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Se afana por mantener vivo el recuerdo del Holocausto y desea que la “Quinta Suiza” tenga más peso político. El Presidente saliente de la OSE, Remo Gysin, rememora y mira hacia el futuro.
Remo Gysin, usted nació poco después de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente hace campaña a favor de un monumento que conmemore el Holocausto en Suiza. ¿Es este proyecto su legado?
Es un tema que me ha perseguido durante toda mi vida. La guerra, sus consecuencias y los horrores del Holocausto fueron siempre un tema muy difícil, tanto en el colegio como en casa. Hasta la fecha no termino de comprender lo que ocurrió.
¿Qué lo llevó exactamente a avivar con un monumento el debate sobre la cultura del recuerdo del Holocausto, décadas después de la guerra?
El impulso me lo dio la revista Beobachter que, en 2017, retomó el tema de una forma novedosa: se centró en las personas con pasaporte suizo que habían sido víctimas de los horrores de aquel entonces. Eran suizos de la Resistencia Francesa, suizos en el extranjero de religión judía. También mujeres que perdieron la ciudadanía suiza tras contraer matrimonio y, con ello, toda protección de Suiza. Esto me conmovió profundamente.
Hoy en día, nadie ya pierde la ciudadanía suiza por contraer matrimonio. Los suizos en el extranjero gozan de mayor protección y reconocimiento que entonces. El presente pinta diferente.
No puede decirse que todo sea perfecto. Asistimos, por ejemplo, a un repunte del antisemitismo. Y cuando se intensifican las tensiones, como entre Israel y Palestina, eso se traduce en nuevas amenazas para los suizos en el extranjero. Sin embargo, hay otro tipo de peligro que amenaza a la “Quinta Suiza”, como las catástrofes ambientales o la pobreza.
Ya están sentadas las bases para un monumento suizo al Holocausto. ¿Significa esto que pasarán a segundo plano otros momentos importantes de su vida?
Durante mis veinte años en la OSE he vivido muchos momentos importantes, sobre todo los numerosos encuentros personales con suizos en el extranjero. Además, tuve la suerte de iniciar mi mandato con la celebración de los “100 años de la OSE”.
Un comienzo extraordinario…
… seguido de etapas no menos extraordinarias, como la Fiesta de la Vendimia de Vevey en 2019, con su Jornada de los Suizos en el Extranjero. En cierto modo, hasta la pandemia del coronavirus fue algo especial: me impresionó la rapidez con la que hemos logrado adaptarnos a nuevas formas de comunicación.
El pasado puede juzgarse por los momentos destacados que hemos vivido. Para el futuro, en cambio, lo decisivo son los desafíos que nos esperan, como está ocurriendo ahora con el final del acuerdo marco.
La interrupción de las negociaciones por parte de Suiza deja pendientes muchos interrogantes sobre el futuro de la movilidad internacional, la libertad de establecimiento, la libre circulación de personas, el seguro médico y la seguridad social. Nos dirigimos hacia una era de gran incertidumbre.
Esta entrevista tiene lugar en Basilea y por ahora no se advierte ningún cambio.
Se presiente muy claramente que una ciudad como Basilea no podría funcionar sin todos los que a diario cruzan la frontera para trabajar en nuestro sistema sanitario y en prácticamente todos los sectores económicos. Es el sentimiento profundo de estar unidos aEuropa el que se está cuestionando. La interrupción de las negociaciones no esclarece nada. Crea interrogantes, también porque no tiene en cuenta la situación de los más de 400 000 suizos que residen en la UE.
Usted es coherente: ya como Consejero Nacional, criticaba la política europea federal.
La política exterior suiza se ha caracterizado siempre por preguntas difíciles, tales como: ¿Qué queremos?, ¿quién es el responsable? La Constitución establece la participación del Parlamento en las decisiones; y también que el pueblo tiene la última palabra y que, si procede, puede promover un referendo. En este caso, el Consejo Federal ha decidido por sí solo, lo que afecta la esencia misma de nuestra democracia.
En el caso del acuerdo marco, el Consejo Federal ha decidido por sí solo, lo que afecta la esencia misma de nuestra democracia.
Presidente de la OSE
¿Podría esto motivarlo a pugnar otra vez por la adhesión de Suiza a la UE?
Al menos creo que la suspensión de las negociaciones por parte del Consejo Federal vuelve a plantear la posibilidad de unirnos a la UE.
En cuestiones tan relevantes, sería interesante conocer la opinión de los suizos en el extranjero. Sin embargo, algunas voces pretenden que el Parlamento de la “Quinta Suiza” (CSE) no tiene voz, tan sólo una vocecita.
En la actualidad, la OSE tiene buenas relaciones políticas y nuestra influencia se ha incrementado; intercambiamos ideas con miembros del Parlamento y otras autoridades; el Consejo de los Suizos en el Extranjero los representa hoy mejor que antes. Pero debo admitir que estamos aún muy lejos de nuestra meta. Para que aumente el peso político del CSE, debe ser más representativo. Tenemos que garantizar que todos los adultos suizos en el extranjero puedan participar en las elecciones del CSE. Así es como concibo también la democracia.
En las elecciones del CSE de 2025 se prevé usar por primera vez un sistema de votación electrónico a gran escala. ¿Sería eso un paso decisivo?
La votación electrónica lo facilita todo: las votaciones y elecciones federales y cantonales. Contar con un sistema propio para las elecciones del CSE sería de capital importancia; pero lo que más se necesita, es voluntad para una mayor participación. Esto se vio en países como Australia, México o el Reino Unido, donde las comunidades locales hicieron todo lo posible para que pudiera votar la mayor cantidad posible de compatriotas. Es un gran ejemplo a seguir.
¿Cuáles son los temas candentes que usted deja a su sucesor?
Los mismos de siempre: en la “Quinta Suiza” son muchos los que no pueden ejercer los derechos políticos que les concede Suiza; la política de los bancos crea problemas; y la política interior no deja de presionar a los suizos en el extranjero…
… en otras palabras: en el Parlamento se levantan voces para exigir que se restrinjan los derechos civiles de los suizos en el extranjero.
Así es. Pero si lo que se pretende es volver a negociar los derechos civiles, yo propondría algo diferente: ¿por qué no crear un distrito electoral propio para la “Quinta Suiza”? Así estaría mejor representada y, además, sería más visible. Antes que nada, hay que tener en cuenta que los patrones de movilidad han cambiado: las estancias en el extranjero suelen ser más cortas. La gente va y viene. Ese es un argumento de peso contra la restricción de los derechos políticos de los suizos en el extranjero. Nuestros compatriotas en el extranjero interesados por la política contribuyen decisivamente a la imagen de una Suiza tolerante, interconectada, abierta al mundo y que mira hacia el futuro.
¿Qué sería Suiza sin la “Quinta Suiza”?
¡Sería un país a medias!
Remo Gysin nació en 1945. Milita en el PSS desde hace muchos años; desde 2001 es miembro de la Directiva de la OSE y, desde 2015, su Presidente. A finales de agosto de 2021 dejará el cargo.
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