“Mudarme a Suiza me dio libertad”

El paraguayo tradicional vive en el presente y no se preocupa por el mañana. La espontaneidad es una de sus principales cualidades y la puntualidad en Sudamérica significa “solo llego una hora tarde”. La puntualidad suiza me resultó difícil al principio. Sin embargo, al igual que otras características suizas, he llegado a apreciarla porque simplifica la vida cotidiana.

No tardé en darme cuenta de que Suiza es un país lleno de culturas muy diversas. En este pequeño país hay gente de todo el mundo, con diferentes religiones e idiomas. Me gustó esta variedad multicultural y me permitió descubrir muchas cosas nuevas.

Recién llegada a Suiza, trabajé como mesera en un restaurante de Bettmeralp, durante la temporada de invierno. Muchos de los empleados que trabajaban en la montaña venían de todo el mundo, por lo que conocí muy poco de la cultura suiza. Cuando terminó la temporada, me fui a vivir con mis abuelos y poco a poco pude establecer contactos a través del trabajo y el deporte. También pude hacer amistades, que me allanaron el camino y perduran hasta la fecha.

No sabía muy bien hacia qué profesión dirigirme ni en qué áreas veía mi futuro. Así que decidí hacer unas prácticas en una residencia de ancianos, en Rheinfelden. Después de mis prácticas, hice mi aprendizaje como administradora de hotel en Basilea, donde pude construirme mi propia vida, hacer contactos y cultivar amistades. El aprendizaje me permitió crecer como persona, encontrar mi pasión en el campo de la organización, planear rutinas diarias y ayudar en la asignación de tareas al personal.