Darius Rochebin

El verano pasado, Darius Rochebin, periodista estrella de la RTS (Radio Televisión Suiza), anunció que dejaba el país helvético para mudarse a París. Tras veinte años de presencia en el noticiario Téléjournal, el hijo predilecto de la televisión ginebrina se lanzó al nido de víboras del universo mediático galo. Fue la oportunidad para que cada quien declarase su amor a este personaje elegante, capaz de formular preguntas mordaces sin que parezcan ofensivas. ¿Su secreto? Una delicada y muy oriental mezcla –Darius tiene raíces iraníes–, de suavidad y pugnacidad. El público suizo lamentó su traspaso a Francia, por más halagüeño que fuera: acusó a la RTS de no saber conservar a sus mejores profesionales o, peor aún, de haber empujado al campeón fuera de las ondas suizas. El interesado explicó que no se iba enojado, sino todo lo contrario.

Ahora ejerce su sacerdocio en el canal LCI. Todas las tardes, de lunes a jueves, hace un despliegue de sus habilidades entrevistando a grandes figuras y estrellas francesas. Durante el estreno de “20H de Darius Rochebin”, el periodista ginebrino preguntó al Ministro de Economía Bruno Le Maire si su “carisma de ostra” —como dijera el ex Presidente Sarkozy— había evolucionado. Y eso sin molestar al representante público. ¡Prueba superada! También sorprendió al Profesor Didier Raoult, eminencia de la epidemiología, al preguntarle si poseía bustos de sí mismo en su jardín. El efecto viral estaba garantizado. Fuera de antena, Darius no se queda atrás. En particular, hizo rabiar al icono del cine francés Catherine Deneuve, acusándola de haberse mostrado odiosa después de una entrevista: ¡pan bendito para las redes sociales! En París, Darius Rochebin hace todas las preguntas que quiere a los vips, y lo hace desde el lejano sustrato cultural que le brinda Suiza, ese mundillo políticamente tibio que no supo retenerlo.