educationsuisse asesora a los jóvenes suizos y suizas en el extranjero que vienen a Suiza para su cursar una formación. Una de ellas es Melina Mutti, quien nos cuenta su nuevo comienzo en Suiza.
“Crecí en Francia, no muy lejos del país donde nací. Desde mi ventana podía ver Suiza al otro lado del lago de Ginebra. Hay algo extraño en crecer fuera de su país, porque uno no pertenece realmente ni acá ni allá, por mucho que se identifique con uno y otro. Pero esta situación también abre nuevas posibilidades y permite adquirir muchas experiencias de vida.
“Los grandes cambios siempre son un reto, y para que todo ‘ruede’, a menudo necesitas que alguien te eche una mano”, dice Melina Mutti. Fotos: derechos reservados
Gracias a mis padres bilingües (alemán-francés) tuve la suerte de mantener lazos muy estrechos con mi país de origen, al hablar suizo-alemán. Dejé Suiza y su cantón de Berna a los siete años y regresé a los 21, en 2015. Después de cursar dos años de estudios universitarios en Francia sin mucha convicción, buscaba un sentido que dar a mi vida profesional. Sentía que mis manos eran incapaces de hacer algo bonito y útil, por lo que decidí dedicarme a la artesanía. Así acabé en la Escuela de Costura del Valais para hacer un aprendizaje como diseñadora, con especialidad en confección de ropa femenina. De estudiante de lingüística árabe pasé a ser aprendiz de artesana. Para una “intelectual” como yo, el trabajo no parecía tan complicado a primera vista. Sin embargo, tuve que poner mucho empeño para terminar con éxito mi formación, al cabo de tres años. Entonces decidí especializarme en una escuela técnica superior. Tenía dos opciones: Zúrich o Lugano. Sin saber una palabra de italiano, decidí ir a Lugano a la Escuela Superior de Técnicos en Textiles (Scuola specializzata superiore di abbigliamento e design della moda). Esta decisión fue, sin duda, una de las mejores de mi vida, pero también una de las más difíciles. Afortunadamente, mi integración en el Tesino fue tan rápida como buena. Al cabo de los dos años de estudio, era totalmente bilingüe y estaba rodeada de amigos tesineses.
Tengo seis años de haber regresado a Suiza y sigo sin arrepentirme de este gran giro en mi vida. Por supuesto, los grandes cambios siempre son un reto, y para que todo “ruede”, a menudo necesitas que alguien te eche una mano. A lo largo de todos estos años, mi familia y yo siempre hemos recibido el apoyo de las instituciones suizas y de la comunidad suiza en el extranjero.
Hoy me siento orgullosa de impartir clases a los futuros diseñadores de ropa en la misma escuela donde me formé. Gracias a las becas de mi cantón de origen, Berna, y al personal de educationsuisse que me acompañó durante estos años, pude formarme, encontrar mi camino y dar sentido a mi vida a través de mi profesión. Hoy me siento feliz de participar en la formación profesional de los jóvenes y quizás también de permitirles encontrar su camino”.
En la página de Facebook de educationsuisse y en www.educationsuisse.ch se publican regularmente las experiencias en Suiza de jóvenes suizos residentes en el extranjero.
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