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El joven suizo en el extranjero Pol Giralt creció en España, donde estudió en la Escuela Suiza de Barcelona, al igual que su abuela y su padre. El año pasado, aprovechó las largas vacaciones de verano para visitar Suiza y trabajar en una granja.
Agriviva existe desde hace más de 75 años. Esta organización se propone tender puentes entre la ciudad y el campo, así como entre las diferentes culturas, organizando estancias de varias semanas para jóvenes procedentes del mundo entero, quienes a cambio de comida y alojamiento, así como de una modesta remuneración, apoyan a una familia de granjeros en su diaria labor. Se trata de una oportunidad ideal para los amantes de la naturaleza que desean estar activos, conocer a una nueva familia y descubrir la vida en una granja suiza.
Pol Giralt, ¿cómo se enteró de la organización suiza Agriviva?
Mi padre leyó un artículo de educationsuisse en la revista Panorama Suizo, titulado “Adquirir experiencia laboral en Suiza”, donde se menciona a Agriviva. Pensé que trabajar en una granja sería una buena idea y tenía muchas ganas de probarlo. Encontré toda la información que necesitaba en el sitio web de Agriviva, así que me inscribí.
¿Qué le pareció su estancia en la granja, en Suiza?
Pasé un mes entero en una granja del municipio de Bözberg, en el cantón de Argovia, y viví muchas experiencias. Me gustó mucho, aunque algunas veces el trabajo era agotador.
¿Puede describirnos un día típico en la granja?
Me levantaba a las siete de la mañana y tomaba un copioso desayuno con la familia. A las ocho ya íbamos al campo a recoger cerezas. Todos los días había unas quince personas trabajando, pero a veces éramos treinta. Los cerezos miden unos cuatro metros de alto: cuando no nos era posible recoger directamente la fruta desde el piso, teníamos que usar escaleras; cada día recogíamos más de 500 kilos. Después del almuerzo, volvía a ayudar a recoger cerezas o bien a ordeñar las vacas en el establo.
¿Tuvo dificultades con la lengua o problemas de comprensión?
Aprendí alemán en la Escuela Suiza de Barcelona y en casa, con mi abuela. Así que hubo pocos malentendidos. La familia del granjero sabía que yo no entendía el dialecto suizo. También había algunos empleados de Alemania. Por eso siempre hablábamos en alemán. Así también pude mejorar mis conocimientos lingüísticos.
¿Qué fue lo que más le gustó de la granja?
Fue muy interesante conocer a mucha gente nueva y aprender sobre diferentes culturas. También fue interesante ver cómo los agricultores comercializan la fruta y seguir el recorrido de las cerezas desde el campo hasta el supermercado.
¿Volverá a Suiza para trabajar de nuevo en una granja?
Me encantaría volver el año que viene con una familia de agricultores. Pero en septiembre he comenzado mis estudios de ingeniería química en la Universitat Politècnica de Catalunya - UPC. No estoy seguro si tendré suficiente tiempo para Agriviva.
¿Recomendaría a sus amigos una estancia en una familia de agricultores?
¡Sí, por supuesto! Y no solo a mis amigos, se lo recomiendo a todos los jóvenes, que ayuden alguna vez en una granja. No solo es una gran experiencia, sino que también se aprenden muchas cosas nuevas. Experimentar en carne propia el rudo trabajo que se requiere para que tengamos cada día comida en nuestro plato, nos enseña a tener respeto por los agricultores.
Educationsuisse brinda a los jóvenes suizos y suizas en el extranjero asesoramiento sobre el tema «Formación en Suiza».
educationsuisse, Formación en Suiza, Alpenstrasse 26, 3006 Berna, Suiza | Tel. +41 31 356 61 04 | e-mail | www.educationsuisse.ch
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