Suiza en cifras
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Un final discreto, pero de gran calado: tras 142 años de existencia, la guía telefónica suiza ha llegado a su fin. Año tras año se han venido imprimiendo en fino papel millones y millones de estos pesados tomos; pero ahora no habrá una nueva edición. Esto constituye una amenaza para la riqueza cultural suiza: no por la desaparición de esta obra de dudoso valor literario (“muchos protagonistas, poca acción”), sino porque está en peligro la tradicional lluvia de papelitos (Fötzeliregen) del Carnaval de Lucerna: desde hace años se vienen usando los recortes de las viejas guías telefónicas para celebrar esta tradición.
En muchas regiones de Suiza, el verano pasado fue el más seco y caluroso desde que se iniciaron los registros. Hubo que ahorrar agua, sobre todo en el Tesino. Sin embargo, como si no pasara nada, en Suiza también aumentó el número de piscinas privadas. Encabeza la lista el municipio tesinés de Brione sopra Minusio, con 120 piscinas para sus 465 habitantes: una por cada 3,8 personas. Y la tendencia sigue al alza.
Una hábil selección de datos puede dar lugar a titulares muy llamativos. Por ejemplo: “Con un incremento de un 15 % en un año, son cada vez más las jóvenes suizas que desean prestar el servicio militar”. Suena impresionante. Pero en cifras absolutas, este incremento lo es mucho menos: en el verano de 2022 se enrolaron 244 mujeres en la escuela de reclutas, es decir, solo 32 más que el año anterior.
¿Quiere un ejemplo de un cambio realmente significativo? Veamos: en 1960, el 1 % de la población suiza declaró no pertenecer a ninguna religión. En 2020, esta proporción había aumentado al 31 %. Hoy por hoy, las personas sin afiliación religiosa forman ya la segunda “comunidad creyente”, por detrás de los católicos y por delante de los protestantes. Para mayor información al respecto: revue.link/religion
A diferencia de lo que ocurre con la religión, permanece inquebrantable en Suiza la fe en el chocolate. Cada habitante ingiere un promedio de 9,9 kilos de chocolate al año. Quien consuma tanto dulce y no desee engordar, deberá correr casi mil kilómetros para quemar las calorías ingeridas. También hay otra solución, menos cansada: las calorías aportadas por esta cantidad de chocolate son suficientes para dormitar durante algo más de un mes en un cómodo sofá frente al televisor, sin bebidas ni tentempiés.
Para el tradicional Fötzeliregen del Carnaval de Lucerna se reciclan grandes cantidades de guías telefónicas que se convierten en recortes de papel. Foto: Keystone
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