate de Swisscommunity es el siguiente: members.swisscommunity.org/forum
El artículo omite señalar por qué Suiza ha perdido su estatus de país asociado con la UE: así lo han decidido los propios suizos a través de un referendo. ¡Y ahora les toca cosechar lo que sembraron! Lamento profundamente la postura antieuropea de Suiza. Me parece comprensible que la UE se niegue a jugar el juego de aquellos países (como Suiza, entre otros) que solo pretenden tomar lo que les conviene.
No me sorprende lo que revela este excelente artículo: la Unión Europea se comporta como una organización imperialista.
Es un ejemplo típico de otro autogol de Suiza. Aceptar ciertas reglas de la UE no significa formar parte de la UE. Evidentemente, existen problemas en todos los países; yo los conozco, después de haber vivido varios años en España y, desde 2016, en Francia. Pero a pesar de todo, definitivamente prefiero vivir en la UE antes que en Suiza, y eso me parece triste. Qué lástima que Suiza no aproveche al menos alguna oportunidad de entendimiento.
Solo una investigación a nivel europeo podrá sobrevivir eficazmente frente a esos grandes bloques que son China, Estados Unidos y otras potencias que disponen de recursos con los que ni siquiera la rica Suiza podrá rivalizar. Si Suiza ha logrado sobrevivir más que holgadamente hasta hoy en este mundo, no es precisamente gracias a su aislamiento, sino gracias a su apertura al mundo, a la aceptación en su territorio de gente venida para enriquecerla con sus conocimientos y a su capacidad de intercambio. Quererlo todo sin dar nada a cambio es perderlo todo a la larga. El CERN es el ejemplo perfecto de una historia de éxito compartida, co-construida a escala europea. Suiza por sí sola no lo hubiera conseguido.
Este es el resultado de la voluntad de Suiza de ser siempre diferente y mejor que el resto de los países europeos. Ya es hora de que Suiza se integre en el equipo de la UE.
Suiza necesita ser independiente en su relación con otros países, en especial con Europa. El mundo está a punto de cambiar drásticamente y Suiza debe tener la capacidad de coordinar sus intereses nacionales, especialmente en materia de investigación tecnológica. Europa y EE. UU. son cada vez más débiles; prevalecerán otros países: India, Brasil, Israel... estos son los socios relevantes para la investigación y el desarrollo del futuro.
Excelente artículo. Es una pena que Suiza se pronunciara contra la Ley del CO2 en 2021. Esto hace que siga dependiendo de los costosos combustibles fósiles de los regímenes totalitarios.
Entiendo que muchos propietarios de viviendas tengan que vigilar sus gastos. Las bombas de calor son caras y las subvenciones del Estado, insuficientes. También tiene que ver el precio de la electricidad. Se supone que todo es eléctrico, pero al parecer no hay electricidad suficiente y, sobre todo, es demasiado cara.
Deberíamos renunciar de una vez por todas a medirlo todo por el mismo rasero, empezando a orientar los tejados de los nuevos edificios hacia el sur y a adaptar las normas de construcción en consecuencia.
Cuanto menos dependamos del exterior, mejor. El peor ejemplo de esta dependencia se ve ahora en la guerra entre Rusia y Ucrania. Por ello, lo mejor que podemos hacer es prepararnos para el futuro sin perder tiempo.
Es interesante su estudio sobre las suizas y suizos en el extranjero mayores de 55. Llevo más de 36 años viviendo en España, por lo que he vivido más de la mitad de mi vida en otro país. Sin embargo, me siento muy unido a Suiza. Y, algo que me alegra enormemente, mis hijos, que nunca vivieron en Suiza, son los mayores forofos de Suiza que uno pueda imaginar. Se saben de memoria hasta la alineación de la selección suiza...
El coste de la vida en Suiza es más elevado que en muchos otros países. Si un suizo quiere vivir como pensionado en otro país, por lo general no tendrá ningún problema económico. Pero al revés, ya es otro cantar.
Me fui de Suiza a los 59 años y estoy viviendo aquí, en Tailandia, los mejores años de mi vida. No echo de menos a Suiza en absoluto, sino todo lo contrario: estoy muy contento de ya no vivir en ese país. De hecho, nunca me he sentido “orgulloso” de ser suizo (porque no tengo ningún mérito: nací allí). No tengo sentimientos nacionalistas. Si estimo a Federer, es como persona, no por su nacionalidad. Ahora, mi país es Tailandia. Aquí pude comprar una casa con un pequeño jardín y una piscina. En Suiza hubiera sido imposible. Somos dos y vivimos muy cómodamente con menos de 3 500 francos.
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