Visto
Visto
Visto
Visto
Visto
Visto
Visto
Visto
El Centro Paul Klee de Berna alberga por primera vez una exposición sobre el famoso artista diseñada por niños. Este proyecto pionero arroja nuevas perspectivas sobre su obra.
“Yo ya conocía a Paul Klee”, declara Angelina, orgullosa. “Fue gracias a mi abuela. Ella también pinta; no es una artista de verdad, pero casi…”. Esta niña de nueve años forma parte de un proyecto del Centro Paul Klee de Berna, donde por una vez se permitió a los niños montar una exposición sobre el famoso artista de la ciudad.
En respuesta a un anuncio publicado por el museo, todos los miércoles por la tarde, durante siete meses, una docena de niños de entre ocho y doce años se reunieron allí para participar en talleres: seleccionaron los colores, las formas, los poemas, así como las obras y la arquitectura de la exposición; ellos mismos redactaron los textos.
“Fue una experiencia muy emocionante”, afirma Martin Waldmeier. Normalmente, el comisario trabaja solo; pero esta vez trabajó en equipo desde el principio, manteniéndose deliberadamente en segundo plano para que los niños pudieran decidir por sí mismos. “Solo tuvimos que fijar algunos límites: por ejemplo, cuando pidieron una plataforma de tres metros desde la que se pudiera ver la exposición y en la que también hubiera máquinas expendedoras de bebidas y un salón de juegos”, explica Waldmeier, riendo.
Sin embargo, el equipo accedió a su deseo de crear un lugar de encuentro, de calma y de chill, para decirlo con sus palabras. En el centro de la sala ahora hay una pequeña tarima con pufs de colores. Desde aquí se disfruta de una buena visión general de la exposición; se instalaron tabiques de colores que separan los distintos temas de la exposición, mientras que los poemas creados por los niños a partir de los títulos de los cuadros de Klee reemplazan los textos que suelen acompañar las pinturas.
La exposición, titulada “Leuchtendes Geheimnis” [“Secreto luminoso”], comienza con un solo cuadro. “Me sorprendió mucho que eligieran esta obra”, dice Waldmeier. “Paul Klee a menudo pintaba pájaros o monigotes. Yo esperaba que los niños eligieran uno de sus cuadros divertidos”. No ocurrió así: escogieron "Fachada de cristal" de 1940, una de sus últimas obras. Una obra que guarda un secreto: en el dorso, puede verse otro cuadro.
“Durante la guerra escaseaba el material. Por eso Klee utilizaba de vez en cuando la parte posterior de sus lienzos. Sin embargo, no terminó este cuadro, sino que lo recubrió con pintura rosa”, explica Katja Lang, del museo infantil Creaviva, que pertenece al Centro Paul Klee. Con el tiempo, esta pintura se descascarilló, dejando al descubierto el cuadro que había iniciado. Muestra una persona reclinada, y el título está escrito en el marco: "Mädchen stirbt und wird" ["Una chica muere y se convierte"]. Dice Lang: “Nos dimos a la tarea de buscar pistas; ¿qué significado podía tener ese cuadro?”.
El personal del Centro Paul Klee acaba de descubrir que debió tratarse de Karla Grosch, la antigua novia de su hijo Felix. La familia Klee mantenía una relación muy estrecha con esta artista, que estudiaba en la Bauhaus. Cuando los nazis cerraron la Bauhaus en 1933, emigró a Tel Aviv, donde se ahogó en la playa. En esta exposición se vuelve a contar la historia de Karla Grosch, en audios grabados por los propios niños.
“El hecho de que eligieran como tema de la exposición una historia tan trágica me dejó perpleja”, reconoce Lang, quien había concebido gran parte de los talleres. “Queríamos presentar distintas facetas de Paul Klee, pero sin adoptar un enfoque cronológico o didáctico”. En lugar de una perspectiva histórico-artística, el equipo optó por un enfoque intuitivo que daba prioridad al aspecto lúdico. "No obstante", dice Lang, “me conmovió la seriedad con que los niños abordaron su cometido”.
Este proceso de creación también es parte de la exposición: al fondo, un documental informa sobre los talleres y debates. Durante la exposición también se celebran diversos actos en los que los niños participan casi como mediadores. El objetivo es redescubrir a Paul Klee a través de su mirada.
A Angelina le hacen mucha ilusión estos eventos, “pero sí que es extraño ver a tanta gente tan especial en un solo lugar”. Eso sí, le gusta venir de vez en cuando al Centro Paul Klee –aunque el museo favorito de esta niña es otro: “El de los animales muertos”–.
La exposición “Leuchtendes Geheimnis. Kinder kuratieren Klee" [“Secreto luminoso. Una exposición sobre Klee, a cargo de niños”] puede verse en el Centro Paul Klee de Berna hasta el 4 de septiembre de 2022. Horario de apertura: de martes a domingo, de 10 a 17 horas.
Paul Klee es uno de los artistas plásticos más importantes del modernismo clásico del siglo XX. Nacido en 1879 en Münchenbuchsee (BE), Klee se trasladó a Múnich en 1898 para estudiar Bellas Artes y vivió en Alemania durante mucho tiempo, en parte debido a su trabajo como Profesor en la Bauhaus. Bajo la presión de los nazis, tuvo que abandonar Alemania y regresó a Berna. Paul Klee murió en Locarno-Muralto (TI) en 1940. Tuvo un hijo, Félix, y en varias ocasiones se inspiró en los niños para pintar sus cuadros.
Comentarios
Comentarios :
congratulations children, what an opportunity to study a master!
Grossartides Projekt! Jugendliche Entdecker im und für den Geist jeden Alters.